29
de Junio
de
2016
El almendro se ha convertido en una producción alternativa a la fruta o el cereal. Las nuevas variedades de floración tardía, que se desarrollan entre los meses de marzo y abril, evitando así las heladas, una rentabilidad superior a otros cultivos y su asociación con un alimento saludable han hecho de la almendra unona plantación de moda y con gran aceptación entre los labradores leridanos.
"Los almendros son máquinas de producir si se hace un buen manejo". Así expresa las oportunidades que ofrece el cultivo el especialista en frutos secos del Instituto de Investigación y Tecnologías Agroalimentarias (IRTA), XavierMiarnau. Las nuevas variedades, añade, "incrementan la productividad porque son autofèrtils y además los productores pueden aprovechar las dotaciones de agua del canal Segarra-Garrigues y los beneficios económicos de la plantación".
Beneficios para la salud
Más allá de las posibilidades productivas, su vinculación a un producto saludable y beneficioso para el organismo le ha conferido nuevas oportunidades. Desde Arboreto, una entidad de Riudoms (Tarragona) que agrupa a 8.500 productores de frutos secos del Estado, se recuerda que las almendras tienen un precio superior a otros productos, como los anacardos o los cacahuetes, pero son mejores desde el punto de vista nutritivo. El director general de Arboreto, Miquel Borràs, comenta que los estudios recomiendan su consumo: "Tomar 30 gramos de almendras al día reduce a la mitad el riesgo de desarrollar problemas cardíacos".
Con estas ventajas productivas y sobre la salud, las previsiones indican que la cosecha de almendra de este año a la demarcación de Lleida será un 22% superior a la de la campaña pasada. El responsable de los frutos secos de la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC), RogerPalau, indica que "a pesar del invierno seco con temperaturas altas, las lluvias primaverales han favorecido la evolución de los árboles y se prevé una buena producción". El volumen recolectado en Lleida superará las 1.600 toneladas, mientras que la superficie de la plantación se ha reducido un 8% hasta las 16.000 hectáreas.
Campo experimental de almendros del IRTA en Maials. Cedida
Menos superficie y burbuja
Todo y el aumento de la producción, ha disminuido el área cultivada. Las razones se encuentran en el comportamiento del almendro. La Cabeza Sectorial de los frutos secos de la organización agraria JARC-COAG, SiscoAgrieta, señala que ha habido "un mejor arraigo de la flor del almendro, ha helado menos en algunas zonas puntuales y las nuevas plantaciones han empezado a producir a su máximo rendimiento". Esta reducción de la superficie va acompañada de un abandono del cultivo en las zonas de secano, donde no resulta viable cabe otro cultivo, quedándose abandonada el área y convirtiéndose en una región boscosa.
Otro de los atractivos de la almendra por los agricultores es su rentabilidad. Si una hectárea de fruta puede ofrecer una media de 600 euros, en el caso del almendro puede llegar a los 1.000. Esta situación se complementa con una mayor demanda y unas cotizaciones en origen atractivas. Fines hace una década, los precios en palco se situaban sobre los 3 euros el kilo. Hoy en día, están a los 8 euros. El interés por la almendra ha hecho que grandes empresas del sector de la alimentación, como Borges y Delaviuda, acudan a los mercados para buscar financiación y plantar nuevas hectáreas. En este caso, el precio acompaña la inversión. Además, la sequía en los Estados Unidos, el principal productor mundial, ha disparado el boom de la almendra y ha multiplicado por cinco el valor de los plantons.
Ante este escenario, los productores advierten del riesgo que se produzca una burbuja del sector de la almendra, puesto que se está plantando en zonas de secano y de regadío sin tener en cuenta que el ciclo de sequía que sufre EE.UU. es coyuntural. Cuando se acabe, el precio volverá a bajar. Mientras tanto, la almendra seguirá estando de moda.
"Los almendros son máquinas de producir si se hace un buen manejo". Así expresa las oportunidades que ofrece el cultivo el especialista en frutos secos del Instituto de Investigación y Tecnologías Agroalimentarias (IRTA), XavierMiarnau. Las nuevas variedades, añade, "incrementan la productividad porque son autofèrtils y además los productores pueden aprovechar las dotaciones de agua del canal Segarra-Garrigues y los beneficios económicos de la plantación".
Beneficios para la salud
Más allá de las posibilidades productivas, su vinculación a un producto saludable y beneficioso para el organismo le ha conferido nuevas oportunidades. Desde Arboreto, una entidad de Riudoms (Tarragona) que agrupa a 8.500 productores de frutos secos del Estado, se recuerda que las almendras tienen un precio superior a otros productos, como los anacardos o los cacahuetes, pero son mejores desde el punto de vista nutritivo. El director general de Arboreto, Miquel Borràs, comenta que los estudios recomiendan su consumo: "Tomar 30 gramos de almendras al día reduce a la mitad el riesgo de desarrollar problemas cardíacos".
Con estas ventajas productivas y sobre la salud, las previsiones indican que la cosecha de almendra de este año a la demarcación de Lleida será un 22% superior a la de la campaña pasada. El responsable de los frutos secos de la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC), RogerPalau, indica que "a pesar del invierno seco con temperaturas altas, las lluvias primaverales han favorecido la evolución de los árboles y se prevé una buena producción". El volumen recolectado en Lleida superará las 1.600 toneladas, mientras que la superficie de la plantación se ha reducido un 8% hasta las 16.000 hectáreas.
Campo experimental de almendros del IRTA en Maials. Cedida
Menos superficie y burbuja
Todo y el aumento de la producción, ha disminuido el área cultivada. Las razones se encuentran en el comportamiento del almendro. La Cabeza Sectorial de los frutos secos de la organización agraria JARC-COAG, SiscoAgrieta, señala que ha habido "un mejor arraigo de la flor del almendro, ha helado menos en algunas zonas puntuales y las nuevas plantaciones han empezado a producir a su máximo rendimiento". Esta reducción de la superficie va acompañada de un abandono del cultivo en las zonas de secano, donde no resulta viable cabe otro cultivo, quedándose abandonada el área y convirtiéndose en una región boscosa.
Otro de los atractivos de la almendra por los agricultores es su rentabilidad. Si una hectárea de fruta puede ofrecer una media de 600 euros, en el caso del almendro puede llegar a los 1.000. Esta situación se complementa con una mayor demanda y unas cotizaciones en origen atractivas. Fines hace una década, los precios en palco se situaban sobre los 3 euros el kilo. Hoy en día, están a los 8 euros. El interés por la almendra ha hecho que grandes empresas del sector de la alimentación, como Borges y Delaviuda, acudan a los mercados para buscar financiación y plantar nuevas hectáreas. En este caso, el precio acompaña la inversión. Además, la sequía en los Estados Unidos, el principal productor mundial, ha disparado el boom de la almendra y ha multiplicado por cinco el valor de los plantons.
Ante este escenario, los productores advierten del riesgo que se produzca una burbuja del sector de la almendra, puesto que se está plantando en zonas de secano y de regadío sin tener en cuenta que el ciclo de sequía que sufre EE.UU. es coyuntural. Cuando se acabe, el precio volverá a bajar. Mientras tanto, la almendra seguirá estando de moda.