Najat El Hachmi (Nador, Marruecos, 1979) se define como mujer, escritora, feminista y madre. Nos encontramos con ella dos días antes del Día Internacional de la Mujer, el 6 de marzo, en el Novotel de Cornellà y en el marco de una conferencia organizada por el Cornellà Creació sobre feminismo. Pero volvemos a hablar el mismo día de Sant Jordi para saber cómo está viviendo el confinamiento y la Diada del libro y de la rosa una autora con siete libros bajo el brazo y ganadora de Ramon Llull, la escritora del Último patriarca, que fue la novela más vendida en Sant Jordi de 2008. La escritura es una herramienta de revelación para ella, que asegura que plasmar sus pensamientos así la ayudó a "identificar su malestar". Y es que, por ejemplo, habla de las pérdidas personales que le comportó el hecho de luchar por el feminismo, contra las creencias machistas y, en definitiva, batallar para que la igualdad y la libertad de las mujeres sean una realidad.
¿Cómo está viviendo el confinamiento?
Con resignación, intentando no pensar en el futuro y recordando que, a pesar de todo, yo tengo de momento condiciones de vida mínimas aseguradas: agua corriente, electricidad, internet, comida... En muchos lugares, la gente no dispone de todo esto y está igualmente encerrada.
Hace 12 años, su novela El último patriarca fue la más vendida en catalán por Sant Jordi. ¿Cómo afrontaba este año la fiesta?
Con mucha más calma y serenidad, aquel año fue una locura. Y todos los años, de hecho, seas muy vendida o no, Sant Jordi es una maratón para cualquier escritor.
Con esta situación, ¿los autores os tendréis que reinventar?
Esperamos que la situación sea temporal. Yo estoy haciendo cosas que no había hecho antes como vídeos y charlas en directo, pero el oficio es el de siempre. Todas estas circunstancias no cambian a la soledad ante la hoja en blanco y la mezcla de ilusión e incertidumbre que comporta cada proyecto literario nuevo.
"Si nos pasamos a la compra online, estaremos empobreciendo el tejido comercial de nuestros barrios porque una librería es mucho más que un lugar donde comprar libros"
¿Qué impacto tendrá el coronavirus en el sector?
Al parecer, muy importante porque no se pueden vender libros y los únicos que lo hacen son gigantes como Amazon que ejercen una competencia muy feroz y desproporcionada sobre las librerías locales. El lector tendría que recordar que si nos pasamos todos a la compra online, estaremos empobreciendo el tejido comercial de nuestros barrios porque una librería es mucho más que un lugar donde comprar libros, son espacios de encuentro y dinamizadores culturales.
¿Estáis recibiendo apoyo de las administraciones?
El sector editorial también puede quedar muy tocado porque ya venimos de una crisis muy importante del sector. Nos haría falta un apoyo institucional más decidido, no sólo para el libro, sino para la cultura en general, pero yo no veo mucha preocupación a este nivel. Sin cultura no hay democracia porque no hay ciudadanía crítica.
¿Qué representa la escritura para usted?
La escritura me permitía plasmar estas cosas antes de pensarlas en voz alta. A veces, te pasan cosas que te cuestan de entender y tienes la sensación de que estás viviendo algo que no te gusta. A través de la escritura, he ido identificando todo este malestar. El mío, el de mi entorno inmediato, el de mi cultura de origen, el de las mujeres de mi familia... He intentado crear historias en este contexto para identificar cómo están condicionadas las mujeres y cómo las afecta a todos niveles. La ficción te permite ir penetrando en todas las capas de las personas, no sólo en las ideas, sino también en lo más íntimo, como la sexualidad. Estamos hablando de una cosa que nos estuctura.
Vino a Catalunya con 8 años. ¿Ha visto una evolución en materia de inmigración y derechos?
