06
de Julio
de
2015
Act.
06
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2015
Hay cosas que se dan tanto por asentadas que parecen incuestionables. De esta lista ya nopuede formar parte la Europa de la moneda única. El resultado del referéndum celebrado este domingo en Grecia ha permitido que por primera vez uno de los miembros de la zona euro se rebele seriamente contra su funcionamiento, su estructura y, sobre todo, sus dirigentes. Otro tema, pero, es como esta enmienda a la totalidad que Grecia ha lanzado sobre las reglas de la moneda única acaba afectando el futuro inmediato de la ciudadanía. De momento, este mismo lunes el gobierno de Alexis Tsipras ya ha admitido que prevé mantener cerrados los bancos hasta viernes o el próximo lunes emitiendo un nuevo decreto, un golpe haya expirado el actual.
Joan B. Casas, decano del Colegio de Economistas de Cataluña, asegura a VIAempresa que "en estos momentos hay más incógnitas que certezas, cosa que no es buena". El resultado del referéndum, "previsible" según Casas, "produce un choque de legitimidades importante entre la griega y la europea".
Objetivo: salvar el euro
"Aquí en definitiva estamos hablando de salvar el euro, y seguramente esto obligará a llegar a algún tipo de acuerdo", pronostica el decano de los economistas catalanes. "Tiempo atrás decía que era imposible que Grecia saliera del euro, y ahora no me atrevo a ser tan contundente", asegura. Sea como fuere, tiene claro que todas las partes están interesadas a mantener Grecia dentro de la moneda común. Si no fuera así, "la moneda griega aparecería muy devaluada e ir a obtener dinero a los mercados sería muy complicado, con una prima de riesgo sería elevadísima", indica. Según Casas, salir del euro no permitiría a los griegos "salir del agujero actual, sino que vivirían una situación muy dura una temporada todavía más larga".
Del mismo modo, para el resto de países de la zona euro perder por el camino en Grecia sería un golpe mucho llevar en la credibilidad de la moneda. "Haría falta un adelanto hacia la integración fiscal y financiera para evitar un efecto contagio y compensarlo", aventura Casas. Algo que, aún así, tampoco sería inmediato. Por lo tanto, tiene claro que "no interesa a nadie que Grecia salga del euro, sería entrar en una situación todavía más dura que el actual".
La solución: remar plegados
Alexis Tsipras exigía una "solución justa y sostenible" después de que lo 'No' se impusiera al referéndum de domingo. Por Joan B. Casas es difícil que esta pase por finiquito de la deuda, "esto ya se hizo", recuerda. En este caso prevé que "hará falta sobre todo hablar de plazos y que los procesos de reajuste de la economía y reducción del déficit público sean más lentos". Ahora bien, advierte que aparte de esto "Grecia también tendría que aportar algo. Necesita implantar un sistema fiscal más equiparable al resto de Europa, así como redimensionar y mejorar la eficacia del sector público". Si las contrapartidas que ofrece Grecia porque Europa llegue a un acuerdo no son creíbles e importantes, avisa, el país "se encontrará en un callejón sin salida bastante grave".
De hecho, la situación actual de 'corralito' ya implica una gravedad que tiene difícil solución a corto plazo. "La única opción es que el Banco Central Europeo (BCE) suministre liquidez, pero ahora vive una situación de incertidumbre y no hará una política aislada que no esté coordinada con el resto de países de la zona euro", dice Casas. Este tipo de decisiones "no se toman en 24 horas, y mientras se mantenga la incertidumbre lo más fácil es que el 'corralito' se mantenga", pronostica.
