El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha tenido un cara a cara -virtual- con empresarios catalanes. Los directivos han aprovechado para hacer preguntas al político sobre el estado de la covid-19, las medidas que toma el Gobierno español y también para hacerle algunas reclamaciones y críticas en el marco de un encuentro Intermedia Online. Mientras que el cierre de los locales de restauración en Catalunya se ha llevado parte del protagonismo en los ruegos y preguntas, el uso limitado que ha hecho el ejecutivo de la tecnología para frenar la pandemia y la celebración del Mobile World Congress (MWC) en junio de 2021 también han centrado parte de la conversación.
La pregunta sobre el congreso de telefonía móvil ha sido de Carlos Grau, el CEO del Mobile World Capital Barcelona. "Es muy difícil hacer pronósticos. Creo que en el segundo trimestre del año que viene, la situación será muy diferente a la de ahora, pero lo tendremos que ir siguiendo poco a poco. Aún así, la marginalidad de los casos importados de otros países hace posible pensar que se podrá celebrar el MWC", ha aventurado Illa. Después de dos aplazamientos, el salón más importante de Catalunya -con un impacto económico de unos 490 millones de euros- puede ser que se mantenga para las fechas previstas: entre el 28 de junio y el 1 de julio de 2021.
El ministro lo ha dicho con la boca pequeña y con toda la prudencia del mundo. La base de sus argumentos era la escasa importación de casos de coronavirus desde otros países: "En términos de casos importados, tenemos dos ámbitos, el espacio Schengen y terceros países, y los que hemos recibido han sido regionales", ha indicado. Aún así, hay que tener en cuenta la caída drástica de la movilidad internacional desde marzo, hecho que minimiza la posibilidad de que lleguen casos del extranjero. Sea como sea, el mensaje es esperanzador para un sector que ha tenido sólo unas semanas para tomar aire, el de las ferias. En Barcelona, se han celebrado unas cuantas en formato híbrido, como el BizBarcelona y la Barcelona New Economy Week (BNEW).
Pero el incremento de casos en plena segunda ola de covid-19 ha interrumpido otra vez el calendario de salones. Pero si se tiene que hacer un ranking de los sectores económicos más afectados por la pandemia en Catalunya, la hostelería ocupa uno de los primeros lugares. Varias preguntas -tanto de periodistas como de empresarios- a Salvador Illa se han referido a la restauración. El ministro ha indicado que hay ayudas tanto a nivel estatal como de comunidad para los bares y restaurantes y, preguntado sobre si existen estudios concretos que avalen el cierre, ha asegurado que "es muy difícil evitar los contagios" en este tipo de ambientes.
Illa, sobre el cierre de bares y restaurantes: "Sabemos que en entornos interiores se multiplica muchísimo el riesgo de contagio"
Illa ha situado la medida de la Generalitat como un elemento más para luchar contra la enfermedad en el campo de la "reducción de la movilidad y de los contactos": "Sabemos que en entornos interiores se multiplica muchísimo el riesgo de contagio". Además, ha añadido que en bares y restaurantes es habitual que "se relajen las medidas, porque se está compartiendo un rato con amigos o familia" y que son ambientes cerrados en los que no se puede llevar la mascarilla puesta porque los clientes consumen comida o bebidas. De todos modos, esta medida queda en manos de los presidentes de las comunidades autónomas.
¿Dónde está la tecnología?
Varios empresarios que han participado en el encuentro digital han compartido una preocupación: ¿por qué no se ha hecho más uso de la tecnología para luchar contra la pandemia? El propio Grau, Joan Planell -director de Oracle en Barcelona y el Mediterráneo- y Ginés Alarcón -presidente de Nae- han profundizado en el "triste resultado" de la aplicación Radar Covid, lanzada por el Gobierno español para mejorar la trazabilidad e identificar los contactos de los positivos. "Tenemos un nivel de descargas por encima de los 5 millones, en linea con otros países europeos. Estimamos que tendríamos que llegar a 8 millones para que el sistema fuera más efectivo". Illa ha defendido la gestión y ha resaltado un "reto" que presentan estas apps: tienen que estar vinculadas al sistema de salud pública. Este trabajo, asegura, es de las comunidades autónomas.