Veo fenómenos nuevos muy complejos. Cuando llegamos era más fácil esta igualdad, en el sentido de que no teníamos, por ejemplo, el control social que tuvimos después cuando llegaron más personas de nuestro destino de origen. Todas las corrientes del fundamentalismo islamista y todos estos discursos que están presentes hoy en día, niegan el machismo y, por lo tanto, lo perpetúan. Ahora nos tenemos que afrontar con esto. Antes lo hacíamos con el patriarcado clásico, que ya era mucho; y, en cambio, ahora, esta idea tan básica se ha articulado de una manera muy sofisticada.
"En nombre del islam, nos venden que la discriminación es normal"
¿Por qué?
Porque han surgido mujeres de procedencia musulmana que te dicen que es natural que nosotras tengamos que estar en un lugar de segunda. En nombre del islam, nos venden que la discriminación es normal.
¿Mujeres musulmanas?
Mujeres musulmanas que reivindican que el islam es feminista y no machista. Niegan el machismo y es muy difícil luchar contra una cosa que no existe. Si, por ejemplo, yo estoy obligada a taparme, no es que sea machista, es que lo elijo libremente. Y, además, como que hay algunos pasajes del Corán que hablan bien de las mujeres, ya tienen todo el discurso del feminismo islámico.
¿Cómo es que se ha producido este cambio?
Esta es una de las cosas que yo denuncio porque es un cambio que nos hará ir atrás, que frenará mucho nuestros anhelos de libertad y de igualdad y nos volverá a cerrar dentro de una comunidad.
Y que pasa si nos cerramos dentro de una comunidad?
Yo estoy muy en contra de la idea de que haya una comunidad musulmana organizada porque no quiero ser comunidad, quiero ser ciudadana. Además, en estas comunidades, las mujeres tenemos las de perder. Tienen unos discursos en que se quejan de la presión que reciben por ser feministas y te dicen que esto es una actitud colonizadora y racista de la mujer blanca occidental. Te dicen que el feminismo es el que cada una de nosotros decidimos. Y no.
"El feminismo es elegir igualdad y elegir libertad. Si eliges discriminación y sumisión, estás eligiendo machismo"
¿Qué es el feminismo?
El feminismo no es una elección personal, ni es elegir cualquier cosa. El feminismo es elegir igualdad y elegir libertad. Si eliges discriminación y sumisión, estás eligiendo machismo. Hay este cortocircuito porque se sienten presionadas, porque llevan pañuelo y son creyentes y entonces desarrollan todo este discurso.
¿Cómo se puede luchar contra esto?
Desactivando su discurso con datos objetivos y con conocimiento. No me puedes decir que el islam es feminista porque es un anacronismo. El feminismo nace mucho más tarde y a raíz de la Ilustración, y las religiones no son feministas, no hay ninguna que lo sea. Y lo que señalan como feminista en una religión, es machista. Cuando me dices que me tengo que tapar para protegerme, es un discurso machista porque yo no quiero tenerme que proteger.
¿Y cómo se neutralizan discursos así?
Se tienen que confrontar estos discursos y no lo estamos haciendo por miedo al racismo. También están usando la estrategia de acusar de racismo a cualquier persona que haga una crítica al islam y a estos discursos.
Entonces, ¿es muy difícil desmontarlo?
Es agotador, pero se tiene que hacer. Porque están difundiendo muchas cosas falsas sobre el islam para hacerlo más bonito de lo que es. Y yo no estoy en contra de la libertad de culto, ni de la libertad religiosa, lo respeto; pero tengo que poder hacer una crítica a la carga de misoginia del islam sin ser acusada de islamófoba.
¿Te acusan directamente?
Sí, soy una islamófoba oficial [ríe].
"Ahora nos están diciendo que el feminismo de las mujeres blancas occidentales no es válido para todas las mujeres y que nosotras nos tenemos que buscar otro feminismo"
¿Hay diferencias vinculadas al trato, a la brecha salarial, etcétera; entre las mujeres marroquís y las catalanas?
Yo no me había visto nunca diferente. Las autoras que he leído son tanto catalanas como otros países y he intentado aprovechar todo lo que me aportaban sin hacer distinciones. El problema es que ahora también nos están diciendo que este feminismo de las mujeres blancas occidentales no es válido para todas las mujeres y que nosotras nos tenemos que buscar otro feminismo. Esto lo que hace es separarnos y dividirnos y después neutralizar todos los avances que se han conseguido en la sociedad occidental e impedir que sean internacionales.
