Minutos antes de empezar el debate Horizonte 5G. Oportunidades para la empresa catalana con la llegada del 5G, organizado por el SC Trade Center, y con la colaboración de VIA Empresa, el vicepresident del Govern y conseller d'Economia, Pere Aragonès, dedica un rato a hablar con este medio. Conversamos sobre la nueva tecnología, sobre las intervenciones a distancia y la neutralidad de la red en el ámbito regulatorio, pero también sobre la situación económica en Catalunya y sobre los retos que la empresa catalana tiene por delante. El regreso de las sedes sociales en Catalunya, el anteproyecto de ley de contratos de servicios a las personas y la devaluación salarial también marcan el transcurso de la entrevista.
El PIB ha crecido un 2,1% durante el primer trimestre de 2019, mientras que las exportaciones han caído un 1%. ¿Cómo va la economía catalana?
La economía catalana lleva desde finales de 2013 en crecimiento y, por lo tanto, somos una economía robusta. Los factores que hacen impulsar el crecimiento y que están en la raíz de haber iniciado el crecimiento antes que el Estado español son la mayor internacionalización de la economía catalana y un mayor peso de la industria, donde el PIB está en torno al 20% cuando en el Estado español es inferior. Somos los primero en notar cuando hay cambios en el mercado internacional.
También somos pioneros en esto.
Sí, de hecho somos un indicador vejado. La economía catalana es un indicador avanzado de lo que acabará pasando en la economía del Estado. Los mercados que son el destino de la mayor parte de nuestros productos, sobre todo de mercados del centro y norte de Europa, están en una etapa de moderación de crecimiento y esto es nota y es lo que explica este dato del primer trimestre de un 1,1% en el ámbito de las exportaciones.
"La economía catalana es un indicador avanzado de lo que acabará pasando en la economía del Estado"
¿Qué previsiones hay para este 2019?
Creceremos por encima del 2%. La perspectiva es positiva. No es tan importante el crecimiento en términos absolutos ni relativos, sino que es muy importante como se reparte este crecimiento. Una de las buenas noticias es que seguimos con la reducción del paro, que estamos al 10,6%, y acabaremos el año en el 10% pelado.
Las exportaciones han caído en parte por el granel, pero también por el sector del automóvil.
El peso de la exportación en la agricultura es importante, pero el peso de la agricultura en el total de la exportación no es tan estructural como el químico o el sector del automóvil. Estamos viendo un cambio de paradigma que nos está afectando y que tenemos que adaptar a la industria, no sólo por las plantas que tenemos en Catalunya de fabricación y de ensamblaje, sino también todos los componentes industrio-auxiliares.
¿Cómo se posiciona Catalunya a escala internacional?
Nosotros somos competitivos en productos de alta y media tecnología, que es donde tenemos mayores cuotas de exportaciones. El total de exportaciones en Catalunya ha crecido mucho en los últimos años y, de hecho, ya prácticamente hemos superado los dos tercios de exportaciones fuera del Estado español respeto a las que se hacen en el resto del Estado. Tenemos que tener muy presente que este crecimiento no ha ido acompañado al mismo ritmo de un crecimiento de las empresas exportadoras. Hay más empresas que exportan, pero las que ya exportaban, lo hacen mucho más.
¿Qué retos nos plantea todo ello?
Uno de los primeros retos es seguir con la internacionalización de nuestra economía. También tenemos que ser competitivos en innovación y conseguir que la batalla de precios la hagamos en otros ámbitos que no sean el factor trabajo porque en buena parte hemos sido competitivos gracias a la devaluación salarial, que se produjo durante los años de la crisis económica y se ha alargado hasta hace dos años, pero tenemos que poder ser competitivos en otros ámbitos, como el energético, que es muy importante, la innovación es fundamental y la mejora del capital humano y por eso hacemos una apuesta por la formación profesional.
