"Si el siglo XXI funciona, será porque la mujer tendrá una participación cada vez mayor en la organización de la sociedad [...], pero esta misión sólo será aceptada por la mujer si no pierde su feminidad. Porque la mujer es el núcleo de la familia, y esta, la base de la sociedad". El exdirector general del Iese, Juan Antonio Pérez, ya utilizaba estas palabras en 1994 para resaltar la importancia del talento femenino al frente de las empresas. Catorce años más tarde, sólo un 11% de los proyectos que se presentan con este instrumento están liderados por mujeres.
Además, en Cataluña las pensiones que reciben las mujeres son un 31% más bajas que las de los hombres, sólo el 22% de los lugares de decisión están ocupados por ellas y, por ejemplo, la ocupación a tiempo parcial es del 22,2% para las mujeres y del 7,6% para los hombres. Pero, cuál es el camino a seguir para acabar con esta desigualdad y dejar de hablar de paridad?
Según la profesora de la Iese y asesoría de Alta Dirección, Nuria Chinchilla, "las mujeres continúan luchando para estar más representadas a la sociedad, para incrementar su productividad y para obtener mejores resultados de cara a las futuras generaciones. Así lo ha querido poner de manifiesto durante el primer Congreso Internacional de Mujer y Empresa organizado por Pimec, donde la presencia de hombres era prácticamente residual.
Chinchilla ha mandado un mensaje claro a todas las mujeres presentes en la sala del Palacio Real de Pedralbes de Barcelona para animarlas a continuar defendiendo sus ideales y su derecho a estar en posiciones de poder en igualdad con los hombres: "No dejes que las etiquetas te frenen, seas fuerte". De su banda, la presidenta y CEO de Savills Aguirre Newman Barcelona, Anna Gener, ha añadido un punto más a la cuestión y ha hecho un llamamiento a todas las mujeres a "lograr el poder". A parecer suyo, "las mujeres tenemos una mala relación con el poder y ejercemos un liderazgo compartido con los hombres".
Meritocràcia para todo el mundo
En palabras de Chinchilla, "el siglo XXI será femenino o no será", pero, para llevarlo a cabo, hay que "dejar de discriminarla". El ejemplo más claro es una constante rutinaria de las vidas de muchas mujeres y es el hecho (o posible hecho) de tener hijos. Esto aparta a muchas de los cargos de poder, pero a menudo también las deja sin trabajo. Pero, donde queda la meritocràcia?
Gener sostiene que, en el mundo privado, "las empresas exitoses serán las que generen un entorno meritocràtic", mientras que en el ámbito público habrá que "poner en marcha los mecanismos adecuados porque no haya ni una sola mujer que se vea obligada a elegir entre su carrera o su familia". De su banda, la fundadora y directora de Diversity Source Manager, Ingrid Bianchi, ha subrayado que "las mujeres tienen ambiciones, pero no la misma que los hombres: no las puerta a ir unas contra las otras".
Precisamente para encajar todo esto, es muy importante que haya referentes. Si no es así, las más pequeñas nunca verán que también pueden andar hacia el apoderamiento empresarial, hacia el liderazgo en la innovación o hacia la dirección de una empresa. estos referentes, según Gener, "no sólo tienen que ser mujeres que brillan en su carrera profesional, sino de mujeres que no hayan tenido que hacer renuncias, que vivan una vida personal, familiar y social llena". Además de los referentes, pero, y según Bianchi, "la cultura inclusiva es una clave para avanzar".
El punto de inflexión
El 2018 será un año que quedará marcado a la historia por todas las iniciativas de apoderamiento de la mujer que se han llevado a cabo, pero también porque es la primera vez que la Consejería de empresa está liderada por una mujer. Según el secretario general, Antonio Cañete, este año "ha sido un punto de inflexión en esta lucha".
Cañete, que se ha lamentado que "durante mucho tiempo, cuando nos han hablado de igualdad, se ha utilizado de forma fraudulenta, la igualdad entre desiguales es una gran mentira, lo tenemos que trabajar en el ámbito de la justicia", se ha dirigido a las mujeres con tres simples (pero potentes) palabras: "Sois muy importantes".
Chacón: "Ser directora de operaciones hace 20 años era una cursa de obstáculos"
La consejera de empresa y embajadora del Congreso, Àngels Chacón, lo ha seguido en el turno de palabra y ha humanizado las palabras que las otras ponentes iban diciendo relatando para toda la sala las dificultades que sufrió cuando era directora de exportación: no sólo porque trabajaba con empresas de la Oriente Medio -y culturalmente allá el tema de la mujer es muy diferente-, sino también por otras cosas que "pasaban en casa nuestra y a nuestra realidad". "Ser directora de operaciones hace 20 años era una cursa de obstáculos", ha relatado.
La innovación también es femenina
Según Chacón, "el retraso generacional en la incorporación de las mujeres en los lugares de dirección" porque esto provoca, entre otras muchas cosas, que "el papel de la mujer todavía esté lejos de la ubicación de la mujer en polígonos y para viajar al extranjero". Todo ello, destaca, "obliga las mujeres a esforzarse más para ser reconocidas".
Justamente por todo esto, Gener tiene claro, y se lamenta, que "hasta no haya tantos hombres como mujeres a las cúpulas de poder, no viviremos con naturalidad que una mujer pueda dirigir, mandar o liderar", motivo por el cual ha insistido en la idea que "tenemos el mismo derecho que ellos: un derecho que la historia de la humanidad nos ha negado durante siglos".
Con estos argumentos y para cerrar sus palabras centradas en el apoderamiento de la mujer, Gener ha alentado las mujeres a "aprovechar el momento único en que vivimos porque nuestras hijas tengas las mismas oportunidades que nuestros hijos".