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El choque de una crisis importada con una estructura productiva 'low cost'

Una encuesta entre economistas demuestra la peor caída de la confianza empresarial de la historia, pero no las peores cifras

El choque de una crisis importada con una estructura productiva 'low coste'
El choque de una crisis importada con una estructura productiva 'low coste'
Barcelona
16 de Junio de 2020

Nunca una encuesta del Col·legi d'Economistes de Catalunya (CEC) había registrado una caída tan pronunciada en el índice de confianza empresarial. La crisis derivada de la pandemia de la covid-19nos cogió a todos por sorpresa y ha provocado, según el decano del CEC, Anton Gasol, un "choque muy fuerte con una caída muy desigual entre los diferentes sectores". Eso sí, con una gran diferencia de la crisis de 2007: "La recuperación será mucho más rápida". Pero, ¿cómo saldremos los diferentes países en todo el mundo?

Si bien es cierto que como recuerda Gasol durante una rueda de prensa telemática del CEC que "los Estados europeos, unos más que otros y de manera desigual, reciben transferencias directas del Banco Central Europeo (BCE) mediante la posibilidad que tiene de crear euros", también lo es que "si tienes que hacer frente al servicio de esta deuda, siempre que la economía crezca por encima del tipo de interés, nunca pondrás en peligro el poder pagar al servicio de la deuda".

El problema, sin embargo, es que la recaudación de impuestos para poder hacer frente a la deuda "tiene mucho que ver con la estructura del país" y, por lo tanto, "si tienes una economía centrada en el sector servicios, de bajos salarios y de poca aportación de valor y beneficios para el sector empresarial, es decir, una estructura productiva low cost, quiere decir que difícilmente podrás tener una estructura recaudatoria comparable con otros estados europeos centrados en el sector industrial".

La hora de la industria

Ahora bien, el Estado español tendrá que decidir si continúa apostando sólo por una economía de servicios o aprovecha la oportunidad para jugar la carta de encarar y trabajar para que esta conviva con una economía industrial. El V Foro Industria 4.0 ya ponía de manifiesto que este es el camino que tiene que seguir Catalunya para convertirse en líder en Europa en este terreno; la Cambra de Comerç de Barcelona ha sumado fuerzas con varias instituciones y empresas para crear "un tipo de vivero de empresas" y repensar la industria desde la sostenibilidad y la innovación y Foment del Treball ya puso en marcha Mesa de la Automoción de Catalunya para reforzar y potenciar la industria del automóvil.

Volvamos a los datos. Catalunya cerró 2019 con un gasto turístico total de 25.168 millones de euros, un 4,5% más que el año anterior. El 84,73% del gasto proviene del turismo extranjero, que gastó un total de 21.168,4 millones de euros, ante los 1.946,6 millones -un 7,73%- que gastaron los catalanes al territorio y los 1.894,7 -7,53%- los visitantes del resto del Estado. Las cifras demuestran que será prácticamente imposible recuperar el gasto turístico este 2020 y, por lo tanto, que, como dice Gasol, "el sector turístico no puede sacar la cabeza si no venden turistas extranjeros".

Gasol: "Tener una estructura productiva 'low cost' quiere decir que difícilmente podrás tener una estructura recaudatoria comparable con otros estados europeos centrados en el sector industrial"

De este modo, mientras los gobiernos se esfuerzan en recuperar el turismo extranjero y potenciar el local, también tendrían que tener en sus agendas "la reorientación hacia un nuevo sector industrial tecnológico e innovador de mucho más valor añadido" porque este es el momento para coger de la mano "la oportunidad o conveniencia de que haya una mayor distribución de los agentes económicos".

¿Confianza empresarial?

De momento, la confianza empresarial sufre la peor caída de su historia pasando de los 5,44 puntos de febrero para la economía catalana a 3,62 y de los 5,21 puntos para la española a los 3,33. Estas, sin embargo, no son las peores cifras de la historia de la encuesta del CEC sobre el Índice de Confianza Empresarial, que registró su peor valoración el junio de 2013, cuando tocó mínimos con 2,83 puntos en el momento más bajo de la segunda recesión dentro del periodo de crisis que empezó en 2008.

El degà del Col·legi d'Economistes de Catalunya, Anton Gasol

El decano del Col·legi d'Economistes de Catalunya, Anton Gasol

De hecho, la bajada de la confianza ya va en linea con el hecho de que el 95,5% de los economistas considera que la economía catalana está peor que hace un año fruto del impacto de la covid-19, mientras que la previsión de más de las dos terceras partes (67,7%) de los economistas es que la economía catalana en este segundo trimestre de 2020 continuará tendiendo a empeorar.

A esto se suma que un 44,4% de los economistas cree que el PIB catalán registrará una caída interanual de al menos un 10% este 2020 debido a la crisis del coronavirus, más de un punto por sobre las últimas previsiones realizadas por la Generalitat. Pero las perspectivas de futuro no son tan negros como por ejemplo y, como recuerda el responsable técnico del estudio, Xavier Segura, "estamos ante una crisis donde las expectativas son más favorables que el anterior; sabemos que será una crisis más corta y las previsiones indican que en 2021 volverá el crecimiento".

Movilidad sostenible contra la aparición de nuevos virus

Un crecimiento que será más visible con la combinación de la economía made in Spain basada en los servicios y una economía industrial potente que se centre, sobre todo, en la movilidad sostenible y los nuevos modelos de futuro. Esto es importante no sólo para continuar siendo competitivos a nivel mundial, sino también porque, señala Gasol, "la disminución de la biodiversidad favorece de manera muy profunda la aparición de nuevos virus" y precisamente este sería uno de los objetivos de una movilidad basada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Segura: "Tenemos una nueva oportunidad de que el proceso de reconstrucción entre en unos ejes que sean la mejora de la productividad de nuestra economía"

"Nissan ha marchado porque habíamos dejado atrás los nuevos tiempos, la tecnología...". Gasol tiene claros los motivos de la automovilística y, como otros muchos agentes sociales y económicos, hace un llamamiento a "repensar y poner en valor" la movilidad sostenible y aprovechar que el confinamiento nos ha dejado un "máster acelerado de como continuar haciendo cosas sin movilidad".

Es evidente que la covid-19 "ha atacado al eje neurálgico para que haya turismo y ha sido una bofetada enorme a la movilidad", como dice Gasol, pero también lo es que todo esto abre nuevas puertas y, como apunta Segura, "tenemos una nueva oportunidad de que el proceso de reconstrucción entre en unos ejes que sean la mejora de la productividad de nuestra economía".