"Tenemos que seguir internacionalizando nuestra economía, ser competitivos en innovación y conseguir que la batalla de precios la hagamos en otros ámbitos que no sean el factor trabajo"
¿Qué le pasa a la economía catalana cuando vienen épocas de recesión?
Tradicionalmente, cuando quieres superar una recesión y quieres ganar competitividad de cara al exterior, uno de los mecanismos más habituales que había era la devaluación monetaria. Ni Catalunya ni el Estado son soberanos en materia de política monetaria porque está cedido al Banco Central Europeo y, por lo tanto, no puedes hacer una devaluación monetaria y la alternativa es hacer una devaluación de salarios.
¿Es útil para la economía devaluar los salarios?
Es útil momentáneamente para salir de la crisis, pero hoy nuestra sociedad es más desigual. Tenemos que mejorar el capital humano y ser competitivos en otros ámbitos como energía, en costes financieros, en infraestructuras... Competitividad en bajos salarios y este no es el modelo de crecimiento que queremos.
Últimamente, estamos viendo cómo a muchas empresas están haciendo EREs. ¿Qué representa esto para la economía? ¿Vuelve la crisis?
Estamos yendo hacia una fase más madura de crecimientos que se situarán alrededor del 2%. De hecho, todavía estaremos con crecimientos del PIB que doblarán la media de la zona euro. Creo que responden más a cambios en determinadas industrias.
¿Como por ejemplo?
El uso masivo de datos, el acceso a la tecnología, a internet y los nuevos negocios que se unen a este ámbito está cambiando nuestra base productiva.
Decía en la Reunión del Cercle d'Economía en Sitges que "Catalunya tiene que ser un Estado emprendedor". ¿Cómo tenemos que actuar para serlo?
Nosotros, como Generalitat, hay muchos ámbitos que no podemos regular, pero sí que podemos intervenir en el mercado. El gasto público siempre impacta en la dinámica de la economía.
"Como Generalitat, hay muchos ámbitos que no podemos regular, pero sí que podemos intervenir en el mercado"
¿Y como podemos generar este impacto?
Necesitamos que haya instrumentos que permitan la financiación de proyectos que son rentables a medio y largo plazo. ¿Cómo superamos esta trampa del curterminisme financiero? Apostando por aquello que Mariana Mazzucato llama el "capital paciente". Y aquí, la función que hace el Institut Català de Finances (ICF) tiene un papel muy importante.
¿En qué ámbitos podemos generar impacto?
En los costes energéticos, que son muy altos para nuestras empresas. Esto se debe de a la concentración en generación, distribución y comercialización de energía que hay en el Estado y a la conexión insuficiente con Europa. La Generalitat es propietaria del mayor número de techo en Catalunya donde se pueden poner placas fotovoltaicas. Por eso hemos presentado la estrategia de servicios energéticos a los equipamientos e infraestructuras de la Generalitat para crear una generadora de energía con el objetivo de que en 2035 el 100% de la energía que consuma la Generalitat de Catalunya sea autoproduïda.
¿Cómo nos está afectando ahora la intervención de las finanzas?
En este momento, con el levantamiento del 155 ahora hace un año, la parte de más control en el día a día se retiró y ahora estamos obligados a facilitar una serie de información al Estado que produce más burocracia. Más que una cuestión operativa, en estos momentos, es una cuestión política. Si se mantienen estas medidas de control en Catalunya es porque no los gusta la ideología de los miembros del Govern.
"El Estado tiene que facilitar que las finanzas públicas se puedan desarrollar plenamente"
¿Qué pediría en el Estado español para ganar más competitividad?