Otros países, especialmente los asiáticos, han sido ejemplares en el uso de aplicaciones para personalizar al máximo las limitaciones de movilidad a la población. Sobre la situación de la pandemia en China y si se tiene en cuenta la evolución de este país ha preguntado el consejero delegado de Saba, Josep Martínez Vila, pero Illa ha declinado comparar a China con España: "La sociedad china tiene un modelo de vida y de relación social muy diferente al de aquí; son mucho más disciplinados y la extrapolación no es inmediata".
"El mundo empresarial ha hecho un proceso de adaptación muy positivo; todo el mundo ha intentado activar los mecanismos necesarios para teletrabajar, se han puesto a disposición las capacidades productivas para fabricar materiales escasos...", según el ministro de Sanidad
Las previsiones son que la vacuna contra la covid-19 empiece a administrarse a la población a principios del año que viene. Con este horizonte en vista y teniendo en cuenta que son necesarios tres o cuatro meses para vacunar a un 40% de los ciudadanos -el mínimo imprescindible para tener ciertos niveles de inmunidad-, todavía queda medio año o más de dificultades sanitarias. Las económicas que van relacionadas se alargan en el tiempo, puesto que los expertos ya no prevén un recuperación tan rápida como la que estimaban en el inicio de la crisis.
Ante estos meses, Illa ha querido dar un mensaje de reconocimiento al mundo empresarial: "Ha hecho un proceso de adaptación muy positivo; todo el mundo ha intentado activar los mecanismos necesarios para hacer posible el teletrabajo, se han puesto a disposición las capacidades productivas para fabricar materiales escasos...". Pero tampoco ha querido minimizar la situación actual. "La realidad es la que es: estamos ante un horizonte largo, en el que tendremos que convivir con el virus". Este horizonte es "europeísta", ha dicho en relación a los fondos de recuperación que ha puesto en marcha la UE.
Desde la farmacéutica MSD han trasladado una pregunta al ministro que precisamente tiene relación con los recursos europeos: "¿Están pensando en reunir a un grupo de expertos para ver cómo canalizar estos fondos?". Illa no ha respondido, pero ha afirmado que se ha producido una reflexión con las comunidades autónomas y que lo que pretende este dinero es "transformar la economía".
Illa descarta el confinamiento domiciliario: "Pensamos que el abanico de medidas que hemos puesto a disposición de las comunidades es suficiente para controlar la pandemia"
Sin confinamiento domiciliario, pero con teletrabajo
El estado de alarma que impuso el Gobierno central la semana pasada permite establecer un confinamiento domiciliario. Mientras el ministro decía que, de momento, es una medida que ni se plantea, Asturias anunciaba que solicitaría al ejecutivo poder aplicarlo durante 15 días en su territorio. Poco después, el Gobierno central ha rechazado la petición. "Pensamos que el abanico de medidas que hemos puesto a disposición de las comunidades autónomas -toque de queda, confinamientos perimetrales y limitación de las reuniones- es suficiente para controlar la pandemia", ha indicado Illa.
Con lo que sí insiste el Ministerio es con el teletrabajo, a pesar de que no hay ningún mecanismo que permita hacerlo obligatorio. Pero el titular de Sanidad considera que "la mayoría de empresas tiene una actitud responsable en este aspecto; ahora vienen cuatro semanas especialmente relevantes y complicadas".
Salvador Illa ha admitido la falta de personal médico, pero ha defendido que los presupuestos generales de 2021 aumentan en un 151,4% la partida de Sanidad. También ha indicado que para el año que viene se incrementarán la disponibilidad de plazas de formación especializada para médicos y que "nuestra sanidad ha sufrido un proceso de no incremento de recursos que se tiene que corregir". Otra vez, ha destacado el peso que tienen las autonomías, competentes en salud.