Nunca antes la hora de poner la lavadora había ocupado tantos titulares. El precio de la energía se disparó en plena oleada de frío este invierno pasado. En los 18 primeros días del año este coste marcaba unos precios un 117% superiores a los mismos días de 2016. Durante aquellos meses, la cooperativa de consumo y producción de energía verde Somos Energía sumó 5.000 contratos –llegando a los 50.000 clientes-. Una cifra de contratación lograda sólo durante los dos primeros años de actividad. Aquel episodio removió conciencias e hizo que muchos se miraran el mercado eléctrico con lupa y consideraran pasarse a alguna de las más de 350 pequeñas comercialitzadores de energía del Estado.
En este episodio, Factor Energía, también experimentó un crecimiento de las contrataciones. Según el fundador de la empresa, Emili Rousaud, "enero y febrero han sido los meses del año en que hemos tenido más contratación doméstica". Parece que estas pequeñas empresas despacio van ganando terreno. Según datos extraídos del Estudio Fintonic 2017 Energía, un informe que analiza el mercado doméstico de electricidad y gas, las grandes eléctricas redujeron en el primer trimestre del año un 3% su número de clientes, mientras que el de las comercialitzadores emergentes creció por encima de un 8%. Aún así las grandes empresas energéticas todavía dominan casi el 90% del mercado.
Cataluña celebra la Semana de la Energía con el objetivo de acercar a los ciudadanos la transición del país hacia un nuevo modelo energético que maximice la eficiencia
Factor Energía es una de las "nuevas" comercialitzadores que se fundó sólo dos años después de la primera ley del Sector Energético que empezó a desplegar la liberalización eléctrica al Estado español, respondiendo a las exigencias de la Unión Europea. Estas directrices apuntaban a la separación de actividades de competencia (generación y comercialización) de las actividades reguladas (transporte y distribución); y garantizar el acceso en las redes de transporte y distribución en uno en torno a competencia. Todo esto con el objetivo de mejorar la calidad del servicio.
Esta empresa facturó el año pasado 500 millones de euros y ya cuenta con 60.000 clientes que son empresas y 12.000 de particulares. Según explica Rousaud, la liberalización por fases del mercado eléctrico hizo que desde el 2000 hasta el 2008, la mayoría de sus clientes fueran sólo grandes empresas o gran pyme "porque eran las únicas que podían escoger suministrador eléctrico". El año 2008, pero, el Gobierno central suprimió la tarifa regulada de las grandes empresas, el 2009 por la pequeña empresa y el 2013 por el cliente doméstico. A partir del 2009 empieza un "periodo más fuerte de creación de pequeñas empresas comercialitzadores" y sobre todo cuando el 2014 desaparece la Tarifa de Último Recurso y la tarifa del cliente doméstico pasa a ser variable. Por Rousaud este es un momento crucial porque "el abonado pasa a ser cliente y, por lo tanto, puede decidir".
Por la eléctrica tradicional "en un contexto de oligopolio" el más importando era la producción de energía y el cliente era irrelevante. Con la liberalización el mercado se puede segmentar y las empresas nacidas de entonces acá "ponen en el centro el cliente, como es el caso de Factor Energía", explica Rousaud. Así, muchas de estas compañías ofrecen transparencia, proximidad, energía verde o digitalización para atraer el cliente, un trabajo en que las grandes eléctricas "también se han puesto las pilas", apunta el fundador de Factor Energía.
En aquella época, la madre de Ferran Nogué, uno de los cofundadores de Holaluz, recibió una factura inexplicable de 700 euros. Después de intentar –sin éxito- encontrar una explicación y una solución en aquel recibo, Carlota Pino, Oriol Vila y Nogué encontraron que era necesario "acercar las facilidades del mundo online a un servicio tan universal como la electricidad". De este modo, en noviembre del 2010 fundaron Holaluz. Hoy en día esta empresa tiene más de 95.000 clientes y cerró el ejercicio pasado una facturación de 100 millones de euros. Según explica Pino "nosotros no vendemos luz, sino que vendemos una relación de confianza con nuestros clientes. Una relación basada en la transparencia y la honestidad donde no hay lugar por los descuentos ni de letra pequeña. Ofrecemos siempre el mejor precio posible. Tenemos una visión del mundo que compartimos con nuestros clientes para así hacer juntos, el camino hacia el autoconsum".
