04
de Diciembre
de
2013
Act.
04
de Diciembre
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2013
Cataluña tendrá el año que viene trece días festivos. Uno de ellos será recuperable, pero setienen que añadir dos más de carácter local. El Estado español también se moverá en cifras de catorce festivos por el 2014. Unos datos que sitúan en Cataluña y el Estado español como dos de los territorios europeos que más días festivos hace durante el año por encima de Alemania (12), Italia, Francia (11), el Reino Unido (9) u Holanda (8). Un problema? Patronal, expertos y sindicatos no se ponen de acuerdo y mientras los trabajadores defienden las bondades del modelo actual, los empresarios aseguran que se tendría que modificar para ser más productivos.
Es cierto que España es uno de los países donde se trabaja más horas cada día y que, a la larga, el que se gana en festivos, se pierde en horarios diarios infinitos. En esto coinciden todos los actores económicos. A pesar de todo, el debate sobre racionalización del calendario laboral no es nuevo y ahora parece que el Gobierno estatal y la Generalitat han puesto hilo a la aguja y tienen los puentes en el punto de mira. El profesor de Relaciones Laborales de Eada, Jordi Costa, se muestra a favor de una nueva regulación: "El problema no es que acabamos haciendo catorce días festivos el año. El que afecta a la productividad y nos entorpece es la mala ubicación de los festivos. Hay un desequilibrio, tenemos que limitar el número de puentes porque no es sostenible hacer tres o cuatro el año como veces ha pasado".
Festivos 'trencaponts' en lunes o viernes
La solución pasa para "trasladar algunos festivos de menor rango –que no sean Nadal o Fin de año, por ejemplo– al lunes o viernes de aquella semana. Sería un paso interesante y menos traumático que reducir el número de festivos oficiales", argumenta Costa.
En cambio, el secretario de política sindical de UGT, Camil Ros, defiende el modelo actual y es contrario a trastocar el calendario laboral: "El debate de los festivos y sobre qué día tienen que caer de la semana es artificial. El que busca es hacer presión para regularizar y ampliar las jornadas. Cada año participamos en la negociación de los calendarios laborales a las empresas y casi nunca hay conflictos"
La patronal Pimec, por su parte, es consciente que el que beneficia a unos, perjudica a otros, como explica la directora de relacionales laborales y política social de Pimec, Jana Callís: "Nosotros representamos empresarios a quienes los van bien los puentes y otros que preferirían pasar los festivos a lunes o viernes. Depende del sector de actividad". Ante este dilema, Callís pide una regulación a pequeña escala: "El ideal es que cada empresa pueda ajustar sus festivos en el calendario según los convenga entablando una negociación con los trabajadores".
El que gana el turismo lo pierde la industria
La proliferación de puentes da, a la vegada, un golpe de mano al turismo y el comercio y una dura cleca a la industria, como analiza Jana Callís: "Es evidente que a la industria arrancar y volver a parar le supone unos costes muy elevados en términos económicos y temporales . Todo el contrario que la hostelería y el turismo, que pueden aprovechar los puentes, –sobre todo aquellos que no son muy largos para que la gente no salga del país– y el comercio –a quien beneficia principalmente que el festivo caiga en lunes porque el viernes es el día con más consumo–".
A pesar de todo, desde UGT, Camil Ros, defiende la conveniencia de los puentes en este juego de equilibrios: "Un país industrial y turístico como el nuestro tiene que tener elementos que beneficien a unos y otros. No creo que se tengan que cambiar los festivos a lunes y viernes. Tenemos que evitar mirarlo todo desde una perspectiva estrictamente económica y práctica, Tenemos que mantener tradiciones con tanto arraigo popular como los festivos que celebramos".
Asumiéndolo todo ello, el profesor Jordi Costa opta por un punto entremedias al dilema: "A cada sector le interesa una cosa. Pienso que se tienen que reducir el número de puentes, pero esto no quiere decir abolirlos todos. Tenemos que saber hacer este juego de equilibrios para no extremar los perjuicios a un sector o el otro y lo tenemos que hacer analizándolo año a año, porque cada calendario tiene sus particularidades".