¿No es internacional esta lucha?
En los países de origen también hay muchas mujeres que están luchando por la igualdad y no son islamófobas. Y allí no es tan fácil. Hay una actitud muy individualista de decir que lo que me pasa a mí sirve para medirlo todo, yo decido si hay o no machismo y obvio la realidad que están viviendo millones de mujeres, incluso las que están encarceladas y las que se han tenido que exiliar por el hecho de reivindicar su igualdad. Se tiene que continuar recordando qué es el feminismo porque es un valor universal que tenemos que compartir todas las mujeres.
"Se intenta neutralizar el discurso feminista cuando se hace referencia a determinados colectivos para no fomentar el racismo"
¿Hay divisiones más fuertes entre mujeres?
Cuanta más gente esté implicada en el feminismo, más debate tendremos. El objetivo principal del feminismo es ocuparse de analizar, describir y combatir las estructuras del patriarcado y del machismo. No definir cómo es la mujer, como se siento, si se siente representada o no... A mí me es igual sentirme representada. Mi preocupación es si se están tomando medidas concretas para evitar los asesinatos de mujeres, si se están haciendo leyes que protejan las víctimas de violación... Que esto es para todas las mujeres. En la práctica, intentamos neutralizar el discurso feminista cuando se hace referencia a determinados colectivos para no fomentar el racismo.
¿Y esto qué comporta?
Vamos acumulando los machismos: el de siempre, el que traemos de origen, el fundamentalismo, el de los antirracistas y el de los relativistas que creen que se puede tolerar que haya mujeres que estén en situación de discriminación porque su cultura así lo establece. Esto es machismo y racismo.
¿Sufrimos violencia económica las mujeres?
Esta discriminación está y se tiene que tomar conciencia y batallar. Tenemos un hueso muy duro de roer y es que muchos no quieren renunciar a sus privilegios. A algunos hombres, todavía les cuesta ceder un poco y tienen que entender que lo tienen que hacer sí o sí.
"A algunos hombres, todavía les cuesta ceder un poco y tienen que entender que lo tienen que hacer sí o sí"
También hay hombres que hacen discursos que visten de feminismo y que en el fondo son mucho machistas.
Estos hombres se ponen a explicarnos a nosotras qué es el feminismo y la suelen cagar bastante. Entre las mujeres, sí que estamos muy concienciadas, pero no sé hasta qué punto los señores se sienten interpelados por todo esto. Es cómo si no tuviera nada que ver con ellos. Llevamos un trabajo muy largo hecho y, de golpe, te sale alguien con un discurso de párvulos de feminismo o machismo.
¿Quizás no llega el mensaje?
No acaban de ver que esto va mucho con ellos, y más vale que empiecen a verlo porque sino la separación entre hombres y mujeres se irá haciendo cada vez más grande. Si tú creces en una cultura feminista, no te podrás entender con alguien que no esté. Yo les diría que, aunque sea porque los gustan las mujeres, se interesen en el feminismo. Porque serán sus compañeras y nos costará encajar con sus esquemas anticuados.
¿Cómo sería un mundo liderado por mujeres?
Tenemos que estar en la mitad de todos los sitios porque somos la mitad de la población y es lo que nos merecemos. Podemos ser fantásticas y maravillosas y hacerlo todo muy bien o podemos ser tan mediocres como los hombres mediocres que están en los puestos de poder. No es una cuestión de que lo hacemos mejor, es una cuestión de justicia. Queremos la mitad de todo porque somos la mitad de todo. Tenemos derecho a no ser fantásticas y a ser mediocres.
"Las mujeres tenemos derecho a no ser fantásticas y a ser mediocres"
¿Cuando llegaremos a la paridad?
No lo sé, hablamos de muchos años.
En el Último patriarca contrapone la historia de su hija con el conservadurismo y la tradición. ¿Cómo hemos evolucionado?
