Cada catalán genera, anualmente, una media de 20 kilogramos de residuos textiles. Este dato aterrador proviene del consumo por persona de entre 21,5 y 26 kilogramos, de los que tan solo se recogen selectivamente el 12% de los residuos. De esta forma, anualmente, más de 147.000 toneladas se incineran o se tiran a un vertedero. Además, después de la alimentación, la vivienda y el transporte, el consumo global de productos textiles es el cuarto demandante más grande de materias primeras y agua y el quinto emisor de gases con efecto de invernadero (GEH). En este contexto, la Generalitat ha impulsado el Pacto por la Moda Circular en Catalunya, que se ha empezado a desplegar este año. Paralelamente, algunas empresas están apostando por prácticas basadas en la reducción de residuos y el fomento de la reutilización y el reciclaje.
Para revertir esta situación, los agentes impulsores del pacto han establecido como objetivos generales una reducción significativa de la generación de residuos textiles y el incremento del porcentaje de recogida selectiva y de valorización de estos residuos, tanto de preparación para la reutilización como el reciclaje. También han definido propósitos específicos para los diferentes segmentos de la cadena de valor del textil. En el ámbito de la fabricación quieren incrementar la durabilidad de los productos y el porcentaje de material reciclado incorporado a nuevos productos, reducir y eliminar el uso de materiales nocivos, aumentar la reutilización con la implantación de nuevos modelo de negocio y desplegar estrategias de producción más limpia y eficientes.
Barnadas: "Es el momento de afrontar el reto de transformar lo que hasta ahora se consideraban residuos en materiales que se puedan volver a incorporar a la cadena de valor"
En relación con el Pacto por la Moda Circular, la secretaría de Acción Climática del Govern, Anna Barnadas, destaca que "estamos ante el pistoletazo de salida que reafirma nuestro compromiso por la circularidad, ya que es el momento de afrontar el reto de transformar lo que hasta ahora se consideraban residuos en materiales que se puedan volver a incorporar en la cadena de valor". Esta iniciativa pionera sobre economía circular ha sido considerada como acción piloto por parte de la Comisión Europea en el marco del Proyecto Interreg CircE, que valoró su carácter innovador y su extensión a otros territorios.
Una nueva forma de compra
Guiada por su espíritu sostenible, la boutique Abitare Kids, la tienda más grande de Europa para bebés y niños, ofrece a sus clientes una nueva forma de compra. Al adquirir una cuna de fresno macizo, se ofrece la posibilidad de devolverlo después de su uso (máximo tres años) para ser reciclado. Una vez devuelto, el comprador recibe un cheque de 500 euros para utilizar en su próxima compra de la marca.
El establecimiento, ubicado a un local centenario del Eixample barcelonés en la calle Roger de Llúria, ofrece en la planta superior un showroom con marcas mundiales de diseño. En la inferior, se pueden adquirir una cuidadosa variedad de artículos de puericultura, mobiliario, productos para la infancia, decoración y juguetes, donde comercializa hasta 15.000 productos. La inversión en la nueva tienda ha sido de 2,1 millones de euros y ha generado 18 puestos de trabajo. La marca Abitare Kids es propiedad de Hakids, que controla un 70% de la sociedad, y el resto de la familia Barruguet, fundadora de la compañía.
Se trata de favorecer la transformación urgente y necesaria del textil catalán de forma voluntaria, compartida y colaborativa
Cerrar el año con unas ventas de 30 millones de euros. Este es el objetivo de la empresa barcelonesa de calzado y ropa Alohas, creada en 2015 por el joven Alejandro Porras, nacido en Begues (Baix Llobregat). Los orígenes de Alohas se remontan a hace siete años en Hawai. La empresa, que opera a través de un modelo de negocio de producción bajo demanda, fue fundada con una inversión inicial de 30.000 euros. Un año después de iniciar su actividad, Alohas se trasladó a Barcelona. Actualmente, la compañía de calzado cuenta con un equipo formado por 75 personas, de las que el 80% trabaja en remoto. Desde su fundación, la empresa ha ido creciendo de manera orgánica y Alejandro Porras dispone del 100% de su capital.
La producción bajo demanda
La producción bajo demanda ha sido uno de los factores diferenciales de la empresa. "La moda tiene muchos problemas a solucionar; las marcas no saben lo que quiere la gente y esto genera sobreproducción", señala Porras. Alohas cerró 2020 con unas ventas de 5,9 millones de euros y en 2021 triplicó su facturación hasta 17,9 millones de euros. Ahora, los planes de la empresa implican duplicar su cifra de negocio, secundándose en la diversificación de su oferta, partiendo de su producto principal que es el calzado.
Desde su fundación, la e-commerce ha sido el punto fuerte de Alohas, que genera un 75% de su cifra de negocio a través de su página web. El 95% de las ventas de Alohas proceden del mercado internacional.
En un momento en que se están definiendo medidas decisivas para frenar el impacto de la crisis climática y avanzar en la economía circular, los casos de estas dos empresas son ejemplos del compromiso público, a través del Pacto por la Moda Circular, y privado para favorecer la transformación urgente y necesaria del textil catalán de forma voluntaria, compartida y colaborativa, estableciendo objetivos comunes y generando instrumentos que hagan posible este cambio.