Puede parecer una paradoja, pero muchos expertos aseguran que el factor humano será cada vez más imprescindible en un entorno que se digitaliza por momentos. Lo piensa Genís Roca, especialista en empresa, cultura y sociedad digital, y también Xavier Marcet, profesor de la UPF Barcelona School of Management. El primero habla del papel de los equipos en la transformación cultural de las empresas hacia un entorno digital, mientras que el segundo ve la empatía como elemento básico. Han expuesto sus ideas en una jornada organizada por la Fundació Factor Humà que dirige Anna Fornés titulada La e(k)onomia en el paradigma digital i conducida por el director de VIA Empresa, Víctor Costa. Otro enfoque sobre este factor humano lo han dado responsables de tres empresas relevantes: Everis, MC Mutual y Saba Infraestructures, que han aportado una mirada de la importancia y la gestión de equipos durante la pandemia.
La receta de una economía y unas empresas sanas en el entorno digital sale de mezclar los ingredientes que proponen Roca y Marcet, los dos colaboradores de VIAEmpresa: siete Ks y un punto de sobredosis de tecnología. Empezamos por el principio. ¿Cómo se pueden adaptar las empresas al paradigma digital? "Krece, korre, kambia, kolabora, pero también ten étika, genera konfianza y crea una marka". Son los consejos que da Genís Roca -todos escritos con K para adaptarlos a esta ekonomia-. Se trata de una economía que, precisamente después de la pandemia, crece en forma de K, es decir, que mientras unos sectores se rehacen rápidamente, las empresas de otros ámbitos siguen con dificultades para salir adelante.
Las primeras serán las que se adapten bien al paradigma digital. "Hay tres maneras de krecer para las empresas: comprar otras organizaciones, el crecimiento orgánico y la colaboración", ha indicado durante su intervención. ¿Por qué es necesario? "Tenemos un país de pequeña empresa con un tamaño que no permite competir en un mercado digital; se tiene que crecer", ha detallado. A sabiendas de cuáles son las siete Ks, está claro que Roca defiende la colaboración para crecer. Pero no una colaboración que suponga combinar la fuerza de varias empresas, sino una que represente romper las fronteras de las disciplinas y las diferencias culturales: "Tenemos que ser más multidisciplinarios y multiculturales".
Genís Roca: "Tenemos un país de pequeña empresa con un tamaño que no permite competir en un mercado digital; se tiene que crecer"
Tercera K: korrer. No es lo mismo que correr en el sentido que implantó la revolución industrial. "Somos la sociedad que hace la transición: nos educaron en la revolución industrial, de una manera que hasta ahora funcionaba, pero tenemos que hacer una cosa que todavía no ha empezado a funcionar, tenemos muchas dudas", ha explicado Roca. Ahora, no se debe tener en cuenta el time to market (tiempo que tarda una empresa en lanzar un producto o servicio al mercado) en el sentido tradicional, sino que se tiene que incluir unas condiciones sólidas y fiables. Aquí entra en juego el kambio. En este sentido, defiende unas mejoras de doble dígito: "La mejora continua quiere decir que las empresas se confirman con mejoras de un 2% o 3%, pero necesitamos cambios de entre un 20% y un 30%".
Los cambios son constantes y van encaminados a conseguir servicios masivamente personalizados en todos los sectores. Para alcanzarlo, es necesario contar con datos a tiempo real e inteligencia para analizarlos. Todo esto se tiene que hacer con étika -la quinta K- y por medio de generar un vínculo de konfianza -la sexta- con el cliente. Esto es muy complicado si no se crea marka, un valor que supera a la idea de la organización. Con esto, ya tenemos las siete Ks de la primera parte de la receta, que Genís Roca ha puntualizado que no se consigue solo con tecnología, sino con este factor humano que ha servido de hilo conductor de la jornada.
Xavier Marcet augura organizaciones "más flexibles, que pendulen entre una presencialidad absoluta y un trabajo en remoto como nueva religión"
Si Roca habla de generar confianza con el cliente, Marcet cree que las empresas tienen que tener empatía para entender cuáles son sus problemas y cómo se pueden solucionar. "Las preguntas clave seguirán siendo las mismas, pero tendremos que hacer un esfuerzo de empatía con un punto de sobredosis de tecnología", ha indicado el presidente de la consultoría de innovación Lead to Change. Augura unas organizaciones "más flexibles, que pendulen entre una presencialidad absoluta y un trabajo en remoto como nueva religión".
El factor humano de la pandemia
La gestión de las personas en las empresas ha sido uno de los puntos clave desde que estalló la pandemia el marzo pasado. Algunas empresas hicieron un esfuerzo extra para garantizar la seguridad de las plantillas y la capacidad de trabajo a distancia, pero también a otros niveles. "Nos centramos en las necesidades emocionales -teníamos a gente de luto, gente que perdía pacientes-, y también en las formativas", ha indicado Olga Rodríguez, adjunta a la dirección de personas de MC Mutual. En Everis, según ha explicado Silvia Sousa, socia de estrategia digital y tecnología, iniciaron el plan smart working (trabajo inteligente) adaptado a cada trabajador en función de sus condiciones de trabajo en casa y la situación personal. También se creó el comité de protección de talento, para "conectar a todas las personas de diferentes ámbitos de la casa, para trabajar con un único objetivo".
En cuanto a Saba Infraestructures, Clara Alonso, directora de personas y organización de la compañía, ha explicado que su plan de acción a nivel global elaborado justo después del inicio de la pandemia incluía cuatro fases: "Reacción, resiliencia, recuperación y nueva realidad". En la empresa lo ven como una crisistunidad (un término que se han inventado y surge de combinar las palabras crisis y oportunidad). Al fin y al cabo, ha indicado Alonso, "necesitamos una cultura más humana en las empresas, contar con las personas para sobrevivir".