Antes de empezar en 2023 había una parte importante de la población muy preocupada por el riesgo de recesión. Aunque había motivos para pensarlo, como las malas perspectivas de la guerra de Ucrania, las tensiones inflacionistas y las previsiones de alzas de tipos de interés, entre otros temas, la mayoría de institutos de análisis preveían que 2023 no sería un mal año, en términos económicos. Ahora que estamos entrando en la segunda mitad del año, las previsiones más optimistas se están confirmando e incluso mejoran. La Cámara de Comercio de Barcelona, por ejemplo, ha subido la previsión de crecimiento económico de 2023 hasta el 2,2% (la última previsión de hace unos meses preveía un crecimiento de sólo un 1,8%).
¿Cuáles son los factores que explican ese crecimiento? En el ámbito macroeconómico, estamos comprobando que se están frenando las subidas de los tipos de interés, puesto que la inflación se está moderando. Y uno de los principales motores de la economía catalana, que es el sector exterior (exportación, turismo e inversión extranjera), está creciendo con fuerza. Un rasgo muy positivo es que llevan ya más de un año con un crecimiento de las exportaciones superior al crecimiento de las importaciones. Para dar un dato, en los últimos dos años han subido un 20% las empresas catalanas que exportan más de 5 millones de euros al año, siendo ya 1.911 empresas. En total, existen 14.024 empresas que exportan más de 50.000 euros al año. La demanda interior también crece y todo esto hace que estén creciendo la creación de empresas y la actividad de sectores claves como la industria, el comercio, la construcción y los servicios. Una muestra de las buenas perspectivas la tenemos en un indicador que anticipa lo que puede ocurrir, es el de las ventas de vehículos industriales que han crecido un 40% en los últimos doce meses. Si las empresas compran más vehículos industriales es porque prevén que la actividad va a crecer y tendrán que hacer más transporte. El crecimiento, sin embargo, tiene algún punto débil, sobre todo en la agricultura, ya que la sequía le está afectando mucho.
En los últimos dos años han subido un 20% las empresas catalanas que exportan más de 5 millones de euros el año, y ya son 1.911 empresas
De cara al otoño deberemos seguir de cerca los factores que podrían perjudicar a la economía y que son, sobre todo, los riesgos geopolíticos con la guerra de Ucrania al frente por ahora. También habrá que vigilar la evolución de los precios de la energía, ya que si vuelven a subir perjudicarían la moderación de la inflación y, por tanto, volverían a promover incrementos en los tipos de interés y esto frenaría la economía. No perdamos de vista que las tasas de inflación vividas en 2021 y 2022 han sido las más altas desde hace décadas. Ahora es muy importante que la inflación siga aterrizando hasta situarse algo por debajo del 2%. Si se logra todo irá mucho mejor.
Una de las paradojas de estos años es que las empresas están creando empleo pero con dificultades para crear empleo de calidad. Muchas empresas se quejan de que no encuentran personas con perfiles adecuados para los puestos de trabajo que desean cubrir. Por tanto, tenemos un problema que debe resolverse con la educación, especialmente en la educación universitaria y la formación profesional. Al mismo tiempo, muchas personas bien formadas se marchan al extranjero buscando mejores salarios. La solución, como se ha dicho muchas veces, es invertir más y mejor en innovación para que las empresas generen más valor añadido y, por tanto, puedan pagar mejores salarios. Hay evidencias de que esto es así en una parte del tejido empresarial, ya que con datos de la Cámara de Comercio de Barcelona, el 75% del empleo que se está creando actualmente es en sectores de alto valor añadido: TIC, sanidad y actividades profesionales y artísticas, entre otros.
El 75% de la ocupación que se está creando actualmente es en sectores de alto valor añadido: TIC, sanidad y actividades profesionales y artísticas
En resumen, para lo que queda de 2023 podemos esperar una buena evolución, si la geopolítica y la inflación no se tuercen; y si los temas medioambientales y la sequía no se agravan más. Continuaremos mejorando la actividad económica y reduciendo el paro. En lo que si tendremos que mejorar mucho es en innovación, formación y medio ambiente para generar más riqueza, más sostenibilidad y un empleo de mayor calidad.