Son días muy movidos también en la Conselleria de Treball, Afers Socials i Família. La pandemia del coronavirus ha trastocado todos los planes de los gobiernos, que se focalizan ahora a activar planes de medidas económicas, reforzar el sistema de salud y garantizar la seguridad de su ciudadanía. Y más ahora que el Gobierno ya ha decretado el estado de alarma y la Generalitat se dispone a confinar toda Catalunya. VIA Empresa se encontró con el conseller de Treball, Chakir El Homrani (Barcelona, 1979) el penúltimo día de febrero justo cuando el Covid-19 llegaba a Catalunya y las cifras todavía no tenían nada que ver con las actuales. Entonces, el conseller ya advertía que "hay que ser consciente de la variable no controlada que puede tener el coronavirus en el tejido económico". Dos semanas después, hemos seguido en contacto con el conseller que pide ahora "incentivar el teletrabajo, la flexibilidad y tener un permiso específico que nos permitan habilitar situaciones de conciliación".
¿Cómo afectará el coronavirus al mundo laboral?
Hay variables que no tenemos controladas. Ahora empezaremos a vivir la variable que genera el coronavirus en el tejido económico. Y es razonable ser consciente. Es importante impulsar todavía más el teletrabajo, la flexibilidad y situarlo más allá de los ámbitos donde está regulado por convenio colectivo. Es decir, que se puedan impulsar mecanismos de más flexibilidad.
"Es importante impulsar todavía más el teletrabajo, la flexibilidad y situarlo más allá de los ámbitos donde está regulado por convenio colectivo"
¿Qué otras medidas se tienen que tomar?
Adaptaciones del calendario laboral, reprogramación de actividades laborales y formativas para evitar que los centros de trabajo sean espacios de contagios, redistribución de la jornada laboral y establecimiento de elementos de sistemas de permisos. Además, instamos de forma rápida a generar aquel permiso que permita la conciliación entre el cuidado de niños y personas dependientes que, por motivos de decisiones vinculadas a la situación de pandemia del coronavirus, tengan que cambiar sus hábitos. Esto nos permitirá dar respuesta a la conciliación a la respuesta que se da para evitar la pandemia. El plan de choque de Foment del Treball es un grave error: hacer pagar siempre a los más débiles para defender a los poderosos.
Hablaba de variables que no tenemos controladas como el coronavirus. ¿Cuáles sí que podemos controlar?
La cuestión del diálogo social y la concertación. Creo que la mejor vía con que avanzamos en el mundo del trabajo es cuando somos capaces de dialogar los agentes con varios intereses y de llegar a aquellos acuerdos que acaban generando nuestro modelo de trabajo. Para hacer esto, son absolutamente necesarios estos más de 50.000 delegados sindicales porque son quienes da musculatura al tejido sindical de este país y que dotan de sentido el diálogo y concertación más por arriba. Catalunya es un país con mucha tradición de diálogo social y de concertación, pero tenemos que profundizarlo y ponerlo en valor.
Usted, como la consellera Dolors Bassa, venía del mundo del sindicalismo. ¿Qué representa el sindicalismo para nuestro país?
Primero decimos nuestro nombre, después nuestra profesión. Esto nos crea identidad. Más allá de las siglas sindicales, los delegados ponen en juego su nombre y apellidos. No somos conscientes de lo importante que son en nuestro sistema laboral y en nuestro tejido del trabajo. Por uno de los aspectos por el cual yo soy muy crítico con las reformas laborales que hemos vivido en el Estado español en los últimos años, es que han debilitado el tejido negociador. Y para mí esto es un drama.
"Catalunya es un país con mucha tradición de diálogo social y de concertación, pero tenemos que profundizarlo"
Hablando de reforma laboral: ¿se tiene que modificar o derogar?
Se tiene que cambiar. ¿De verdad pensamos que nuestro modelo tiene que estar basado en aquello que representa la reforma laboral? Tenemos un problema: esta incertidumbre en torno el marco normativo en el ámbito laboral afecta la productividad del país y puestos de trabajo. Cuanto más tiempo alarguemos esta incertidumbre, más negativo es para la economía de nuestro país.
¿Cómo se le puede dar la vuelta?
Las reformas laborales salieron adelante con un modelo muy claro en la cabeza y no ha generado ni más empleo, ni ha hecho que nuestro tejido productivo fuera más resiliente a una situación de crisis, ni nada de esto. Ha sido al contrario. ¿Ha abordado la cuestión del presencialismo? ¿Los retos de la industria 4.0? ¿Que el Estado español tiene la energía más cara?
2019 cerró con un 50% más de EREs que el año anterior: 403 en toda Catalunya.
Estamos muy lejos de los datos de 2009 y 2010, cuando en el Departament de Treball le tocó gestionar más de 3.000 EREs. Ahora, si tú vives en un Estado donde puedes hacer EREs preventivos sin ningún motivo es preocupante. En vez de cuidar al tejido industrial, facilitamos que se vaya. Y esto también es fruto de la reforma laboral.
¿Cómo se está gestionando el conflicto con los riders de empresas como Glovo?
Es un tema complejo. Cuando hace unos años aparecieron empresas que repartían a domicilio, se les aplicaba el convenio y fue un nuevo sector que apareció. ¿Tienen que tener una figura específica las nuevas? ¿No tienen que jugar con las mismas reglas del juego? No puede ser que no se cumpla el marco de inicio.
¿Y cómo adecuamos las reglas del juego al modelo laboral cambiando actual?
Si generamos esto, haremos que sectores que aplican el marco normativo, también pidan excepciones. Si tenemos que debatir cómo tenemos que adecuar las reglas del juego porque tenemos que tener la capacidad de adaptarlas, de acuerdo, pero lo tenemos que decidir entre todos. Si no cumplimos el contrato social, sembramos el caos. Si todo el mundo es falso autónomo, ¿de qué manera mantenemos el sistema?
"Si vives en un Estado donde puedes hacer EREs preventivos sin ningún motivo es preocupante. En vez de cuidar al tejido industrial, facilitamos que se vaya"
Después del accidente de la química de Tarragona, dijo que esto transformaría la relación de la ciudadanía con el sector.
El propio sector empresarial y los trabajadores y vecinos han entendido en este accidente un punto de inflexión. Ha generado un antes y un después. No queremos prejuzgar cuáles son las causas porque hay una investigación abierta. Tenemos que ser justos, pero también ser exigentes.
¿En qué sentido?
Tenemos que acabar con la accidentalidad laboral, que es una lacra de este país.