Gestionar el incumplimiento
Otra de las consecuencias de la negativa griega a las demandas de la Troika esc olmo gestionar un más que probable incumplimiento del pago griego ante el resto de socios europeos. "Cómo verían los países ya rescatados que se le permitiera en Grecia no atender las condiciones impuestas?", se pregunta Juan Ignacio Sanz, profesor de Banca y Valores de Mercado de Esade. Aún así, apunta que el problema real no es si pagan ahora o no, sino que "Grecia no tiene capacidad de generación de recursos". En resumidas cuentas, profundiza, "la economía griega se ha reducido un 25% y necesita algo más que chapa y pintura, precisa fuertes reformas estructurales y un sistema impositivo moderno".
En este sentido, Joan B. Casas cree que "asistiremos a una teatralització de la negociación que no la hará fácil". La victoria a las urnas de la opción defendida por el gobierno de Alexis Tsipras "fortalece su posición, pero también limita mucho el margen de maniobra del resto de Europa porque es un precedente muy peligroso", advierte Casas.
Y es que habrá que ver qué pueden pensar los países que han acotat la cabeza ante las instituciones europeas si Grecia es capaz de ganar su polos particular. "Es una cuestión que gravitará permanentemente sobre la negociación. No es sólo Grecia quién tiene problemas de sobre endeudamiento", avisa Casas. Es muy sabido que otros países como Portugal, España o Italia tambiénsufren los males. Por el decano de los economistas catalanes, "si hay una negociación que viene muy condicionada por este referéndum, esto puede contaminar el resto y será uno de los elementos que evitará de entrada una solución rápida".
La lógica de la dimisión de Varoufakis
Después de la contundente victoria del 'No' en el referéndum griego, este lunes la sorpresa ha sido la dimisión del ministro de finanzas, Yanis Varoufakis, que la ha justificado como un favor a la continuidad de las negociaciones por el rechazo personal que causa dentro del Eurogrup. A pesar de que pueda sobtar la dimisión después de la victoria a las urnas, por el profesor Juan Ignacio Sanz, "era lógico que Varoufakis dimitiera".
El experto aclara que era la opción más lógica después de tanto "de tira y afloja" entre el dirigente griego y el resto de mandatarios económicos europeos. "Nunca ha sido fuera de control, sino que ha sido un provocador. Ahora toca el relevo y una nueva etapa", añade.
Por Joan B. Casas, la dimisión de Varoufakis "quizás puede facilitar la negociación porque era una persona que no había entrado con buen pie al Eurogrup". Percibido por buena parte de sus miembros como alguien con una "actitud poco flexible o un poco altiva, su dimisión puede ser un gesto para facilitar la negociación cambiante la persona quehabía liderado la parte más dura". Por el decano de los economistas catalanes, "posiblemente sea una condición necesaria pero no suficiente para el acuerdo".
Un error de base
Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica IQS de la Universitat Ramon Llull, analiza también la situación griega este lunes a su bloque La Carta de la Bolsa. Por este economista los males vienen de lejos, concretamente del planteamiento de la moneda única. "A los PIGS los metieron al euro, noentraron. Los precios subieron como la espuma por la picaresca española y por la baja productividad; pero como por arte de magia los riesgos se igualaron y a los PIGS entraron a chorro los excedentes de liquidez de los países potentes para hacer negocio".
Niño Becerra constata que todo el mundoestaba contento hasta que llegó la crisis, y con ella los lamentos de los acreedores y todas las consecuencias de la imposición de la austeridad. Al fin y al cabo, reflexiona, "Grecia ha podido votar el que ha querido, pero si votar 'Sí' suponía la dependencia absoluta de Europa y la postración ante el poder económico sobretodo europeo, votar 'No' supondrá convertirse en un 'estado fallido' salvo que los mercados decidan otra cosa".
Y es que, por Niño Becerra, "cuando algo empieza mal es muy difícil que acabe bien". A su entender, "los PIGS no tendrían que haber entrado al euro cuando y como lo hicieron, y ahora se está pagando con sangre la factura". Tiene claro, además, que "España lo pasará muy mal para reducir 58.000 millones de euros déficit de aquí al 2020 y que la situación social se degradará el inimaginable, pero de una u otra manera España, aunque sea retrocediendo 40 años en su bienestar, llegará".
