La incertidumbre generada por las negociaciones del Brexit continúa haciéndose un espacio en el entorno económico europeo. Si bien la inversión británica directa en Cataluña ha obviado completamente este proceso y continúa creciendo más que nunca, Vueling, Level e Iberia –que pertenecen al International Airlines Group (IAG)- ven como, si no se llega a un acuerdo, sus vuelos por los cielos de la Unión Europea corren el peligro de no elevarse, puesto que formarán parte de una empresa con capital no europeo. De hecho, Vueling es la aerolínea que más pasajeros transporta desde el aeropuerto del Prat: de los 50.172.457 pasajeros que pasaron el 2018, 19,3 millones lo han hecho a través de esta compañía y 1,56 millones de Iberia o Level. De momento, Bruselas ya ha pedido en los 27 Estados miembro que expliquen de qué manera piensan cumplir con la normativa europea. En los primeros 11 meses del 2018, hasta noviembre, han pasado 17.641.029 turistas británicos por todo el Estado español.
Previsiblemente, el Parlamento británico votará el rechazo al texto pactado por la primera ministra británica, Theresa May, y la Unión Europea (UE), y se abrirá el camino hacia un Brexit llevar, pero la Comisión Europea ya dejó entrever que en la cuestión aérea buscarán la flexibilidad. Aún así, las rutas habituales por Europa de las aeronaves españolas que forman parte de la IAG cuelgan de tres posibles escenarios: que haya un hard Brexit, que la propuesta de May no salga adelante y los británicos retiren el artículo 50 del Tratado de Lisboa o que la propuesta de la primera ministra salga adelante.
Así lo explica el profesor de Cranfield University y director de Aviation Data Works, Pere Suave-Sanchez, a VÍA Emprendida, que añade un punto más a la cuestión y pone encima la mesa la posibilidad que los británicos opten este año para quedarse en su país en verano, no por el que pueda suponer el Brexit, sino por la incertidumbre que genera, "la continúa devaluación de la libra esterlina y el aumento de las temperaturas en el Reino Unido".
Según su parecer, "la demanda se puede comportar de una manera más conservadora y, desde el punto de vista del turismo, puede haber una serie de demanda que no se realiza", cosa que no sólo tendría implicaciones para las compañías aéreas citadas, sino también para la economía de Cataluña y España. Si no quieren aviones entre el Reino Unido y España se perderán todo aquel dinero que corresponden a la carga aérea. En este sentido, Suave subraya que "la carga aérea es el valor añadido porque de media es de 100 dólares el kilo y el ratio del transporte marítimo no llega al dólar el kilo".
"Muchos británicos optarán para quedarse en el Reino Unido en verano por la incertidumbre del Brexit, el clima y la devaluación de la libra"
Volviendo al Brexit, los caminos pueden ir hacia tres destinos diferentes. El primer escenario a tener en cuenta es el que, de momento, prevé Bruselas y es que el Brexit salga adelante sin un acuerdo con la Unión Europea. Si es así, el Reino Unido marcharía de la UE entre finales de marzo y julio, teniendo en cuenta que la fecha depende de si los diputados votan a favor del texto negociado entre Londres y Bruselas u optan para extender la vigencia el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que fija el 29 de marzo como la fecha tope del Reino Unido para marchar, dos años después de que el Reino Unido notificara al Consejo Europeo su intención de dejar la UE.
El Brexit podría dejar Vueling en tierra...
Si finalmente, pues, hubiera un Brexit sin acuerdo, y según explica Suave, el Reino Unido "perdería automáticamente el acceso al EU Single Aviation Market y en todos los países donde la UE tiene acuerdos, como por ejemplo el de Cielo Abierto con los Estados Unidos". Precisamente por eso, el Reino Unido podría perder el acceso en 44 países con quién Europa tiene acuerdos porque, siendo estrictos, "en el caso de la aviación necesitas tener un acuerdo de servicio aéreo y si no tienes este acuerdo no puedes operar".