Carlota Pino: "Nosotros no vendemos luz, sino que vendemos una relación de confianza con nuestros clientes. Una relación basada en la transparencia y la honestidad donde no hay lugar por los descuentos ni de letra pequeña"
El mismo año nació la primera cooperativa comercialitzadora de energía verde por el sector doméstico del Estado, Somos Energía, emmirallant-se en otros proyectos europeos. Somos Energía ofrece electricidad 100% renovable a sus 35.000 socios y gestiona más de 52.400 contratos: "La evolución ha sido espectacular y la respuesta muy buena con un crecimiento constante", apunta Marc Rosselló es miembro del equipo técnico de Somos Energía.
"La gente tiene la necesidad de hacer las cosas de otro modo y se apuesta hacia las renovables", quizás también por el "cansancio de cómo nos trataban las grandes compañías como clientes". Somos Energía y las otras pequeñas eléctricas han servido de "refugio" para muchos clientes. En el caso de esta iniciativa "ofrecemos el valor cooperativo y sin ánimo de lucro, además de energía verde". Rosselló cree que estas nuevas eléctricas "están mucho más enfocadas al servicio a las personas, trayendo modernización y transparencia al sector".
El episodio del inicio de este 2017 es un ejemplo de esto. Rousaud cree que hace años no se habría hablado de la escalada de precios. El mercado eléctrico es más difícil de entender que una factura de la luz, pero Rosselló cree que ahora hay acceso a "información y se pueden entender cosas que antes se daban por supuestas, como la generación de energía, las barreras a las renovables o por qué sube el precio de la luz", dice Rosselló.
Marc Rosselló : "La gente tiene la necesidad de hacer las cosas de otro modo y se apuesta hacia las renovables"
La descentralización es el futuro
Esta semana Cataluña celebra la Semana de la Energía, con el objetivo de acercar a los ciudadanos la transición del país hacia un nuevo modelo energético que maximice la eficiencia, se fundamente en el 100% de energías renovables en 2050 y garantice un trato justo a los ciudadanos, que acontecerán el principal motor de la democratización energética. Un objetivo compartido con estas nuevas empresas eléctricas.
Pino afirma que "el presente y el futuro es el autoconsum". Según la CMO de Holaluz, "sabemos que de aquí a diez años todos los hogares dispondrán de sistemas de producción y almacenamiento de energía, serán como un electrodoméstico más. Gracias a las placas solares las personas recuperarán el poder de la energía, convirtiéndose en prosumers -productores y consumidores-. A Holaluz tenemos claro que la energía verde no tan sólo es la solución sino que es la única opción posible si queremos construir un futuro sostenible y responsable".
Rousaud coincide cuando dice que las nuevas eléctricas "tendremos un papel preponderante para ayudar en el modelo de transición energética sostenible porque el prosumer tenga conductas de ahorro proactivo: esto es un proceso y queremos ser al frente".
"Nuestro papel es fundamental, puesto que somos las que estamos impulsando el nuevo modelo energético de futuro basado en el autoconsum. Desde Holaluz estamos liderando la transformación del sector energético español con innovación. Aplicamos la tecnología al servicio de las personas, para ofrecerlos mejorar su confort a la vegada que ahorran", remacha Pino.
Este cambio en el consumidor gracias al autoconsum y las energías renovables comportará -aparte de una bajada de precios- que "su relación con las comercialitzadores y las distribuidoras sea muy diferente, la descentralización es el futuro", concluye Rosselló.