¿Es necesario saber lo que cobra tu vecino? Finlandia, el sexto país más feliz del mundo, tiene una fecha en el calendario conocida como "el día de la envidia". Durante el primer laborable de noviembre, el Gobierno revela los ingresos de todos los ciudadanos y lo que pagan en impuestos. De hecho, en un año, el portal de transparencia puede recibir más de 1,6 millones de consultas en un país de tan sólo 5,5 millones de habitantes. Ahora bien, ¿qué sucedería en Catalunya si hubiera el día de la envidia y se revelaran todos los ingresos e impuestos de cada catalán? Un experto en transparencia de la administración pública, un economista finlandés, una vicedecana de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y una economista especializada en recursos humanos analizan un caso peculiar: el hipotético “día de la envidia” en la economía catalana.
En primer lugar, la transparencia no es ninguna novedad en Finlandia, ya que durante más de 500 años formó parte de Suecia, una nación que contó con la primera ley sobre la transparencia entre el siglo XVIII y XIX, precisa Markku Lehtonen, finlandés investigador del Departamento de Humanidades de la UPF, que lleva más de cuatro años viviendo en Catalunya. El investigador confiesa que "no es algo tan morboso como nos podemos pensar". Además, los finlandeses lo ven como un elemento de confianza con las instituciones para saber, con seguridad, que los impuestos que pagan "sirven de algo".
Lehtonen (UPF): "El día de la envidia a Finlandia no es un hecho tan morboso cómo nos podemos pensar desde Catalunya"
Para entender la apuesta por la transparencia de los países escandinavos es necesario prestar atención a dos motivos vitales. El primero, que es una democracia consolidada, explica en VIA EmpresaIsmael Peña-López, director de la Escuela de Administración Pública de Catalunya. El segundo motivo tiene que ver con la parte sociológica y su "ética protestante". Peña-López detalla que en España son mucho más católicos y de tradición árabe, y en la parte de la intimidad son más similares y reservados. "Los protestantes, en cambio, tienen claro que no tienen nada que esconder, no han hecho nada mal y trabajan más por el estado y el colectivo".
Con la celebración del "día de la envidia" a principios de noviembre también se combate la corrupción y la brecha salarial, además de fomentar el escrutinio público, especialmente con los políticos. El experto tiene claro que los "finlandeses quieren saber qué perfiles hay que ayuden a explicar sus decisiones". Otro elemento es la brecha de género en el poder adquisitivo de cada uno y que, medidas de transparencia como éstas, pueden ayudar y mucho a evitarlas.
Como contrapartida, quien goza de verdad del “día de la envidia” son los medios de comunicación finlandeses, que le dedican jornadas maratonianas. No se puede obviar los picos de audiencia que comporta los rankings sobre los salarios de los presentadores de televisión más mediáticos, actores, expolíticos, deportistas, directores de diario, dirigentes de todo tipo de organizaciones, propietarios y directivos empresariales y, los más suculentos, los famosos del corazón. Una acción que les permite desgranarlo a fondo.
¿Deben sufrir las empresas por la pérdida de talento?
¿Qué sucede cuando alguien descubre que en las empresas de la competencia existen salarios más elevados? ¿Existen movimientos laborales inmediatos? ¿Renuncias? ¿Peticiones de aumentos salariales? El debate en Finlandia, según Lehtonen, está más enfocado en un sector calificado históricamente de mal pagado, como puede ser la enfermería, que si los trabajadores quieren cambiarse a la competencia al descubrir salarios más elevados. E, incluso, con los directores de los equipos, “que están peor pagados en comparación con otros países internacionales y que ayuda a reducir la envidia entre los finlandeses”. Además, confiesa que no existen muchas desigualdades entre las clases sociales y se trata de una sociedad bastante homogénea. Todos ganan más o menos lo mismo.
¿Cómo sería el "día de la envidia" en Catalunya?
