Nos ha tocado vivir en un mundo global, para lo bueno y para lo malo. Un mundo global interrelacionado, y lo que ocurre en otra parte del mundo (o no tan lejos) nos afecta. Incluso las consecuencias y los daños colaterales pueden ser más devastadores que el conflicto que los originó.
La crisis en Ucrania es tan grave por la propia crisis en sí (no hay nada más devastador que una amenaza de conflicto bélico primero, y la constatación con una guerra después), tanto como por sus consecuencias sociales y económicas. Y esta vez sí es grave, esta vez sí puede afectar a Europa (a nuestra Europa) de una forma directa, siendo determinante para su propia subsistencia energética.
Esta vez la crisis sí puede afectar a Europa (a nuestra Europa) de una forma directa, siendo determinante para su propia subsistencia energética
Pregúntense en primer lugar, ¿cómo es de importante el gas para ustedes? En su vida diaria, en su hogar, en su normal funcionamiento familiar.
Ahora pregúntense ¿Cómo es de importante el gas para el tejido productivo e industrial? Seguro que les suenan los nombres de Enagás (España), Fluxys (Bélgica) o GRTgaz (Francia), empresas que cuentan con las mayores infraestructuras en Europa para el transporte y servicio de gas.
Estaremos de acuerdo en que el gas supone un perjuicio medioambiental y debe realizarse una transformación energética hacía alternativas más sostenibles. Pero lo cierto es que hoy sigue siendo necesario y es un elemento esencial para familias e industrias.
La crisis entre Rusia y Ucrania (sin minimizar lo atroz de un conflicto bélico para las personas) parece una cortina de humo del verdadero conflicto Occidente contra Rusia y sus aliados de Oriente que van apareciendo en escena.
Si intentamos profundizar, empezamos a observar los intereses contrapuestos y la necesidad del control energético como eje vertebrador del conflicto. Para no extendernos más de lo debido, significar que existe actualmente un gaseoducto Nord Stream 2 que atraviesa literalmente el mar Báltico y conecta Rusia con la UE. Este gaseoducto es la respuesta a la baja producción en Europa y cubre una necesidad que sigue en aumento, como es la demanda de gas.
Este gaseoducto, desde su construcción, fue catalogado como un “error que debilitaba la seguridad energética Europea” por Estados Unidos, que impuso sanciones a las empresas participantes en la construcción y advirtió de que el poder que ejercería Rusia a nivel energético podía terminar con la ruptura y división de Europa. Aunque un posterior acuerdo entre Alemania y Estados Unidos sirvió para coser las heridas, lo cierto es que el movimiento posterior de Rusia respecto a Ucrania estaba casi anunciado, como represalia a este y otros tratados entre los gobiernos de occidente.
La crisis entre Rusia y Ucrania parece una cortina de humo del verdadero conflicto Occidente contra Rusia y sus aliados de Oriente que van apareciendo en escena
Pero, ¿la dependencia del gas ruso para Europa es tan importante? Es incluso más de lo que puedan imaginar. Europa importa de Rusia cerca de un 40% del gas que consume, y para Rusia Europa es su principal cliente, con un 85% de lo que exporta. Entonces, podríamos llegar a una conclusión empresarial y financiera rápida: intereses cruzados, imposible conflicto. Error, siempre es más necesaria la energía que el cliente. O lo que es lo mismo, yo puedo dejar de proveer del servicio un tiempo, con la certeza de que necesitas mi producto (es casi un monopolio y para Europa es subsistencia a fecha de hoy). Por tanto, si Rusia cierra el grifo, pierde al cliente durante un tiempo, y eso le permite tener a su favor el poder del tiempo y la necesidad del cliente: subir precios, mejorar tratados, evitar sanciones en caso de alguna invasión, etc.
Europa es dependiente de gas, cada día más. Y aunque diversifique a sus proveedores, como puede ser Argelia, mantiene hoy una clara dependencia de Rusia en la provisión de gas.
Y como en el denominado efecto mariposa, en el que una acción determinada puede provocar una serie de situaciones o acciones sucesivas que no parecen corresponderse con la situación que lo empezó, no se engañen, el conflicto en Ucrania va a determinar de forma directa nuestras vidas, en lo social y en lo económico, a corto y medio plazo.