Aprovechar la crisis del coronavirus para transformar el modelo del país de manera conjunta entre los agentes sociales y los actores políticos. Es el mensaje que ha lanzado el presidente de la patronal Cecot, Antoni Abad, durante la conferencia de la asamblea general de Sant Cugat Empresarial. "Esta excepcionalidad puede ser una oportunidad para abrir una nueva etapa. O cambiamos de país o cambiamos de país", ha enfatizado.
Y para hacerlo, ha insistido, hace falta que la clase política deje de mirar con desconfianza el mundo empresarial y entre en una nueva fase de colaboración. "La sociedad está dopada por el Estado, porque hace décadas que ha adoptado el paternalismo. Nos convienen ciudadanos autónomos, con criterio y muy formados y todos juntos nos tenemos que plantear como se puede reconducir", ha apuntado Antoni Abad.
En este sentido, ha señalado que el camino pasa por un pacto estructural de toda la sociedad para construir un país con valores, principios, eficiente y eficaz donde la autoridad sea compartida y la sociedad esté apoderada. Por eso, ha remarcado, hay que recuperar la confianza con los representantes políticos. Un "frente común" para superar este "reto colosal" que ha supuesto la pandemia del coronavirus.
Las dos pandemias de España
El presidente de la Cecot ha sido muy crítico con el modelo de país de España, que no es "homologable" a los países que mejor funcionan. Un modelo, lamenta, que en parte se basa en mirar con recelo en el mundo empresarial.
A esta realidad se le suman dos "pandemias sistémicas" que afectan el conjunto del Estado: la economía sumergida y el absentismo laboral. En cuanto a la economía sumergida, ha denunciado que es una cuarta parte del PIB y cree que es imprescindible que los agentes sociales planteen medidas para recortar esta cantidad. "Mientras tanto, nuestras empresas pagan el tipo al 25%, IBEX al margen. Dónde está la equidad y la justicia?", ha criticado.
En cuanto al absentismo laboral, ha asegurado que cuesta 90.000 millones de euros anuales y que es especialmente elevado en la administración pública. Sobre el funcionariado, también se ha preguntado por qué las administraciones no han aplicado ERTEs a aquellos trabajadores públicos que han dejado de trabajar durante la pandemia.
Participación y transparencia
El mensaje central de Abad ha girado alrededor de la necesidad que la clase política escuche a los agentes empresariales y de trabajadores y se siente con ellos a una mesa para dibujar el cambio de rumbo necesario. "Hay que dejar atrás la condición de tributarios (de vasallo que paga tributos) y sentirnos contribuídores (ciudadanos responsables con el bienestar general)".
En este sentido, ha criticado que se planteen subidas de impuestos a las personas físicas y a las empresas. Un incremento en un escenario en que la sociedad no ejerce un control y un seguimiento de cómo se administran los recursos. "No hay rendimiento de cuentas, ni transparencia y, todavía menos, participación nuestra", ha alertado.
"El momento y la oportunidad es ahora. Queremos pasar a la acción", ha finalizado el presidente de la patronal catalana.