La economía española cerró el primer trimestre del año con un crecimiento del 0,6% frente al balance anterior. Éste es uno de los principales datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, organismo que ha realizado una previsión al alza de las cifras del Producto Interior Bruto. La razón principal del nuevo escenario es, principalmente, el aumento de las inversiones y exportaciones.
Pese a la alta inflación y los efectos derivados de la guerra en Ucrania, el ministerio de Asuntos Económicos asegura que, entre enero y marzo, la economía ha recuperado los niveles previos a la pandemia. La demanda interna contribuyó en 1,4 puntos al crecimiento del PIB del primer trimestre, tres décimas más que en los últimos meses de 2022; mientras que la demanda externa aportó 2,8 puntos, nueve décimas más.
En concreto, las exportaciones aumentaron un 5,7% intertrimestral. La cifra contrasta con los datos del último trimestre de 2022, cuando las ventas en el exterior cayeron un 1%. Respecto a un año subieron un 10,2%. A su vez, la inversión aumentó un 1,1% respecto a los últimos tres meses del año pasado. De nuevo, la cifra contrasta con las cifras negativas de los dos trimestres anteriores (-0,7% en el tercer trimestre de 2022 y -1,1% en el cuarto trimestre).