La empresa pública de energía de Cataluña, l'Energètica, y la red de electromovilidad de Barcelona Serveis Municipals (BSM), Endolla Barcelona, han firmado un acuerdo para impulsar una red pública única de recarga para vehículos eléctricos en Catalunya. Ambas partes trabajarán en la definición de los retos, el alcance y la operativa de esta nueva red, según ha indicado el Ayuntamiento de la capital catalana. El objetivo es que la infraestructura aporte una experiencia de carga "ágil, asequible, cómoda y fácil" al usuario. El Plan de Impulso del Vehículo Eléctrico 2025-30 aprobado por el Govern en febrero, prevé movilizar más de 1.400 millones de euros públicos y privados para acelerar la implantación del vehículo eléctrico en Catalunya.
En concreto, el plan prevé instalar una red de más de 9.000 puntos de recarga en edificios públicos e infraestructuras viarias en toda Catalunya hasta 2030. La colaboración se enmarca en el primer eje de esta iniciativa, que quiere impulsar la demanda del vehículo eléctrico, estimulándola con incentivos económicos y políticas que lo promuevan como una opción asequible y atractiva.
Siguiendo el modelo Endolla Barcelona, que tiene más de mil puntos de carga distribuidos por toda la ciudad -la red pública más amplia del sur de Europa, según afirma el consistorio-, la nueva estructura tiene el propósito de ser de acceso equitativo, capilar en todo el territorio y sostenible en términos de generación y consumo de energía. El Ayuntamiento subraya que se quiere garantizar en todo momento la "convivencia" con el sector privado, con una red interoperable que facilite al usuario el acceso a la información y la gestión de la recarga.
La red pública de electromovilidad de Barcelona cerró el 2024 con un incremento de usos del 27% en comparación con el año anterior, alcanzando una media de 15.000 recargas mensuales y más de 41.000 usuarios dados de alta.
Un plan de cuatro fases
Ahora, el Gobierno ha encargado a la Energética la coordinación del despliegue de la red única de estaciones de recarga de la Generalitat, destinada a facilitar la electrificación de la flota móvil de la Administración y a abastecer a los usuarios privados. Esta red se tiene que implantar en cuatro fases. En las dos primeras, con una dotación de 150 millones de euros, se prevé instalar 5.000 puntos para dar servicio a la flota de la Generalitat y 4.000 de recarga de acceso público en colaboración con el sector privado.
La colaboración entre BSM y la Energética elaborará, con el apoyo del Institut Català de l'Energia, un estudio previo para diseñar la tercera fase de implantación de estaciones de carga: la identificación de puntos clave en la red viaria donde actualmente hay déficit de cargadores para garantizar la autonomía de circulación de los conductores en desplazamientos de larga distancia con cargas de alta potencia ultrarrápidas en todo el país. La cuarta fase prevé la electrificación de autobuses para garantizar la operación continua del servicio en todas las líneas interurbanas.