Nosotros hemos cumplido los objetivos de estabilidad presupuestaria que nos han marcado ellos, que el propio Gobierno del Estado no ha cumplido. Hemos gestionado las finanzas con responsabilidad y lo que queremos es gestionarlas con toda la libertad. Y el Estado tiene que facilitar que las finanzas públicas se puedan desarrollar plenamente. Yo lo resumiría con que dejen hacer, que el país gestione los recursos fiscales y, por lo tanto, que no tengamos que soportar un déficit fiscal que elimine la competitividad de nuestra economía. Que dejen al Parlament del país legislar sobre las relaciones laborales y no tengamos una reforma laboral que abre las puertas a la precariedad. Y que dejen que utilicemos los recursos de los ciudadanos de Catalunya que pagamos vía impuestos y que no vuelven para una inversión en infraestructuras que es absolutamente necesaria y no hace perder competitividad.
¿Cómo nos afectan estos impedimentos?
La inversión del Estado el último año fue un 50% de la presupuestada y la ejecutada nos sitúa en el 10% del total del Estado, cuando somos el 16% de la población, 19% del PIB y el 23% de las exportaciones. Además, a parte de las infraestructuras de transporte, hay otros que son muy importantes que requieren de una inversión y un esfuerzo presupuestario y que si no hubiera este déficit fiscal podríamos afrontar.
¿Cómo qué?
Podríamos hacer llegar la fibra óptica a todos los rincones del país, que nos daría mucha más competitividad y posibilidades de desarrollo de nuevos ámbitos y tecnologías y de un salto adelante en la conectividad como supone el 5G.
¿Qué opina de la fórmula Josep Sánchez Llibre para revertir el traslado de sedes en Catalunya?
Nosotros planteamos a las empresas que cambiaron su domicilio social que vuelvan por una cuestión de confianza en el país y de reputación de su economía, que es muy importante cuando tenemos una economía abierta, internacionalizada, basada en la innovación y en el talento. No hace falta que haya declaraciones como la que planteaba el señor Sánchez Llibre porque la cuestión es que los hechos son los que describen la voluntad de los gobiernos. El inmovilismo genera inestabilidad.
"Tenemos que evitar que un servicio de atención domiciliaria se lo pueda quedar una filial de una empresa del Ibex 35 que sólo busca el rendimiento económico"
Está recibiendo algunas críticas por el anteproyecto de ley de contratos de servicios a las personas. Mientras el texto subscribe que es una manera de promocionar la calidad, profesionalidad y la especialidad de las entidades prestamistas de servicios, algunos sindicatos y entidades sostienen que pone en peligro el mantenimiento de los servicios públicos.
Aquí está habiendo una crítica absolutamente infundada y, incluso, diría que con una clara voluntad de desgaste partidista. Precisamente, lo que persigue este proyecto de ley es todo lo contrario del que determinados colectivos acusan. Esta ley no es para externelitzar más ni privatizar nada, es para que a la hora de adjudicar aquellos contratos en los ámbitos específicos de servicios a las personas, no prime tanto el precio, sino que prime la calidad y que el precio esté limitado a que compute sólo el 40% como máximo. Tenemos que evitar que un servicio de atención domiciliaria se lo pueda quedar una filial de una empresa del Ibex 35 que sólo busca el rendimiento económico. Necesitamos reformular en materia de contratación pública porque sino nos regiremos por la ley española y primará el precio.
Joan Canadell defendía en su discurso de inverstidura que "como empresarios tenemos que respetar el derecho a la autodeterminación y forzar el Estado a respetar la voluntad de Catalunya".
Esto es lo que persigue el Govern de Catalunya, que el Estado reconozca los resultados de un referéndum que, por eso, nosotros estamos reclamando que el que hicimos el 1 de octubre, pueda reconocer el resultado de una nueva votación. Planteamos que haya desde el empresariado figuras y entidades que hagan una adhesión más o menos explícita de que este planteamiento es bueno y con la Cambra de Barcelona y el resto de cámaras seguiremos trabajando por la internacionalización de la economía catalana, por la mejora de la competitividad de las empresas, por la mejora de la formación de trabajadores y directivos y, en este sentido, hemos colaborado con el equipo anterior de la Cambra y con el nuevo lo seguiremos haciendo con toda la voluntad de continuar trabajando juntos.