El julio de 2012, en medio de una de las grandes crisis financieras, políticas y sociales que ha vivido la Europa moderna, se dijo una de las frases que definiría el continente durante varias generaciones. En el marco de la conferencia sobre inversiones de la agencia pública británica United Kingdom Trade and Investments, el entonces presidente del Banco Central Europeo dejó claro, con una naturalidad sorpresiva para la grave declaración: "El BCE está preparado para hacer lo que sea necesario para preservar el euro. Y, créanme, será suficiente". Si Mario Draghi no era ya una de las figuras más relevantes de la Unión Europea contemporánea, en aquel momento superó con creces ese estatus.
El ya conocido como whatever it takes moment, el germen de la política fiscal conservadora, la austeridad y la governanza económica europea de toda la década pasada, se recuerda con alto aprecio entre los miembros del Cercle d'Economia. El que fuera miembro del Consejo de Gobierno del BCE entre 2006 y 2012 José Manuel González-Páramo, que coincidió con Draghi durante los primeros meses de su mandato, no resta importancia a la "visión estratégica" del economista, sin la cual, opina, la Europa de principios de la década hubiera sido "Insostenible". Aquella declaración, asevera González-Páramo, "pasará a la historia cómo uno de los acontecimientos definitorios de la construcción europea".
González-Páramo: "El momento 'whatever it takes' pasará a la historia cómo uno de los acontecimientos definitorios de la construcción europea"
Bajo esta premisa ha recibido Draghi, precisamente, el primer Premio Cercle d'Economia a la Construcción Europea, como conclusión de las tres jornadas que el think tank ha pasado reunido en el hotel W. "Las cosas están volviendo a la normalidad, y estos días prueban – se felicita el presidente del Círculo, Javier Faus - que Barcelona ha recuperado su atractivo internacional". Faus ha dejado meridianament claro que el proyecto europeo es consustancial con el del Círculo de Economía. La institución es, en palabras de su presidente, "fuertemente europeísta y atlantista". "Algunas voces antieuropeas se han levantado a España – alerta Faus – y, a pesar de que son leves, nos tenemos que levantar contra ellas".
El empresario no ha ahorrado palabras al destacar el valor de Draghi entre "los que han contribuido a la construcción europea". Ha alertado, sin embargo, al Draghi primer ministro, y a su homólogo español Pedro Sánchez, de los peligros de fiarlo todo a Europa. Recuperando la cita del periodista conservador Indro Montanelli, Faus ha avisado los primeros ministros que "Italia, y hagamos esto extensivo a España y Catalunya, no puede esconder sus problemas detrás los brazos protectores de Europa".
Una nueva reconstrucción europea
Después de recibir el premio de las manos de Faus y Pedro Sánchez, Draghi ha dejado unos segundos para las emociones y los agradecimientos antes de desplegar la mirada a largo plazo que le había valorado González Páramo. "Estamos mejor, pero todavía no hemos acabado", augura un primer ministro italiano todavía precavido, pero optimista. Los crecimientos proyectados por la UE para las economías española e italiana – un 4,2 y un 5,9% respectivamente – se revisarán a la alza, opina, gracias al buen ritmo de vacunación. Y la escalada de la inmunidad europea tendría que ir acompañada, según Draghi, de una redistribución de las vacunas. "Que los países pobres no tengan vacunas no es solo éticamente injusto, sino también peligroso", lamenta Draghi, que reclama una estrategia sanitaria global.
Faus: "Algunas voces antieuropees se han levantado a España y, a pesar de que leves, nos tenemos que levantar contra ellas"
Ante las voces antieuropees que detectaba Faus, el romano levanta la bandera de la "unificación monetaria y fiscal". Los retos que esperan a la Unión, no solo en la salida de la pandemia sino en la construcción económica por la próxima generación, así lo piden. "La transición ecológica – aprecio Draghi – y la digital requerirán una masiva reordenación de puestos de trabajo»" El crecimiento y la recuperación, por este motivo, son claves, porque hay que llegar a estas transiciones en una buena situación. "Con mayores ratios de actividad podemos compensar la deuda que se ha generado durante la crisis", aprecio.
El otra salida de la crisis
El primer ministro ha aprovechado, también, para exponer su perspectiva sobre el trabajo europeo durante la pandemia, y las sustanciales diferencias filosóficas que han guiado y guiarán las instituciones mientras continúan navegando la crisis sociosanitaria. "Los reguladores europeos tendrían que estar orgullosos – afirma – por la rápida recuperación que han conseguido". Y se ha conseguido, destaca Draghi, gracias a la intervención pública y la coordinación entre los diversos niveles institucionales. "No recuerdo una respuesta fiscal de este tamaño desde la Segunda Guerra Mundial".
Draghi: "Europa combina de manera única justicia y prosperidad. Este es, y tiene que ser, nuestro orgullo"
Las nuevas políticas fiscales de la Unión se tienen que adaptar a la realidad financiera que ha dejado la crisis. Con una subida generalizada de la deuda pública y privado, destaca Draghi, "una política fiscal expansiva es necesaria", pero solo temporalmente. "Tenemos que asegurar los inversores que volveremos a políticas fiscales conservadoras cuando el crecimiento se sostenga a si mismo".
La eventual salida de la crisis, pero, tiene que ser "igualitaria y sostenible" a diferencia de la del 2008. "En el pasado reciente – critica Draghi – hemos olvidado la importancia de la cohesión social. No podemos dar por hecha la democracia". Las instituciones europeas tienen que acompañar los trabajadores con políticas de ocupación y apoyo a los colectivos con más dificultades para encontrar trabajos dignos y establos. En este sentido, el primer ministro reivindica una Europa "única" que "Combine justicia y prosperidad". "Este es, y tiene que ser, nuestro orgullo".