Josep Mateu (Girona, 1954) es el presidente y CEO del RACC. De formación economista, está especializado en alta dirección y planificación estratégica y también ocupa altos cargos en la Cambra de Comerç de Barcelona, Femcat o la Universitat de Barcelona, entre otros. El pasado 19 de octubre fue reelegido como presidente del RACC que tiene "raíces y alas" gracias a más de 1.400 trabajadores y 811.000 socios a la vez que da cobertura a más de 10 millones de personas de todo el mundo.
Mateu se autodefine como "un directivo positivo" y cree que todo cambio se tiene que hacer de forma gradual. Incluso, imprime alguno de los artículos de prensa que más le gustan y que encuentra por Internet. Años después de haber trabajado en una gran empresa australiana, todavía recuerda los eslogans "cualquier cosa, cualquier lugar y cualquier momento" y "tranquilidad de espíritu". "Los directivos son los empresarios del siglo XXI", asegura en esta entrevista para imprimir con VIA Empresa.
Cómo ha vivido este 2020 marcado por la pandemia y el confinamiento?
El otro día hacía la agenda del año y el 8 de enero de 2020 fui al Dakar celebrado en Arabia Saudí porque tenemos pilotos que participan como Carlos Sainz, Laia Sainz o Isidre Esteve. Era impensable creer entonces que depués de un año estaríamos donde estamos. Ha sido muy complejo. Nos hemos podido adaptar a las nuevas situaciones que se iban creando, gracies a que los últimos cuatro años hemos hecho una inversión tecnológica muy grande, de 20 millones de euros, y en marzo acabamos una fase muy importante de implementación que nos ha permitido aplicar el teletrabajo. Sino, habríamos tenido un problema muy grave y habría sido imposible. En el RACC somos 1.200 personas y todavía hay 1.000 teletrabajando.
Usted es presidente del RACC desde 2015 y director general desde 1995. El pasado 19 de octubre fue reelegido como presidente.
Antes de entrar en el RACC, venía de una empresa australiana de logística australiana y era el country manager en España. El cliente nos probaba cada día y en aquel momento teníamos dos ideas clave: "cualquier cosa, cualquier lugar y cualquier momento" y "tranquilidad de espíritu". Esto también lo implementé en mi época de director general del RACC.
"Hemos transformado un club de conductores en un mobility club de servicios, no sólo cuando el cliente conduce el coche sino cuando se mueve"
El RACC es un club de automóviles o de servicios de movilidad? Qué balance hace de su mandato?
Si hago balance de estos cuatro años, hemos hecho una reforma importante del gobierno corporativo y hemos transformado un club de conductores en un mobility club de servicios, no sólo cuando conduce el coche sino cuando se mueve. Queremos estar cerca de los clientes en todos los ámbitos de la movilidad. También hemos trabajado mucho la transformación tecnológica para estar preparados y afrontar la covid-19, así como garantizar la solidez económica y la supervivencia del club.
Qué nuevos retos tiene ahora por delante?
Somos una entidad con un grupo de empresas y queremos la continuidad a largo plazo. Hemos aumentado el patrimonio neto y queremos ganar todavía más capacidad de influencia y relevancia en la sociedad. El RACC era conocido en el ámbito deportivo y empresarial, pero también en la movilidad de las ciudades y el país. Creamos un laboratorio de negocio y nuevos servicios desde dónde han salido iniciativas como el CityTrips, Nestor (asistente) o el RACC etCuida para la gente mayor.
A la vez, en el ámbito deportivo del motor hemos mantenido la ayuda y la formación de nuestros pilotos, les damos raíces que son los valores del club y el deporte y también alas para despuntar a la hora de competir. El RACC tradicional tiene que financiar el del futuro. El balance que hacemos es muy positivo.
He leído una frase suya que dice así: "La suerte, la buena suerte, es el resultado de cuidar los detalles"
Para liderar una gran empresa como esta se necesita cuidar todos los detalles. Si los cuidas muy bien y eres riguroso con las cosas que haces, entonces es posible que tengas buena suerte. Si no lo haces, será menos probable que la tengas. Un punto de suerte siempre lo tienes que tener. Ser detallista es una calidad mía que intento que la organización también tenga.
Y otra: "Liderar es ayudar, servir"
Liderar es escuchar, ayudar y servir. Me gustan los grandes dirigentes que dicen que han servido.
Qué papel cree que tiene que tener la empresa dentro de la sociedad?
La empresa es un generador de riqueza económica, social, individual, personal e intelectual. Tiene que generar riqueza en la sociedad.
"El empresario siempre piensa en el largo plazo y los políticos están demasiado centrados en el corto plazo"
"Empresarios, un paso adelante!", escribe Jordi Tarragona.
Hay muchas cosas en el ámbito político. Hay problemas que en un momento tan delicado como el actual se tendrían que afrontar de forma empresarial. El empresario siempre piensa en el largo plazo y los políticos están demasiado centrados en el corto plazo. Cuatro años de mandato y muchas cosas que no pueden tener una rentabilidad de hoy para mañana. La colaboración público-privada cuesta mucho y no es por culpa de las empresas sino de la administración pública que le cuesta mucho ver que la colaboración e injerencia de la parte empresarial en el ámbito público es positiva.
Hemos avanzado en la colaboración público-privada?
