Del libro a la experiencia

El sector del libro se transforma y apuesta por la experiencia: conciertos, escapadas en velero, formaciones, fiestas temáticas, ofertas gastronómicas y mucho más

 Interior de la librería Finestres, con butacas para que los clientes puedan leer | ACN
Interior de la librería Finestres, con butacas para que los clientes puedan leer | ACN
Barcelona
21 de Abril de 2022
Act. 21 de Abril de 2022

Mucho más que un lugar en el que comprar libros. Las librerías catalanas están en la cúspide del retail en cuanto a tendencias de consumo. No se trata de vender un producto -en este caso un libro- sino una manera de vivir: una experiencia, una cultura y una filosofía. La librería ya no es solo un dinamizador cultural, también lo es social, y sus agendas lo demuestran: exquisitos vermuts y música en vivo, de jazz o reggae, acompañan las presentaciones de libros que organiza la librería Finestres en su terraza los sábados por la mañana. Lo llaman Vermut versat (versadoy es un gran ejemplo de la apuesta que ha hecho el sector librero por la experiencia, a pesar de la covid-19.

Más allá de los tradicionales debates de lectura, hay una voluntad de acompañar al lector y aportarle una experiencia cultural, lúdica y única. La librería On the ROAD, ubicada en el Born, por ejemplo, organiza espectaculares encuentros de lectura nocturnos asiduamente, pero ha hecho algunos fuera del común: acompañados de una sesión de yoga en la playa, en un velero o, incluso, en una cabaña en el bosque. La Carbonera, en Poble-sec, organiza encuentros y fiestas temáticas, como el Trivial Literario o la Fiesta Potter, donde se transforma "en la escuela más mágica del mundo lector": La librería Nollegiu, ubicada en Poblenou y, desde el 2019, también en el Clot, complementa la experiencia con conciertos, podcasts, análisis cinematográficos y premios.

Las sinergias con otros sectores son muy diversas y, incluso, atrevidas. La Central, por ejemplo, abrió La Academia eN 2016, desde donde ofrece presencialmente y virtualmente, cursos de formación avanzada y talleres de literatura, arte y humanidades. La librería ONA también tiene El Laboratori de Lletres, una escuela de escritura que ofrece desde pequeños talleres hasta cursos profesionales y másteres. La apuesta de Laie ha sido combinar los libros con la restauración: en Pau Clarís cuenta con dos plantas que alojan una librería de 300 metros cuadrados y un café restaurante con una terraza interior.

Desde marzo del 2020 se han abierto en Catalunya más de 33 librerías

Auge de nuevas librerías con grandes dosis de especialización

Atendiendo al número de aperturas, parece que el sector librero ha sorteado alegremente la pandemia de la covid-19. Desde marzo del 2020 se han abierto en Catalunya más de 33 librerías. Las últimas inauguraciones las han protagonizado la Librería Isop, en Olot, Poques Paraules, en Manresa, y el segundo local de Finestres, ubicado justo delante de la librería inicial, como si la calle Diputación hubiera cortado en dos la librería inicial. "Hoy hemos abierto una nueva Finestres en la calle Diputación. Una ventana al arte, al cómic, al cine, la fotografía, la danza, el diseño y muchísimo más", anunciaban en sus redes a finales de marzo.

El sector tocó fondo en Barcelona en el 2013, momento en el que la mítica Catalònia -después de 90 años de actividad- se convirtió en un McDonald's y la Canuda de Ciutat Vella en una tienda de Mango. Pero desde el 2017 aconteció un cambio de tendencia, con altos niveles de facturación y nuevos proyectos saliendo al mercado. De hecho, según Marià Marin, secretario técnico del Gremi de Libreters de Catalunya, "el sector acumulaba cuatro años de crecimiento económico prolongado y, aunque ha sufrido los efectos de la covid-19 y las restricciones, ha conseguido mantener la tendencia positiva".

De entre las últimas aperturas, es muy destacable también la apuesta de Calonge por convertirse en el primer booktown catalán. El pueblo de l'Empordà abrió en el 2021 hasta siete librerías simultáneamente, una iniciativa del Ayuntamiento para potenciar el turismo cultural. Las siete librerías de Canónigo se dirigen a públicos diferentes. Las hay dirigidas a un público infantil y juvenil, otras especializadas en cómic y manga, en iteratura oriental y en libros de viaje. Y es que, de hecho, esta es otra gran tendencia del sector: la especialización.

Marta Jové, editora y librera leridana que abrió recientemente una librería infantil y juvenil en Manacor (Mallorca), La il·lustrada, explica que la rama infantil, de hecho, "necesita mucha especialización. Requiere conocer muy bien los códigos con los cuales te dirijes al niño y las nuevas formas de narrativa". Jové cree, además, que la literatura infantil es el sector editorial que mejor resistió a la crisis del sector: "los padres se contenían a la hora de comprarse libros para ellos mismos, pero eran más flexibles para comprarlos para sus hijos".

Contra la especialización y la experiencia del consumidor es difícil competir. Incluso para Amazon.

El sector también ha experimentado un auge de la novela gráfica y el cómic, impulsado por los nuevos hábitos de lectura de la sociedad, con una clara influencia de la lectura digital, donde hay un predominio de la imagen y el vídeo. Además, según indica Jové, "en España, la cultura del cómic y el libro ilustrado no estaba muy arraigada, pero lo hemos ido absorbiendo de otros países como Francia, Italia, Inglaterra y Japón".

La apuesta por la especialización, pero, no es nueva. Tiene una larga historia en Catalunya. La barcelonesa Quera ya va por la cuarta generación. Es la librería más antigua de Barcelona que mantiene el emplazamiento original. Se inauguró en 1917 como una librería especializada en teatro, pero años más tarde pivotó hacia el montañismo. Y cien años más tarde, se mantiene en la ruta del viaje pero ofreciendo una fusión gastronómica: ha abierto un restaurante en el mismo local. Otra librería especializada y con mucha historia es Altaïr, donde realmente la lectura se convierte en un viaje: está especializada en esta temática. Fue fundada en 1979 y es la librería especializada más grande de Europa. Altaïr también ha optado por las sinergias: cuenta con una cafetería en el interior, es también una agencia de viajes y publica una revista.

Las librerías ya no venden libros. Venden mucho más. Y contra la especialización y la experiencia del consumidor es difícil competir. Incluso para Amazon.