La vida que tiene mi hija no tiene nada que ver con la que tenían mi madre o mis abuelas. Esto es por el cambio que yo hice conmigo misma con mi propia vida. Cuando estás en contacto con este sistema y te comporta unas pérdidas personales muy importantes, hay muchos momentos en que dudas sobre si realmente vale la pena, si te sale por anticipado perder tantas cosas importantes a cambio de esta libertad e igualdad. Yo, desde que tengo mi hija, estoy más convencida que nunca que sí que valió la pena.
Usted ha tenido que luchar contra unas creencias limitantes y desmontarlas...
Tuve que batallar contra esto. No lo tenía asumido, sino que me tuve que afrontar para poder trabajar, estudiar, salir, para pelearme con quien quiero, para poder vestir como quiero...
¿Cree que su crecimiento personal es también un regalo para su hija de 8 años?
Ella tendrá un choque el día en que salga al mundo y descubra que hay casas donde los señores no hacen los trabajos del hogar. Al·lucinarà porque se ha encontrado con que, incluso, hace más trabajo el padre que yo. Por eso, animaría a todos los hombres a hacerse feministas para triunfar con las mujeres, pero de verdad, no de boquilla porque serán los más buscados y cotizados.
"Muchas mujeres se han hecho autónomas en el momento de tener hijos para compaginar la crianza, pero es una decisión que acaba comportando una situación de precarización enorme"
¿Por qué las mujeres tomamos más pastillas contra la depresión?
Hay estudios que dicen que estamos en cifras alarmantes de consumición de ansiolíticos y que las principales consumidoras son las mujeres. Nos lo tendríamos de coger como síntoma de un malestar muy importante que vivimos las mujeres. Hay situaciones muy límite y las mujeres estamos cargando con muchas cosas, con muchas presiones y con muchas normas, que van desde el entorno laboral, a la comida, a la manera de vestir... Y hay situaciones de más precariedad. Muchas mujeres se han hecho autónomas en el momento de tener hijos para compaginar la crianza, pero es una decisión que acaba comportando una situación de precarización enorme porque cobran poco y, a la larga, las pensiones serán más bajas.
El estudio dle Departament de Treball sobre la Evolución de la brecha salarial en Catalunya ponía de relieve que, mientras las mujeres logran su máximo salarial entre los 35 y los 44 años, los hombres lo aumentan a lo largo de su vida.
¡Ostras! Acabo de cumplir 40 [bromea]. Es ideológico. Muchas veces ponen la excusa de la maternidad como el motivo de esta brecha salarial y yo no compro esta hipótesis porque, entre otras cosas, en España estamos teniendo 1,3 hijos, cosa que no justifica casi un 30% de brecha. En muchos casos, nos pagan menos porque creen que merecemos menos. Es como con los inmigrantes.
¿Cómo se vive en el Marruecos la cuestión de la igualdad?
Marruecos es una dictadura. Por mucho que hagan las mujeres, que hay muchas que son muy activas y están luchando por cosas muy concretas, necesitaría una transformación a nivel de democracia. Porque no hay democracia ni para las mujeres, ni para los hombres.
"Estamos cayendo en el error de pensar que nuestros actos individuales salvarán el planeta porque, mientras tanto, los grandes monstruos están lo destrozando"
Usted también habla de ecologismo. En un artículo, decía que son las grandes tecnológicas las que tienen más responsabilidad en este sentido y no tanto lo que hacemos como ciudadanía.
Estamos cayendo en el error de pensar que nuestros actos individuales salvarán al planeta. Somos poderosos, pero si tienes a los grandes monstruos que están destrozando el planeta de una manera tremenda y que son los principales causantes de la contaminación... Yo no soy igual de responsable que la petrolera que sea. Y más cuando todo el sistema de producción está pleno de elementos contaminantes.
Y eso sumado a la obsolescencia programada, que cada vez se acelera más.
Esto tendría que estar regulado por ley. Tiene que haber un cambio político, no individual.
¿Un consejo para estos días?
Que intentemos no preocuparnos por avanzado, que intentemos que la perspectiva de un futuro incierto no nos amargue el presente. Y que nos cuidemos y miremos de cuidar a los más frágiles.