Desmantelar las instalaciones del fracasado proyecto Castor tendría un coste superior a los 260 millones de euros y los trabajos se alargarían durante cinco años. Así consta en el plan previo que la compañía Enagás elaboró el mes de febrero del pasado 2018 y en que no se prevé retirar la totalidad de los gasoductos terrestres y submarinos sino que apuesta por abandonarlos.
El ACN ha tenido acceso a este documento reclamado por el senador de Compromís, Carles Mulet, y que el Ministerio por la Transición Ecológica hace tiempo que tiene sobre la mesa. El documento, hasta ahora inédito, muestra que el Gobierno español ha sido sondeando el posible desmantelamiento del Castor.
La estimación presupuestaria que efectúa Enagás se sitúa dentro del tenedor entre los 143,1 millones de euros que Escal UGS –la empresa controlada por la ACS de Florentino Pérez- tuvo que prever en el momento de obtener la concesión en 2008 y los 300 millones que podía acabar costando si hubiera consumido el periodo de explotación máximo de 50 años previsto, por el encarecimiento de la vida.
Según la Ley de Hidrocarburos actual, el concesionaria tenía la obligación previa de aprobar un plan de desmantelamiento y abandono de las instalaciones para ejecutarlo al final de su vida útil. Escal UGS, pero, no elaboró ni el plan ni hizo efectiva dotación.