En cambio, cree que "Grecia ya es al pozo. Para ellos fue más error haber entrado al euro del que lo fue para España, por eso Grecia se encuentra hoy en una situación más terrible". Por todo ello, considera que "ahora la ciudadanía ha votado el que ha creído conveniente votar, pero 'Los mercados votan cada día' y veremos el que hoy decidirán".
Joan B. Casas, decano del Colegio de Economistas de Cataluña, asegura a VIAempresa que "en estos momentos hay más incógnitas que certezas, cosa que no es buena". El resultado del referéndum, "previsible" según Casas, "produce un choque de legitimidades importante entre la griega y la europea".
Objetivo: salvar el euro
"Aquí en definitiva estamos hablando de salvar el euro, y seguramente esto obligará a llegar a algún tipo de acuerdo", pronostica el decano de los economistas catalanes. "Tiempo atrás decía que era imposible que Grecia saliera del euro, y ahora no me atrevo a ser tan contundente", asegura. Sea como fuere, tiene claro que todas las partes están interesadas a mantener Grecia dentro de la moneda común. Si no fuera así, "la moneda griega aparecería muy devaluada e ir a obtener dinero a los mercados sería muy complicado, con una prima de riesgo sería elevadísima", indica. Según Casas, salir del euro no permitiría a los griegos "salir del agujero actual, sino que vivirían una situación muy dura una temporada todavía más larga".
Del mismo modo, para el resto de países de la zona euro perder por el camino en Grecia sería un golpe mucho llevar en la credibilidad de la moneda. "Haría falta un adelanto hacia la integración fiscal y financiera para evitar un efecto contagio y compensarlo", aventura Casas. Algo que, aún así, tampoco sería inmediato. Por lo tanto, tiene claro que "no interesa a nadie que Grecia salga del euro, sería entrar en una situación todavía más dura que el actual".
La solución: remar plegados
Alexis Tsipras exigía una "solución justa y sostenible" después de que lo 'No' se impusiera al referéndum de domingo. Por Joan B. Casas es difícil que esta pase por finiquito de la deuda, "esto ya se hizo", recuerda. En este caso prevé que "hará falta sobre todo hablar de plazos y que los procesos de reajuste de la economía y reducción del déficit público sean más lentos". Ahora bien, advierte que aparte de esto "Grecia también tendría que aportar algo. Necesita implantar un sistema fiscal más equiparable al resto de Europa, así como redimensionar y mejorar la eficacia del sector público". Si las contrapartidas que ofrece Grecia porque Europa llegue a un acuerdo no son creíbles e importantes, avisa, el país "se encontrará en un callejón sin salida bastante grave".
De hecho, la situación actual de 'corralito' ya implica una gravedad que tiene difícil solución a corto plazo. "La única opción es que el Banco Central Europeo (BCE) suministre liquidez, pero ahora vive una situación de incertidumbre y no hará una política aislada que no esté coordinada con el resto de países de la zona euro", dice Casas. Este tipo de decisiones "no se toman en 24 horas, y mientras se mantenga la incertidumbre lo más fácil es que el 'corralito' se mantenga", pronostica.
Gestionar el incumplimiento
Otra de las consecuencias de la negativa griega a las demandas de la Troika esc olmo gestionar un más que probable incumplimiento del pago griego ante el resto de socios europeos. "Cómo verían los países ya rescatados que se le permitiera en Grecia no atender las condiciones impuestas?", se pregunta Juan Ignacio Sanz, profesor de Banca y Valores de Mercado de Esade. Aún así, apunta que el problema real no es si pagan ahora o no, sino que "Grecia no tiene capacidad de generación de recursos". En resumidas cuentas, profundiza, "la economía griega se ha reducido un 25% y necesita algo más que chapa y pintura, precisa fuertes reformas estructurales y un sistema impositivo moderno".