Además, Suave destaca que "en teoría, las compañías con más de un 50% de capital británico no podrían hacer operaciones de cabotatge dentro de Europa", un hecho que afectaría varias compañías aéreas, pero que, sobre todo, "podría ser grave para Vueling y quizás para Iberia". Y es que las dos compañías están en manso del capital británico, pero la diferencia es que Iberia tiene los derechos económicos y los de voto distribuidos diferentes utilizando una empresa española participada por El Corte Inglés y "podría escaparse de esto si la UE es flexible". Pero Vueling "es al 100% participada por IAG y sería mucho más difícil de justificar".
En este caso, y según el director de Aviation Data Works, el Reino Unido "ya no estaría gobernado por las regulaciones de EASA –la Agencia Europea de Seguridad Aérea- y tendría que decidir si vuelve a entrar como tercer miembro o establece sus propias regulaciones de seguridad aérea a través de su Autoridad de Aviación Civil (UK CAA)". Esto, pero, "traería tiempo" llevarlo a cabo y, por lo tanto, "puede haber disrupciones en los servicios de manera temporal" puesto que Vueling tendría capital no europeo, a pesar de que Suave tiene claro que "se buscaría un acuerdo provisional rápido" porque "tampoco conviene a la economía europea".
...pero la sangre no llega al río...
Iberia, de su banda, tendría el mismo problema, pero el también profesor de Cranfield University contempla la posibilidad que "al tener los derechos económicos y de votos distribuidos diferentes utilizando una empresa española participada por El Corte Inglés podría escaparse si la UE es flexible". El mismo pasaría con Level porque, a pesar de tener la base en Viena y operar los vuelos europeos desde allá, pero los vuelos de largo recorrido salen de Barcelona y están operados por Iberia.
"Si hubiera un 'hard' Brexit, seguramente las dos partes mantendrían la actividad, pero no los permitirían un incremento de la oferta"
La cosa, pero, seguramente no será tan grave. Suave cruz que "la sangre no llegará al río" porque, económicamente hablando, "no interesa a cabeza de las dos partes". A pesar de que en el campo aéreo "no hay alternativas intermedias como pasa con el comercio", el director de Aviation Data Works considera que "es muy posible que hagan acuerdos flexibles para poder alargar la actividad", es decir, en caso de que hubiera un hard Brexit "las dos partes mantendrían la actividad y quizás el que no permitirían sería un aumento de la oferta o cambios a la espera que se pudieran negociar los acuerdos y llevarlos a cabo".
De hecho, a corto plazo, quizás pesará más el comportamiento de la demanda, que no los acuerdos que se produzcan. "Si eres británico, tendrás incertidumbre si compras un billete: qué pasará, podré volar? Todas estas cosas hacen que una parte importante de la demanda no se realice y esto es difícil de contabilizar", argumenta Suave.
...y todo continúa como por ejemplo
Los otros dos escenarios que se abren dejarían el panorama aéreo tal y cómo está en la actualidad. En caso de que la propuesta de la primera ministra británica saliera adelante, se abriría un periodo de negociación de dos años y " habría voluntad de ser flexibles". Pasado este plazo, el Reino Unido podría negociar nuevos acuerdos con Europa en términos de aviación y todo podría continuar como hasta ahora.
Finalmente, el tercer escenario sería que la propuesta de May no saliera adelante y que, además, los diputados británicos decidieran retirar el artículo 50 del Tratado de Lisboa. Si así fuera, Suave apunta que "todo continuará igual y que el fin del mundo no llegará".
Sea como fuere, el más probable es que todo quede cómo hasta ahora y Vueling, Iberia, Level y el resto de compañías se continúen elevando como siempre y hacia los mismos destinos. Las consecuencias de la incertidumbre que esto genera, sólo tendrían un efecto a corto plazo, pero si miramos más allá, las aerolíneas de la IAG tienen todos los números de continuar volando puesto que presumiblemente Europa será flexible en este terreno porque no interesa a cabeza de las dos partes romper las relaciones aéreas.