Un 2014 con pocos puentes
De momento, las instituciones públicas ya han tanteado la opción de limitar la cifra de puentes y ya han salido a la pizarra tres festivos que podrían ser susceptibles a adaptarse a lunes o viernes: el 15 de agosto, el 1 de noviembre y el 6 de diciembre. Todo ello, pero, queda al aire puesto que el año que viene, por suerte por algunos y por desgracia para otras, estos tres festivos caen en fin de semana o viernes y sólo hay posibilidad de un macropont: el 1 de mayo. El dilema seguirá vivo y muchos trabajadores se seguirán preguntando: 'tú haces puente?'.
Es cierto que España es uno de los países donde se trabaja más horas cada día y que, a la larga, el que se gana en festivos, se pierde en horarios diarios infinitos. En esto coinciden todos los actores económicos. A pesar de todo, el debate sobre racionalización del calendario laboral no es nuevo y ahora parece que el Gobierno estatal y la Generalitat han puesto hilo a la aguja y tienen los puentes en el punto de mira. El profesor de Relaciones Laborales de Eada, Jordi Costa, se muestra a favor de una nueva regulación: "El problema no es que acabamos haciendo catorce días festivos el año. El que afecta a la productividad y nos entorpece es la mala ubicación de los festivos. Hay un desequilibrio, tenemos que limitar el número de puentes porque no es sostenible hacer tres o cuatro el año como veces ha pasado".
Festivos 'trencaponts' en lunes o viernes
La solución pasa para "trasladar algunos festivos de menor rango –que no sean Nadal o Fin de año, por ejemplo– al lunes o viernes de aquella semana. Sería un paso interesante y menos traumático que reducir el número de festivos oficiales", argumenta Costa.
En cambio, el secretario de política sindical de UGT, Camil Ros, defiende el modelo actual y es contrario a trastocar el calendario laboral: "El debate de los festivos y sobre qué día tienen que caer de la semana es artificial. El que busca es hacer presión para regularizar y ampliar las jornadas. Cada año participamos en la negociación de los calendarios laborales a las empresas y casi nunca hay conflictos"
La patronal Pimec, por su parte, es consciente que el que beneficia a unos, perjudica a otros, como explica la directora de relacionales laborales y política social de Pimec, Jana Callís: "Nosotros representamos empresarios a quienes los van bien los puentes y otros que preferirían pasar los festivos a lunes o viernes. Depende del sector de actividad". Ante este dilema, Callís pide una regulación a pequeña escala: "El ideal es que cada empresa pueda ajustar sus festivos en el calendario según los convenga entablando una negociación con los trabajadores".
El que gana el turismo lo pierde la industria
La proliferación de puentes da, a la vegada, un golpe de mano al turismo y el comercio y una dura cleca a la industria, como analiza Jana Callís: "Es evidente que a la industria arrancar y volver a parar le supone unos costes muy elevados en términos económicos y temporales . Todo el contrario que la hostelería y el turismo, que pueden aprovechar los puentes, –sobre todo aquellos que no son muy largos para que la gente no salga del país– y el comercio –a quien beneficia principalmente que el festivo caiga en lunes porque el viernes es el día con más consumo–".
A pesar de todo, desde UGT, Camil Ros, defiende la conveniencia de los puentes en este juego de equilibrios: "Un país industrial y turístico como el nuestro tiene que tener elementos que beneficien a unos y otros. No creo que se tengan que cambiar los festivos a lunes y viernes. Tenemos que evitar mirarlo todo desde una perspectiva estrictamente económica y práctica, Tenemos que mantener tradiciones con tanto arraigo popular como los festivos que celebramos".
Asumiéndolo todo ello, el profesor Jordi Costa opta por un punto entremedias al dilema: "A cada sector le interesa una cosa. Pienso que se tienen que reducir el número de puentes, pero esto no quiere decir abolirlos todos. Tenemos que saber hacer este juego de equilibrios para no extremar los perjuicios a un sector o el otro y lo tenemos que hacer analizándolo año a año, porque cada calendario tiene sus particularidades".
Un 2014 con pocos puentes
De momento, las instituciones públicas ya han tanteado la opción de limitar la cifra de puentes y ya han salido a la pizarra tres festivos que podrían ser susceptibles a adaptarse a lunes o viernes: el 15 de agosto, el 1 de noviembre y el 6 de diciembre. Todo ello, pero, queda al aire puesto que el año que viene, por suerte por algunos y por desgracia para otras, estos tres festivos caen en fin de semana o viernes y sólo hay posibilidad de un macropont: el 1 de mayo. El dilema seguirá vivo y muchos trabajadores se seguirán preguntando: 'tú haces puente?'.