De China, a Nueva Zelanda. Y de Nueva Zelanda, a todo el mundo. Este es el recorrido histórico del kiwi, una fruta bautizada con el mismo nombre que una ave redondita, peluda y con un largo pico y típica de la misma zona que esta fruta. A pesar de que su origen se encuentra en el continente asiático, estuvo en Australia donde se desarrolló de manera masiva su cultivo y posterior distribución internacional. Llegó al Estado español a finales de la década de los 60 y fue Pontevedra la primera región en destinar extensiones de tierra a plantar. A pesar de que después se extendió hacia Asturias, el País Vasco y Navarra, Galicia continúa produciendo el 65% del volumen de producto nacional.
Los españoles consumen de media 3 kg de kiwi por cápita cada año. Esto representa un consumo de cerca de 140.000 toneladas, una cifra muy alejada de las 15 toneladas, aproximadamente, que se cultivan en el Estado según los datos más recientes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esto significa que el 90% de la fruta que se consume proviene de fuera, donde destacan Nueva Zelanda (45 toneladas) y Chile (18 toneladas), pero también Grecia (22 toneladas) e Italia (20,5 toneladas).
Fruta del Atlántico
Kiwi Atlántico se erige como la principal asociación de producción y representación de los intereses de la fruta al Estado español. Se trata de una sociedad creada en 1988 por una treintena de empresas familiares gallegas y asturianas que tenían como objetivo defender los intereses de su producto y que 32 años después ya suma 90 socios norteños de España. El 60% de las cerca de 350 hectáreas que reúnen se concentran en Galicia, sobre todo en el municipio de Tomiño (Pontevedra), mientras que el resto se distribuyen entre Asturias, Cantabria, el País Vasco y Navarra con un peso equivalente por parte de cada uno.
Sólo el 10% del kiwi que consumimos proviene de España, principalmente de Galicia
A pesar de que el kiwi con etiqueta de Zespri, principal exportador mundial, es el más conocido, el producto comercializado por la asociación norteña de España ha conseguido hacerse un lugar al mercado. Desde su llegada en 60 de la mano del fundador de Pescanova, José Fernández López, ha aumentado de manera progresiva el número de socios, volumen de ventas en el territorio nacional y ha obtenido el sello Galicia Calidade.
Para el 2020, cuando las últimas previsiones de la Unión Europea prevén una caída de entre el 20 y el 25% de la producción de kiwi, la fruta del Atlántico espera mantener su ritmo y aprovecharlo para fortalecer las exportaciones, según apunta la compañía en un comunicado. El 2019 produjo cerca de 9.000 toneladas de producto, de las cuales un 95% se distribuyó en España y un 5% en Europa y Latinoamérica.
Kiwi Atlántico provee el mercado español con un 95% de su producto
En los meses de verano, cuando el clima no permite el cultivo de la fruta, la asociación gallega comercializa kiwis producidos en plantaciones de Chile.
Producto de fuera
El kiwi ha incrementado su buena fama. Según los datos del flujo comercial de Mercabarna, se recibieron casi 7 toneladas de fruta en 2019, un 27% más que el año anterior. Los orígenes principales fueron Nueva Zelanda (29%), Grecia (29%) e Italia (22%). En cambio, el producto proveniente de Galicia está muy lejos de la fruta de fuera: menos del 1%. Asturias también hizo su aportación, un 6%.
Si buscamos producto de proximidad, las grandes superficies son un buen lugar. Cadenas como Carrefour disponen de fruta a granel y bandejas con kiwi de varios orígenes, de forma que el comprador puede escoger qué incluir en la cesta de la compra.
En el caso de Lidl, Mercadona o Aldi, se puede encontrar de diferente procedencia según ofertas y promociones, acuerdos con productoras o exceso de producto. En la catalana Bon Preu también se encuentra con facilidad kiwi etiquetado como producto cultivado en Galicia.
Tal como apuntan los datos de Mercabarna, el 2019 el precio mediano del producto fue de 1,67 euros/kg. Un precio muy similar al que se encuentra en el mercado este año.