19
de Enero
de
2016
Act.
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El Ibex-35 ha abierto este martes la sesión con una subida del 1,75%, y se ha situado a los 8.617,1 puntos en una jornada marcada por los buenos datos macroeconómicos en la China, que han impulsado la Bolsa de Shanghai un 3%, y por la ligera subida del precio del barril Brent.
El repunte se da cuando se ha conocido que la economía china llegó el 2015 a un volumen de 67,67 billones de iuans (9,46 billones de euros), cosa que representa un crecimiento anual del 6,9% para la segunda mayor economía mundial, respecto del 7,3% del 2014, hecho que supone su menor ritmo de expansión en los últimos 25 años, a pesar de que en linea con el objetivo previsto por Pekín.
"A pesar de que es el menor crecimiento en los últimos 25 años, es el mismo que los últimos diez o cinco años y hablamos de un crecimiento que es una barbaridad", afirma Pedro Nueno, profesor de IESE. En este sentido, según el profesor "este crecimiento del PIB chino es mucho más repartido: ha hecho aflorar la clase mediana y es más moderado a consecuencia de la repartición de la riqueza".
Efecto dominó
Cuando el mercado chino tiembla, la economía mundial tambalea. "La caída de la bolsa china arrastra al resto de mercados porque crea dudas sobre el crecimiento económico global y la demanda de las materias primeras", dice Lluís Peralta, gestor del fondo Robusto Global Investment.
Los niveles de producción han caído en la China. El 2011 el índice de producción industrial era del 11,5% y a finales del 2015 se ha reducido a la mitad, situándose en el 6,2%. En diciembre se cerraban cinco meses de contracción de la actividad. El sector fabril en valla 10 en negativo. La constricción de la demanda mundial de productos chinos y el crecimiento de los costes laborales llasten la industria, que tiene que encontrar como adaptarse en el nuevo contexto. La economía china puerta cinco años desacelerando y los datos macroeconómicos así lo muestran, especialmente en importaciones, exportaciones y producción industrial. "La idea es que vayan virant hacia un modelo económico más equilibrado en consumoy no tan dependiente de la fabricación o las exportaciones", explica Peralta y añade que "el consumo interno se impulsa y el sector servicios toma protagonismo", indica Peralta.
La China está haciendo un cambio de modelo económico después de haber explotado al máximo la pata industrial de su economía. Pero este modelo económico llega un punto que se agota. Peralta lo tiene claro: "La China migra hacia más consumo y no tanta producción. Esto los trae a moderar el crecimiento y esto no es ninguna sorpresa para nadie, no es sostenible crecer a tasas chinas".
Desconstruint la burbuja
Las jornadas negras este enero a la bolsa del país asiático causaron un terremoto a los parqués del resto de economías mundiales. Inclús las autoridades bursátiles chinas se vieron obligadas a cerrar la cotización de manera anticipada cuando las caídas llegaban al 7%. Incluso el regulador chino impuso una nueva normativa para evitar más seísmos: los poseedores de más de un 5% de las acciones de una empresa no podrán venderlas de golpe, sólo de manera esglaonada, cada tres meses un 1% y avisando al regulador "en un intento de frenar este viraje".
En este sentido Nueno sentencia que "las bolsas del mundo son un casino y el valor de las empresas no puede caer de un día por el otro tan estrepitosamente. La caída a la bolsa china ha sido permitida por parte del gobierno chino para poner las cosas a lugar".
Todo un cúmulo de circunstancias han provocado estas caídas. Por un lado esta frenada querida de la economía por parte del gobierno chino y de la otra, las consecuencias de la recesión mundial. La crisis en Europa y los Estados Unidos está, en parte, pasando factura al gigante asiático – relativamente, pues las exportaciones sucias representan sólo un 12% de la economía china-. "Se trata más bien de un doble factor de caída de demanda interna y externa", indica Peralta.
Exportaciones y materias primeras
A este doble factor, se tiene que añadir la depreciación de la moneda china a finales del año pasado. "La depreciación del iuan está relacionada con la intención del gobierno chino de permitir más flexibilidad a la moneda. A finales de noviembre, el Fondo Monetario Internacional incluyó el iuan en su cesta de monedas de referencia y una de las condiciones para avanzar hacia una divisa de mercado libre –con más oscilaciones- era un requisito", explica Peralta.
En un momento en que la economía china está en fase descendente, la moneda cae y los mercados lo leen con desazón. La depreciación de la moneda china hace más competitivas las exportaciones pero, a la vez, hace caer la demanda de materias primeras –como por ejemplo el cobre- yhace caer el precio. "Consecuentemente los mercados leen este hecho a corto plazo con reacciones muy drásticas, pero contrariamente al que se cree, la demanda de petróleo de la China no ha caído: consumió 10,6 millones de barriles por día el 2014 y 11,2 el 2015 y se espera que el consumo siga aumentando al menos hasta el 2020" afirma Peralta.
