El sectorde la energía está actualmente en un momento crítico, ya que se está transformando la manera en que consumimos, generamos y gestionamos la energía. Entre los diferentes retosy oportunidades podemos destacar varios, como los siguientes:
Descarbonización: Es la respuesta a la urgencia del cambio climático. Aunque la proporción de energías renovables (solar, eólica, geotérmica, marina...) ha aumentado y ya representa en España el 50,3% del total de la producción (según REE), es necesario acelerar la transición para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París de 2015 (COP21, Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). Este acuerdo es un tratado internacional legalmente vinculante que establece objetivos a largo plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 2 °C y esforzarse por no superar los 1,5 °C. El objetivo de descarbonización requiere cambiar el mix de energía generada dando también más peso al hidrógeno.
La proporción de energías renovables ha aumentado y ya representa en España el 50,3%
Electrificación: Es un reto para la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, especialmente en el ámbito de la movilidad donde la adopción de vehículos eléctricos es fundamental para reducir las emisiones de CO2 y la contaminación urbana. Este proceso exige no solo un aumento en la producción de energía renovable, sino también mejoras significativas en la infraestructura de redes eléctricas para soportar la creciente demanda y garantizar una distribución eficiente y estable.
Almacenamiento: En los últimos años se han producido grandes avances para implementar soluciones de almacenamiento de energía (baterías, por ejemplo) que permitan gestionar la variabilidad en la producción de energía renovable.
Digitalización: La adopción de tecnologías avanzadas como la digitalización y la inteligencia artificial optimiza la gestión de la demanda energética, mejora la eficiencia operativa y posibilita nuevos modelos de negocio, como las redes inteligentes.
Caída del mercado de algunos servicios: Las empresas energéticas están generando (datos de 2022 del Registro Mercantil), de media, una rentabilidad robusta, por encima del 7% sobre los capitales propios. Pero al mismo tiempo, hay empresas que están enfrentando caídas de ventas y pérdidas. Es el caso de empresas como Holaluz, Solarprofit y EIDF centradas en el autoconsumo solar fotovoltaico a las que está afectando la caída del mercado y la reducción de subvenciones. En estos casos, es clave la diversificación de productos y servicios y la reducción de costos.
Eficienciaenergética: Continuando con el reto de reducir costos y mejorar la sostenibilidad, es necesario innovar e implementar tecnologías que optimicen el consumo de energía, reduciendo así los costos operacionales y minimizando el impacto ambiental asociado a su actividad.
Captación y retención del talento: Las empresas están teniendo muchas dificultades para encontrar las personas que necesitan y esto se agrava por el hecho de que una parte importante de las plantillas están por encima de los 55 años. De acuerdo con McKinsey, esta franja de edad supera el 30% de las plantillas en las empresas energéticas.
Problemasregulatorios: La mala regulación, lentitud burocrática e inseguridad jurídica son obstáculos significativos que afectan negativamente a las empresas energéticas, especialmente en el sector de las energías renovables. Las regulaciones que cambian frecuentemente crean incertidumbre, dificultando la planificación a largo plazo y desincentivando las inversiones. Además, la falta de incentivos adecuados limita el desarrollo de nuevas tecnologías renovables. Los retrasos en la obtención de permisos, junto con procesos de aprobación complicados, aumentan los costos y reducen el atractivo de nuevas inversiones. La inseguridad jurídica, que incluye riesgos de litigios y protección insuficiente de contratos, añade riesgos significativos que pueden comprometer la rentabilidad de los proyectos.
La franja de edad superior a los 55 años supera el 30% de las plantillas en las empresas energéticas
En resumen, el sector de la energía se encuentra en un punto de inflexión marcado por la transición a la economía verde y la adopción de nuevas tecnologías, requiriendo una adaptación e innovación constantes. La colaboración entre Administración Pública, empresas energéticas y consumidores es esencial; y el papel de organizaciones como las asociaciones empresariales, el Clúster de l’Energia Eficient de Catalunya, centros de investigación (CIEMAT, IREC...) es crucial para favorecer esta colaboración. Y también es imprescindible un marco regulador claro y estable, soportado por procesos burocráticos eficientes y una fuerte seguridad jurídica, para atraer más inversión y acelerar la transición hacia un futuro energético más sostenible.