En este sentido, Joan B. Casas cree que "asistiremos a una teatralització de la negociación que no la hará fácil". La victoria a las urnas de la opción defendida por el gobierno de Alexis Tsipras "fortalece su posición, pero también limita mucho el margen de maniobra del resto de Europa porque es un precedente muy peligroso", advierte Casas.
Y es que habrá que ver qué pueden pensar los países que han acotat la cabeza ante las instituciones europeas si Grecia es capaz de ganar su polos particular. "Es una cuestión que gravitará permanentemente sobre la negociación. No es sólo Grecia quién tiene problemas de sobre endeudamiento", avisa Casas. Es muy sabido que otros países como Portugal, España o Italia tambiénsufren los males. Por el decano de los economistas catalanes, "si hay una negociación que viene muy condicionada por este referéndum, esto puede contaminar el resto y será uno de los elementos que evitará de entrada una solución rápida".
La lógica de la dimisión de Varoufakis
Después de la contundente victoria del 'No' en el referéndum griego, este lunes la sorpresa ha sido la dimisión del ministro de finanzas, Yanis Varoufakis, que la ha justificado como un favor a la continuidad de las negociaciones por el rechazo personal que causa dentro del Eurogrup. A pesar de que pueda sobtar la dimisión después de la victoria a las urnas, por el profesor Juan Ignacio Sanz, "era lógico que Varoufakis dimitiera".
El experto aclara que era la opción más lógica después de tanto "de tira y afloja" entre el dirigente griego y el resto de mandatarios económicos europeos. "Nunca ha sido fuera de control, sino que ha sido un provocador. Ahora toca el relevo y una nueva etapa", añade.
Por Joan B. Casas, la dimisión de Varoufakis "quizás puede facilitar la negociación porque era una persona que no había entrado con buen pie al Eurogrup". Percibido por buena parte de sus miembros como alguien con una "actitud poco flexible o un poco altiva, su dimisión puede ser un gesto para facilitar la negociación cambiante la persona quehabía liderado la parte más dura". Por el decano de los economistas catalanes, "posiblemente sea una condición necesaria pero no suficiente para el acuerdo".
Un error de base
Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica IQS de la Universitat Ramon Llull, analiza también la situación griega este lunes a su bloque La Carta de la Bolsa. Por este economista los males vienen de lejos, concretamente del planteamiento de la moneda única. "A los PIGS los metieron al euro, noentraron. Los precios subieron como la espuma por la picaresca española y por la baja productividad; pero como por arte de magia los riesgos se igualaron y a los PIGS entraron a chorro los excedentes de liquidez de los países potentes para hacer negocio".
Niño Becerra constata que todo el mundoestaba contento hasta que llegó la crisis, y con ella los lamentos de los acreedores y todas las consecuencias de la imposición de la austeridad. Al fin y al cabo, reflexiona, "Grecia ha podido votar el que ha querido, pero si votar 'Sí' suponía la dependencia absoluta de Europa y la postración ante el poder económico sobretodo europeo, votar 'No' supondrá convertirse en un 'estado fallido' salvo que los mercados decidan otra cosa".
Y es que, por Niño Becerra, "cuando algo empieza mal es muy difícil que acabe bien". A su entender, "los PIGS no tendrían que haber entrado al euro cuando y como lo hicieron, y ahora se está pagando con sangre la factura". Tiene claro, además, que "España lo pasará muy mal para reducir 58.000 millones de euros déficit de aquí al 2020 y que la situación social se degradará el inimaginable, pero de una u otra manera España, aunque sea retrocediendo 40 años en su bienestar, llegará".
En cambio, cree que "Grecia ya es al pozo. Para ellos fue más error haber entrado al euro del que lo fue para España, por eso Grecia se encuentra hoy en una situación más terrible". Por todo ello, considera que "ahora la ciudadanía ha votado el que ha creído conveniente votar, pero 'Los mercados votan cada día' y veremos el que hoy decidirán".