La caída de la demanda de materias primeras según Nueno es debida a "la racionalización de malas decisiones hechas sin análisis por parte del gobierno: el caso del acero es paradigmático". La producción china de acero se redujo en 2015 por primera vez en 34 años y la importación de hierro se contrajo el año pasado. Brasil y México ya notan esta caída del precio del mineral. Chile nota la bajada del precio del cobre.
"Se han tenido que cerrar plantas siderúrgicas porque la China tiene el doble de capacidad de producción de acero del que necesita. Si no hay mercado, no se puede vender. En consecuencia cierran empresas y madriguera tal demanda. Ha faltado una buena estrategia", indica Nueno, pero añade que "esta racionalización también se hizo en Europa a los 80, no es nada nuevo".
El gobierno chino intenta controlar todos los aspectos de la economía: "Cómo no ha funcionado por sí sola, si la dejaran estar de golpehabría movimientos mucho bruscos". Aún así, Peralta relativitza la afirmación porque "la bolsa china son empresas e inversores domésticos con un fuerte componente especulativo, es más el ruido que hace, que no las consecuencias reales que puede tener".
Peralta pone como ejemplo las repercusiones que tendría para la economía norteamericana un colapso de la China, teniendo en cuenta que este país tiene parte de la deuda norteamericana: La China tiene 3,3 trillones de reservas de divisas (y no todo son dólares norte americanos). Por lo tanto "el impacto de una venta masiva de reservas sería igualmente relativa", puesto que la deuda de los Estados Unidos es de 17 trillones de dólares.
Un cambio querido
Los datos económicos se pueden interpretar de muchas maneras: "Ya hace cinco años que se siendo que el hard landing de la China colapsará la economía y no está pasando de momento". Mientras tanto, los Estados Unidos y la zona Euro han estabilizado la economía y crecen. Con los costes de las materias primeras más bajas para la industria y el euro barato Peralta no cree "quetenga que haber una crisis como la del 2008. El sector bancario en los Estados Unidos y en Europa ha superado una profunda reforma y están más preparados". En todo caso, apunta que "Brasil sí que acumula suficientes ingredientes como para tener un problema".
La China está cambiando de modelo económico y virant hacia una economía más normalizada con más pes de los servicios. Actualmente los servicios aportan un 46% al PIB, la industria también un 46% y el resto la agricultura. Este hecho se refleja en el crecimiento de los costes laborales que se han incrementado mucho al país asiático, consecuencia de la expansión de la clase mediana.
"El gran riesgo de la China es que el sector industrial que está muy endeudado, hinchado y es poco eficiente los explote en las manos: da trabajo a mucha gente y si hay falladas puede comportar mucho paro y el colapso de entidades financieras. Si, en caso contrario, esta burbuja se puede desmontar de manera gradual, nohabrá ningún problema", concluye Peralta.
El repunte se da cuando se ha conocido que la economía china llegó el 2015 a un volumen de 67,67 billones de iuans (9,46 billones de euros), cosa que representa un crecimiento anual del 6,9% para la segunda mayor economía mundial, respecto del 7,3% del 2014, hecho que supone su menor ritmo de expansión en los últimos 25 años, a pesar de que en linea con el objetivo previsto por Pekín.
"A pesar de que es el menor crecimiento en los últimos 25 años, es el mismo que los últimos diez o cinco años y hablamos de un crecimiento que es una barbaridad", afirma Pedro Nueno, profesor de IESE. En este sentido, según el profesor "este crecimiento del PIB chino es mucho más repartido: ha hecho aflorar la clase mediana y es más moderado a consecuencia de la repartición de la riqueza".
Efecto dominó
Cuando el mercado chino tiembla, la economía mundial tambalea. "La caída de la bolsa china arrastra al resto de mercados porque crea dudas sobre el crecimiento económico global y la demanda de las materias primeras", dice Lluís Peralta, gestor del fondo Robusto Global Investment.
Los niveles de producción han caído en la China. El 2011 el índice de producción industrial era del 11,5% y a finales del 2015 se ha reducido a la mitad, situándose en el 6,2%. En diciembre se cerraban cinco meses de contracción de la actividad. El sector fabril en valla 10 en negativo. La constricción de la demanda mundial de productos chinos y el crecimiento de los costes laborales llasten la industria, que tiene que encontrar como adaptarse en el nuevo contexto. La economía china puerta cinco años desacelerando y los datos macroeconómicos así lo muestran, especialmente en importaciones, exportaciones y producción industrial. "La idea es que vayan virant hacia un modelo económico más equilibrado en consumoy no tan dependiente de la fabricación o las exportaciones", explica Peralta y añade que "el consumo interno se impulsa y el sector servicios toma protagonismo", indica Peralta.
La China está haciendo un cambio de modelo económico después de haber explotado al máximo la pata industrial de su economía. Pero este modelo económico llega un punto que se agota. Peralta lo tiene claro: "La China migra hacia más consumo y no tanta producción. Esto los trae a moderar el crecimiento y esto no es ninguna sorpresa para nadie, no es sostenible crecer a tasas chinas".