¿Es esencial más medidas de transparencia en todo el mundo? Para el finlandés consultado “no es del todo necesario porque existen países que viven bien sin tener esa tradición. Para la mayoría de los finlandeses no es algo muy relevante. De hecho, es un día de diversión y en algunos casos puede ser interesante comentar con los amigos”.
Peña-López (Escola d'Administració Pública de Catalunya): "Para mí es más importando que un diario pueda acceder de forma masiva a todos los datos y pueda hacer una explotación estadística"
En cambio, ¿la transparencia serviría para combatir la corrupción en Catalunya? ¿Y para reducir la brecha salarial en muchos ámbitos? Los expertos consultados tienen dudas de si funcionaría la medida en nuestro país. En primer lugar, destacan el alto impacto de la economía sumergida en Catalunya y que, por supuesto, no es notificada. En estos momentos, la economía sumergida supone casi el 20% del PIB español, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
También, según las fuentes consultadas, es importante que los datos estén en los comités de empresa y que desde los sindicatos se pueda luchar por evitar cualquier discriminación por género y raza. O en el caso de la corrupción, con fundaciones y sociedad civil. "En Catalunya hay una confianza baja con gran parte de las instituciones", constatan. O, como apunta, Rabassó: “Si todos los datos estuvieran en abierto, las ayudas públicas serían reales e impactarían a quien lo necesita de verdad. No habría casos de políticos que cobran bonos eléctricos y térmicos para conseguir descuentos en la tarifa de la luz y con la calefacción”.
La economía sumergida supone casi el 20% del PIB español, según el Fondo Monetario Internacional (FMI)
“Para mí es más relevante que un diario pueda acceder de forma masiva a todos los datos y pueda realizar una explotación estadística. Por ejemplo, es vital conocer por qué las personas que tienen un nombre femenino o una raza en concreto pueden cobrar menos, que el salario del vecino que vive delante de mis padres” añade Peña-López. "Creo que son más eficaces las políticas orientadas a dar información a los medios de comunicación y a la oposición de un partido político, que el ciudadano de pie", continúa el experto.
“La transparencia siempre es positiva, a pesar de que en España aún vamos tarde y no nos hemos puesto en serio en el ámbito laboral, hasta el 2019” apunta Nieves Rabassó, presidenta de Comissió de Relacions Laborals i Gestió del Capital Humà del Col·legi d’Economistes de Catalunya. De hecho, es poco habitual conocer los salarios que se pagan a una empresa en concreto, aunque tienen la obligación de elaborar el registro retributivo desde el 8 de marzo de 2019, fecha de entrada en vigor del Real decreto ley 6/ 2019. Es decir, conocer la banda salarial que se paga por una posición concreta. "En la mayoría de anuncios de trabajo no se publica el salario y es grave".
Por tanto, más allá del hipotético caso de un “día de la envidia” en Cataluña, “dentro de una organización y empresa debería saberse lo que cobra cada trabajador que pertenece, para conocer su capital humano y conseguir los objetivos establecidos por la compañía” precisa Rabassó.
Los países nórdicos constituyen un buen modelo de transparencia a seguir, porque la sociedad está concienciada, junto con el riesgo reputacional que supone, por ejemplo, pagar menos a hombres y mujeres y que no se toleraría por la ciudadanía. Para Consuelo Chacartegui, vicedecana del Grado en Relaciones Laborales de la Universitat Pompeu Fabra, “un trabajo en condiciones de igualdad garantiza un mayor nivel de felicidad entre el personal que integra la plantilla y contribuye a más altos niveles de productividad”.
Finalmente, para los catalanes puede ser muy goloso saber lo que cobra el vecino, ya que la mayoría de la población puede tener prejuicios y, a menudo, no conocer el trasfondo de los datos abiertos. Sin embargo, los expertos consultados concluyen que debería pedirse que la política planifique y evalúe las políticas públicas y las preguntas que se efectúan con los datos abiertos, para saber a qué problema de verdad responde. Y, sobre todo, eludir el show con el "día de la envidia", para evitar que se convierta en el "porno financiero catalán" y, en cambio, dejara de servir para impactar con cambios reales.