Te pongo dos ejemplos; el primero es el del Circuito de Catalunya que es una entidad pública, nosotros somos accionistas minoritarios y necesitamos que el mundo empresarial esté involucrado. Cuesta mucho que la administración deje que los empresarios se involucren de verdad y no sólo en rueda de prensa. El segundo es la gestión del área metropolitana de Barcelona, creemos que Barcelona no es sólo problema de la ciudad sino de toda el área metropolitana y en la gestión tendría que haber mucha más colaboración público-privada y no dejarlo sólo en manos de la administración pública.
Qué relación tiene el RACC con el Ayuntamiento de Barcelona?
Con las administraciones siempre intentamos tener máxima colaboración y exigencia. La relación con el Ayuntamiento de Barcelona actual es muy compleja. El liderazgo es una conversación entre diferentes personas, no sólo un monólogo.
No hay diálogo?
El Ayuntamiento de Barcelona está actuando sin preguntar ni escuchar y esto lo hace todo muy difícil. Ha habido una forma de actuar sin liderazgo compartido ni conversación. Se tiene que diferenciar la parte del PSC que ha tenido experiencia de gobierno durante muchos años y están más acostumbrados a escuchar y compartir.
"El planteamiento de movilidad de Ada Colau en el espacio urbano se ha hecho unilateralmente, sin escuchar los empresarios de esta casa. Ha pasado de nosotros, pero cambiará de opinión", aseguraba Josep Sánchez Libre en una entrevista en VIA Empresa.
Es muy difícil, cuando el actual gobierno municipal empezó a gobernar ya tenían mucha desconfianza en la sociedad civil organizada. Era desconfianza, con el tiempo puede haber voluntad de colaboración y construir. Pero esto no se ha superado, se habla muy poco con ellos y piden muy poco nuestra opinión. Estoy de acuerdo con lO que dice Sánchez Libre, es un diálogo muy difícil pero no por parte de la sociedad civil sino por su parte.
"El diálogo con el Ayuntamiento es muy difícil pero no por parte de la sociedad civil sino por su parte"
"Tener una administración eficiente y colaboradora es una necesidad de país", defendía Elena Massot en otra entrevista en VIA Empresa.
Se necesita un interlocutor moderno, abierto de miras y que piense en grande. Tiene que pensar que la ciudad no es sólo de la gente que vive. Para entendernos: Barcelona no es sólo de los barceloneses, sino también de toda aquella gente que vive y entra y sale cada día para trabajar en la ciudad y de aquellos que la visitan. Barcelona es de todos y la solución es metropolitana. Si cada día, antes de la pandemia, había un millón de personas que accedían a la ciudad, ahora a pesar de ser menos no se los puedes dificultar la movilidad interna. Todos los temas de movilidad se tienen que hacer progresivos porque sino dejas atrás a mucha gente. Si quieres eliminar el vehículo privado de la ciudad lo tienes que hacer de forma progresiva, tienes que adecuar el transporte público de entrada y salida. Pero, no hay diálogo sobre este tipo de medidas.
Falta diálogo y visión estratégica en movilidad?
No se ha pensado todavía qué tipo de ciudad se quiere y es entonces cuando tendremos que decidir qué tipo de vivienda, cultura o ciudad queremos. La pandemia nos ha demostrado que el turismo tiene un valor para la ciudad y que aquello que criticábamos tanto, ahora lo echamos de menos. Hace falta un plan organizado por parte de la gente que vive y trabaja en la ciudad. Conocemos el modelo de ciudad que quieren aquellos que gobiernan, pero no el modelo de aquellos que viven y trabajan.
Qué cree que queremos los que vivimos y trabajamos en Barcelona?
La movilidad tiene que ser un elemento de ayuda al progreso económico y social de la ciudad. Tenemos que pensar en el cambio climático y la calidad del aire, una movilidad más saludable, más segura y sin accidentes. Si sólo pensamos en la calidad del aire, el cambio climático... Nos lo cargaremos todo, se tiene que hacer de forma progresiva. Barcelona tiene que decidir si quiere ser Boston o una ciudad balneario. Nadie nos ha explicado todavía qué tipo de ciudad queremos y la movilidad tiene que ser una herramienta para desarrollarlo.
Se tiene que regular la movilidad o dar vía libre?
La movilidad se tiene que gestionar desde una visión metropolitana y tienen que participar tanto agentes privados como públicos. No se puede administrar la movilidad sólo desde la vertiente pública. El 75% de las personas del área metropolitana no trabajan ni van a la universidad ni al hospital de su municipio. La gente se tiene que mover, tienes que tener una red de transporte público muy bien desarrollada y con buena comunicación, tarifas asequibles... Desde una gobernanza público-privada.
"Barcelona tiene que decidir si quiere ser Boston o una ciudad balneario"
Barcelona es un referente real de movilidad en todo el mundo?
Barcelona es una ciudad que anda, hay mucha gente que va a pie.
Qué puede aprender de grandes ciudades europeas como París, Copenhague o Berlín?
Barcelona podría copiar la red de estaciones de París, hay muy poca distancia desde donde trabajas hasta una estación de transporte público. En Berlín hay muchas compañías de sharing y en Copenhague son un referente en movilidad ciclista y tienen unos carriles bici que son una maravilla. Aquí hay muchos carriles que acaban en la acera y entonces el peatón se molesta. Barcelona puede ser un referente de la movilidad si hace los deberes.