Los nuevos proyectos de energía eólica en Catalunya supondrán unos ingresos totales de 237,8 millones de euros para los municipios. Se trata de 27 parques eólicos que se han aprobado durante la séptima Ponencia de Energías Renovables en territorio catalán y el impacto económico tiene en cuenta los 25 años de vida útil de los parques. En concreto, la cifra aparece al sumar 148,1 millones en impuestos que recaudarán los ayuntamientos y 89,7 millones del alquiler de los terrenos donde se instalarán los aerogeneradores, según un comunicado de la Associació Eòlica de Catalunya (Eoliccat).
Los municipios de la Segarra serán los que más ingresos tendrán, con un 42% del total (100,3 millones de euros). Los seguirán las localidades de la Anoia, con 44,2 millones (un 19%), la Ribera d'Ebre (31,3 millones y un 13%), y la Conca de Barberà (25,6 millones y un 11%). En menor medida, el Solsonès recibirá 14,4 millones de euros; la Terra Alta, 13,8 millones; el Baix Camp, 4,6 millones; y el Baix Ebre, 3,6 millones.
Los cálculos añaden otros indicadores a las ganancias directas, como la creación de 270 puestos de trabajo con 4,92 millones de euros anuales en salarios. El diseño y fabricación de los equipos y los componentes, además, se prevé que implicará a unas 650 personas y comportará unos ingresos de 12,3 millones de euros, con una aportación a la Seguridad Social de cuatro millones.
Pero además del impacto económico, los parques eólicos proyectados tendrán una contribución decisiva en la transición energética. En total, los parques suman 231 aerogeneradores y una potencia de 1.088,7 MW. La producción eléctrica total se estima en 3.266,1 GWh. Todo esto hará que la generación anual en este tipo de instalaciones aumente un 120%, hecho que reducirá las emisiones de CO2 1,3 millones de toneladas al año, en caso de que esta energía generada sustituya a otra proveniente de recursos fósiles.
Para Víctor Cusí, presidente de Eoliccat, "la energía eòlica tiene la ventaja de que es la que menos espacio ocupa por potencia generada y que es compatible con todo tipo de actividad humana, empresarial y social, como la agricultura o la ganadería. Por ejemplo, tal como demuestran las experiencias en Europa y Estados Unidos, aprovechan las infraestructuras creadas por los parques eólicos para actividades de turismo activo y familiar, incorporando la sostenibilidad como un reclamo. En este sentido, en Catalunya hay mucho campo por correr".