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E28: es hora de que las empresas garanticen la diversidad

La ley trans aprobada en febrero establece medidas para garantizar la diversidad en las empresas y combatir la exclusión de las personas LGBTI. Aunque todavía son pocas las empresas que han implementado las medidas

La Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y la garantía de los derechos LGBTI, fue aprobada el 23 de febrero | iStock
La Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y la garantía de los derechos LGBTI, fue aprobada el 23 de febrero | iStock
Barcelona
28 de Junio de 2023

El día del orgullo LGBTI llega inmerso en un contexto dulce y salado. Ha llegado el día del movimiento arcoíris con el ataque de la extrema derecha que ha sacudido Europa. Las italianas se han sumado a las leyes homofóbicas de los primeros ministros húngaro y polaco, Viktor Orban y Mateusz Morawiecki. El gobierno de Georgia Meloni acaba de aprobar los derechos de las familias homosexuales. En el estado español, el partido de ultraderecha Vox ha puesto como condición en las negociaciones que ha llevado a cabo con el PP medidas para reducir los derechos de las personas LGBTI. Amenazados, se produce un importante cambio que ha dejado un sabor dulce al 28 de junio de este año: la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y la garantía de los derechos LGBTI, aprobada por el Congreso de los Diputados el 23 de febrero, conocida como la ley trans.

Además de traer avances significativos en el campo de los derechos de las personas trans, la ley también incluye las obligaciones de las empresas para garantizar los derechos de las personas trans y LGBTI. Así, prevé medidas específicas para prevenir, corregir y eliminar todo tipo de discriminación en el ámbito público y privado. Asimismo, la ley contempla la participación de las personas LGBTI en todos los ámbitos de la vida social y la superación de los estereotipos que las impactan negativamente. La ley impone la necesidad de que las empresas de más de 50 trabajadores dispongan de medidas y recursos previstos para conseguir la igualdad real y efectiva de las personas LGBTI. La ley también destaca la necesidad de un protocolo de actuación para atender el acoso o la violencia contra las personas LGBTI. Las empresas cuentan con un año a partir de la aprobación de la ley para implementar los planes y protocolos establecidos por el reglamento.

Un importante paso adelante

La aprobación de la ley supuso un importante paso adelante para los integrantes del colectivo LGTBIQ+. Así opinan Alf Setiey Muñoz e Iren Ibisate Cuartero, miembros de la asociación Anitzak en Bilbao. Anitzak es un proyecto creado para conseguir la igualdad del colectivo LGTBIQ+, realizando durante todo el año campañas de formación, defensa y sensibilización. Tal y como explicaron Setiey e Ibisat, “la ley es un gran paso adelante, ya que supuso la puesta en marcha de planes para conseguir la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en las empresas de la época”. Hasta ahora, los integrantes de Anitzake señalan que la implementación de protocolos específicos para personas LGBTIQ+ fue voluntaria, y “en casi todos los casos esto generó lentitud, vulneración de derechos y falta de herramientas legales. Fue muy evidente, sobre todo en el acoso. de las personas trans o del tratamiento de sus datos personales”.

Setiey e Ibisat (Anitzak): “La ley es un gran paso adelante, ya que ha supuesto la puesta en marcha de planes para conseguir la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en las empresas actuales”

Setiey e Ibisat consideran la ley un hito en la lucha por la inclusión y la igualdad de derechos: “Es un gran paso adelante para la aceptación y protección de los derechos de las personas trans y, en general, del colectivo LGBTI”. Los integrantes de Anizka son conscientes de que la plena implementación de los planes y medidas contenidas en la ley llevará tiempo, pero tienen claro que “la propia aceptación de la ley sirve como recordatorio de que la igualdad y el respeto no son negociables, ya que no sujeta a la voluntad de cualquier empresa, organización o persona. Ahora la ley tiene una sólida base jurídica que establece, que obliga a las instituciones y a la sociedad en general a garantizar los derechos y la igualdad de oportunidades de todas las personas, independientemente de su género o elección sexual".

Grutze Mendizábal Mujika, consultor de Emun, está de acuerdo con la importancia de la ley. Emun trabaja en el ámbito del euskera y la innovación social, trabajando en los ámbitos de la igualdad de género y la diversidad, entre otros. Según Mendizábal, la ley trans representa un paso adelante “porque ha dado visibilidad a una realidad y ha traído la oportunidad de poner el tema sobre la mesa en las empresas”. En opinión del miembro de Emune, sin embargo, aún queda algo por hacer: "es necesario disponer de los recursos y herramientas que ayuden a dar el primer paso en cualquier tema social" y para ello, "dotar a la persona que será responsable del problema dentro de la empresa con el tiempo y las oportunidades necesarias para abordar el problema y tomar decisiones Si hay gente alrededor para ayudar, es mucho mejor".

La plena implementación de la ley aún tiene un largo camino por recorrer

Aunque la aprobación de la ley en sí es un hito, Alf Setiey e Iren Ibisat creen que aún queda un largo camino por recorrer antes de su implementación real: “Actualmente, casi ninguna empresa está dando pasos con los protocolos, principalmente porque la regulación necesaria no se ha llevado a cabo un desarrollo sobre qué empresas saber cómo hacerlo”. Tras la aprobación de la ley, el Ministerio de Igualdad tenía otras prioridades y no desarrolló la normativa. Unos meses después llegó la convocatoria de elecciones generales, lo que frenó el desarrollo. Desde su entrada en vigor, la ley dio a las empresas un plazo de un año para desarrollar sus planes. En cuanto al tiempo, Setiey e Ibisat creen que tomará entre 3 y 5 años aplicar la ley de manera efectiva.

Las empresas, en la actualidad, han dado una fría bienvenida a la ley. Así opinan los integrantes de Anitzake: “conocemos empresas que han comenzado a hablar de implementar la ley, pero como no se ha desarrollado el reglamento, es difícil que las empresas sepan lo que tienen que hacer. Es cierto que tienen expresado interés y que está en la agenda de algunas empresas, pero hasta que no se complete debidamente la norma y, hasta que no sepamos en detalle lo que hay que hacer, no se podrá poner en marcha".

El 68,2% de las personas trans declaran ser rechazadas en el ámbito laboral por su identidad de género

Mendizábal tiene una opinión similar. A su juicio, “la ley no ha tenido, de momento, una gran respuesta por parte de las empresas”, pero tiene claro que “las empresas con trayectoria en la gestión de los temas sociales en la empresa están dispuestas a hablar del tema. Por ejemplo, para las empresas que han seguido una trayectoria en la normalización del euskera y la igualdad de género, abordando la diversidad pueden plantearla más fácilmente, porque saben cuáles son las claves para trabajar en temas sociales”.

Exclusión en el mundo del trabajo

Dentro del colectivo LGBTI Trans es una de las situaciones más vulnerables. El mercado laboral también es un reflejo de ello. Según un estudio realizado por el Ministerio de Igualdad de España en 2022 sobre la inclusión de personas trans en el ámbito laboral y social, el 68,2% de las personas trans declaran ser rechazadas en el ámbito laboral por su identidad de género. El 23,2% durante el proceso de selección de trabajo y el 45% después de conseguir el trabajo. Solo el 35% de las personas encuestadas tenía un contrato ilimitado. La investigación deja claro que queda mucho por hacer para que el lugar de trabajo sea un entorno seguro: solo el 62 % ha revelado públicamente que es trans.