Si eres hombre y conduces una motocicleta por una carretera convencional una tarde de fin de semana por la demarcación de Girona o Lleida ten cuidado: tienes más probabilidades de tener un accidente de tráfico. A pesar de que el porcentaje de accidentes en la carretera se reduce año tras año, hay unos cuantos elementos que se mantienen fijos en las estadísticas de accidentalidad, y las motocicletas, las carreteras convencionales, las tardes y los hombres (que representan el 86% de las víctimas mortales por accidente de tráfico) son algunos de estos factores. Así lo han constatado algunos de los principales organismos de tráfico de Catalunya en la vigésima edición del estudio de evaluación de carreteras EuroRAP, presentado por el RACC con la colaboración del Servei Català de Trànsit, la Diputació de Barcelona y la Generalitat.
Veinte años aportan una visión de larga duración y, por eso, el estudio de este año es "la historia de un éxito", como muchos han catalogado. "Aunque este éxito es incompleto", ha matizado Xavier Flores, director general de Infraestructures de Mobilitat de la Generalitat. En los últimos 20 años el riesgo en las carreteras catalanas se ha reducido un 73,2% y los accidentes con muertos y heridos graves han pasado de 2.155 a 599, es decir, se han disminuido un 72%. Una evolución muy positiva, pero que todavía se encuentra lejos del horizonte de la cifra 0, objetivo marcado por el RACC.
Como si se tratara del día de la marmota, las motocicletas han vuelto a protagonizar el estudio EuroRAP, y no es para menos: los motoristas están implicados en el 44% de los accidentes de tráfico con víctimas mortales y heridos graves que se producen en las carreteras de Catalunya, un porcentaje muy elevado si se tiene en cuenta que estos vehículos sólo representan el 2,4% de la movilidad. "Los motoristas se han mantenido en las estadísticas de manera terca y lo que preocupa es que los niveles actuales son superiores a los del 2010", ha explicado Ramon Lamiel, director del Servei Català de Trànsit.
Los organismos de tráfico estudian preservar algunas vías exclusivamente para motoristas
Pero, ¿qué se está proponiendo para reducir la peligrosidad de las motocicletas? El Servei Català del Trànsit indica tres principales líneas: más información y formación, ampliar los elementos de protección para el motorista, e insistir y dinamizar el control de las conductas inadecuadas; una receta que implica colaboración entre la sociedad civil y los organismos competentes.
Pero hay una iniciativa que todavía está "en fase de discusión", admite Lamiel. Es la de preservar algunas vías exclusivamente para los motoristas. Esta medida se está estudiando para aquellas vías de Barcelona con mayor siniestralidad de estos vehículos.
Las carreteras, a examen
El estudio EuroRAP ha analizado 6.737 kilómetros de la red viaria de Catalunya y ha concluido que un 29% de esta red tiene un riesgo alto o muy alto de accidentalidad. En el reparto de este riesgo por demarcaciones destacan Lleida y Girona, con porcentajes más altos de kilómetros con riesgo. Pero más allá del territorio en el que estén ubicadas estas carreteras, el informe concluye que es el tipo de vía el que marca de forma drástica el riesgo de accidentalidad. Según Cristian Verdee, director del área de Movilidad del RACC, "este riesgo está muy descompensado: hay muchas más probabilidades de tener un accidente en una carretera convencional (con un solo carril por sentido) que en autovías o autopistas".
La Arrabassada vuelve a liderar la black list de los tramos con más riesgo de accidente de Catalunya
Haciendo un ranking de carreteras, la Arrabassada vuelve a liderar la black list y se sitúa como el tramo con más riesgo de accidente de Catalunya, con una media de 4 accidentes con muertos o heridos graves anuales en el último trienio. Flores se ha mostrado satisfecho porque "en todas las carreteras que salen en el ranking tenemos una actuación en marcha para reducir la peligrosidad".
Pero en esta evaluación también hay una white list, encabezada por el tramo de la AP-7 entre Figueres y Girona, el tramo con menos riesgo de toda Catalunya. No ha registrado ningún accidente mortal o grave durante este periodo, pese a su intensidad (más de 32.000 vehículos diarios).
Los nuevos retos del tráfico: la liberación de los peajes y los efectos de la pandemia
Estudios como el de EuroRAP "sirven para orientar la política de gestión del tráfico y de la seguridad viaria", explica Lamiel. Y, si bien es cierto que las motocicletas continuarán en el punto de mira de estas políticas, hay otros factores muy recientes que han provocado cambios en la movilidad y que se han convertido en los nuevos retos del tráfico: por un lado, el efecto de la liberación de los peajes y, por el otro, los efectos de las restricciones en la movilidad provocadas por la pandemia.
Según Lamiel, "la pandemia ha provocado un efecto de descompresión en la carretera". De hecho, ha ayudado a reducir notablemente los porcentajes de accidentalidad. Según datos del estudio, en el trienio 2018-2020 los accidentes graves y mortales se han disminuido un 10,6%, en parte, debido a la pandemia. Pero el reto no es éste, sino que nos lo encontraremos más adelante: "cuando pasamos de la descompresión a la posterior compresión".