Desconstruint la burbuja
Las jornadas negras este enero a la bolsa del país asiático causaron un terremoto a los parqués del resto de economías mundiales. Inclús las autoridades bursátiles chinas se vieron obligadas a cerrar la cotización de manera anticipada cuando las caídas llegaban al 7%. Incluso el regulador chino impuso una nueva normativa para evitar más seísmos: los poseedores de más de un 5% de las acciones de una empresa no podrán venderlas de golpe, sólo de manera esglaonada, cada tres meses un 1% y avisando al regulador "en un intento de frenar este viraje".
En este sentido Nueno sentencia que "las bolsas del mundo son un casino y el valor de las empresas no puede caer de un día por el otro tan estrepitosamente. La caída a la bolsa china ha sido permitida por parte del gobierno chino para poner las cosas a lugar".
Todo un cúmulo de circunstancias han provocado estas caídas. Por un lado esta frenada querida de la economía por parte del gobierno chino y de la otra, las consecuencias de la recesión mundial. La crisis en Europa y los Estados Unidos está, en parte, pasando factura al gigante asiático – relativamente, pues las exportaciones sucias representan sólo un 12% de la economía china-. "Se trata más bien de un doble factor de caída de demanda interna y externa", indica Peralta.
Exportaciones y materias primeras
A este doble factor, se tiene que añadir la depreciación de la moneda china a finales del año pasado. "La depreciación del iuan está relacionada con la intención del gobierno chino de permitir más flexibilidad a la moneda. A finales de noviembre, el Fondo Monetario Internacional incluyó el iuan en su cesta de monedas de referencia y una de las condiciones para avanzar hacia una divisa de mercado libre –con más oscilaciones- era un requisito", explica Peralta.
En un momento en que la economía china está en fase descendente, la moneda cae y los mercados lo leen con desazón. La depreciación de la moneda china hace más competitivas las exportaciones pero, a la vez, hace caer la demanda de materias primeras –como por ejemplo el cobre- yhace caer el precio. "Consecuentemente los mercados leen este hecho a corto plazo con reacciones muy drásticas, pero contrariamente al que se cree, la demanda de petróleo de la China no ha caído: consumió 10,6 millones de barriles por día el 2014 y 11,2 el 2015 y se espera que el consumo siga aumentando al menos hasta el 2020" afirma Peralta.
La caída de la demanda de materias primeras según Nueno es debida a "la racionalización de malas decisiones hechas sin análisis por parte del gobierno: el caso del acero es paradigmático". La producción china de acero se redujo en 2015 por primera vez en 34 años y la importación de hierro se contrajo el año pasado. Brasil y México ya notan esta caída del precio del mineral. Chile nota la bajada del precio del cobre.
"Se han tenido que cerrar plantas siderúrgicas porque la China tiene el doble de capacidad de producción de acero del que necesita. Si no hay mercado, no se puede vender. En consecuencia cierran empresas y madriguera tal demanda. Ha faltado una buena estrategia", indica Nueno, pero añade que "esta racionalización también se hizo en Europa a los 80, no es nada nuevo".
El gobierno chino intenta controlar todos los aspectos de la economía: "Cómo no ha funcionado por sí sola, si la dejaran estar de golpehabría movimientos mucho bruscos". Aún así, Peralta relativitza la afirmación porque "la bolsa china son empresas e inversores domésticos con un fuerte componente especulativo, es más el ruido que hace, que no las consecuencias reales que puede tener".
Peralta pone como ejemplo las repercusiones que tendría para la economía norteamericana un colapso de la China, teniendo en cuenta que este país tiene parte de la deuda norteamericana: La China tiene 3,3 trillones de reservas de divisas (y no todo son dólares norte americanos). Por lo tanto "el impacto de una venta masiva de reservas sería igualmente relativa", puesto que la deuda de los Estados Unidos es de 17 trillones de dólares.
Un cambio querido
Los datos económicos se pueden interpretar de muchas maneras: "Ya hace cinco años que se siendo que el hard landing de la China colapsará la economía y no está pasando de momento". Mientras tanto, los Estados Unidos y la zona Euro han estabilizado la economía y crecen. Con los costes de las materias primeras más bajas para la industria y el euro barato Peralta no cree "quetenga que haber una crisis como la del 2008. El sector bancario en los Estados Unidos y en Europa ha superado una profunda reforma y están más preparados". En todo caso, apunta que "Brasil sí que acumula suficientes ingredientes como para tener un problema".
La China está cambiando de modelo económico y virant hacia una economía más normalizada con más pes de los servicios. Actualmente los servicios aportan un 46% al PIB, la industria también un 46% y el resto la agricultura. Este hecho se refleja en el crecimiento de los costes laborales que se han incrementado mucho al país asiático, consecuencia de la expansión de la clase mediana.
"El gran riesgo de la China es que el sector industrial que está muy endeudado, hinchado y es poco eficiente los explote en las manos: da trabajo a mucha gente y si hay falladas puede comportar mucho paro y el colapso de entidades financieras. Si, en caso contrario, esta burbuja se puede desmontar de manera gradual, nohabrá ningún problema", concluye Peralta.