Más allá de las previsiones y las predicciones sobre las tendencias en el ámbito digital (como la inteligencia artificial, la supercomputación, la realidad virtual o la robotización), quiero analizar los cuatro desafíos en el panorama digital en Catalunya; desafíos que incluyen el sistema universitario y la transferencia de tecnología, las infraestructuras tecnológicas y de investigación, los ecosistemas de startups y el tejido empresarial vinculado.
En primer lugar, nuestro sistema universitario siempre ha destacado en el Estado español como uno de los más competitivos en el ámbito de la investigación y la captación de fondos universitarios, como es el caso de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), que sobresale en este aspecto. Además de nuestra red de centros CERCA o el BIST, hay otros que destacan en muchos campos. Sin embargo, la gran carencia, sobre la cual hemos hablado en VIA Empresa algunas veces, sigue siendo la transferencia de tecnología, la conexión con el mercado y el sistema de innovación y transferencia vinculado al tejido de pequeñas y medianas empresas que constituye nuestra base productiva. Por otro lado, el informe del Observatori Universitari destaca, entre otras cosas, importantes deficiencias en su financiamiento para igualarse a los modelos más competitivos en todo el mundo. A esto se suma una clara evidencia de la falta de sistemas de financiamiento privados, como el fundraising, muy presentes en modelos anglosajones que aquí no se han implementado completamente y que podrían abrir nuevas oportunidades.
En paralelo, sabemos que muchas empresas multinacionales han instalado hubs de innovación e investigación avanzada en nuestro territorio (Microsoft o Nestlé, por ejemplo), atraídas por un ecosistema muy potente y competitivo, probablemente también vinculado a lo que destacábamos antes. Sin embargo, será necesario velar porque esta conexión y este sistema funcionen como tal, impulsando a otros y teniendo efectos positivos no solo en términos de talento o para las propias empresas, sino también en el territorio y en nuestro tejido productivo, por ejemplo.
La gran carencia continúa siendo la transferencia de tecnología, la conexión con el mercado y el sistema de innovación y transferencia ligado a las pymes
Relacionado con la explicación anterior, nuestro país también destaca por sus infraestructuras. Las de investigación como el sincrotrón Alba o el Barcelona Supercomputing Center con el recién inaugurado Marenostrum 5, son de primer nivel mundial. En cuanto a las tecnológicas, recientemente el Departament de Presidència de la Generalitat publicó que se habían superado los 5.000 kilómetros de fibra óptica pública, dando cobertura a más del 91% del territorio, y en los rankings europeos como el DESI Catalunya destaca por sus infraestructuras y grados de cobertura. Seguramente aquí el reto es seguir invirtiendo en infraestructuras tecnológicas vinculadas a las disrupciones que marcarán el futuro, como las redes de comunicación avanzadas o la computación cuántica, por ejemplo.
El rol de la empresa
Si damos un salto al lado más empresarial y comenzamos por nuestro ecosistema startup, los datos son impresionantes. En el informe de Acció del Barcelona & Catalonia Startup Hub de 2022, destacan que somos el 5º mejor ecosistema en la Unión Europea (UE) para crear una startup, el 3º hub de la UE preferido por los fundadores para crear una startup, el 4º ecosistema de la UE en número de scaleups, con más de 2.200 empresas emergentes identificadas (con un aumento de más del 80% desde 2016). También destaca una fuerte apuesta por la tecnología en sectores como healthtech, foodtech, industria 4.0, deeptech o edtech, muchas de ellas con importantes inversiones en I+D.
El sector TIC en Catalunya: más de 120.000 trabajadores, más de 17.000 empresas, un 8,3% del PIB y crecimiento sostenido en el tiempo
Esta historia de éxito, fruto del trabajo de muchos agentes públicos y privados a lo largo de los últimos 20 años, debe seguir trabajándose, apostando también por muchos factores que se destacaban antes, y otros como el talento, que hacen competitivo nuestro ecosistema. También será necesario trabajar por su crecimiento, lo que implica consolidar que seamos también la región de crecimiento, consolidación y escala de nuestras startups. Y, evidentemente, aparte de muchos factores, también depende de la capacidad de inversión y captación de capital internacionalmente.
Finalmente, disfrutamos de un potente sector TIC, con datos que ya comentamos del Barómetro del Cercle Tecnològic, que también son destacables. Más de 120.000 trabajadores, más de 17.000 empresas, un 8,3% del PIB de Catalunya y crecimiento sostenido en el tiempo. Los retos, entre muchos, son el talento, que tenemos y es muy bueno, pero necesitamos más, y necesitamos aún más capacidad de atracción. Por otro lado, que este tejido, además de ser competitivo globalmente, también se vincule a la transformación digital de nuestro sector, aún lejos de consolidarse, y que, por lo tanto, se haga valer y pueda ser el verdadero motor de la competitividad de nuestra economía.
Tenemos muchos de los elementos necesarios para afrontar el futuro de manera competitiva en nuestro país y también hemos visto que tenemos muchos desafíos que hemos ido destacando: transferencia de tecnología, financiamiento universitario, impacto en el tejido productivo, infraestructuras tecnológicas de futuro, más captación de inversión y capital para crecimiento y escala, y, finalmente, más talento TIC. Necesitamos una apuesta clara, necesitamos gestionar e invertir en estos desafíos para poder consolidarnos como un polo de referencia a nivel mundial, al mismo tiempo que fortalecemos y hacemos competitivo nuestro tejido y nuestra economía.