Los ERTE y las ayudas para combatir la pandemia marcarán una campaña de la renta "singular", que se alargará desde el 7 de abril hasta el 30 de junio. Aunque la normativa se mantiene igual, durante 2020 cambiaron mucho las circunstancias personales y habrá "muchos datos a comprobar" en el borrador, según los expertos. Uno de los grupos que tendrán que vigilar más son los centenares de miles de trabajadores en ERTE que tendrán que hacer la declaración del IRPF si ganan más de 14.000 euros al año porque han tenido dos pagadores –la empresa y el SEPE–. Los expertos alertan que la gran mayoría tendrá que pagar porque el organismo estatal no ha practicado retención a los pagos del paro y algunos, incluso, tendrán que tributar un dinero que no han recibido.
Durante la declaración de 2020 se mantiene la obligación de declarar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) si se han percibido más de 22.000 euros anuales brutos, también en el supuesto de que la persona haya perdido la vida durante un año con mucha mortalidad por culpa de la covid. Esta cuantía baja en picado, a los 14.000 euros, si se han cobrado de más de un pagador que supere los 1.500 euros cada uno, como pasaría si el 2020 se hubiera cobrado tanto el salario habitual como prestaciones del Servicio Público de Ocupación Estatal (SEPE).
"La gran mayoría de afectados por ERTE que han percibido más de 14.000 euros les saldrá a pagar", avisa el abogado de Auren Luciera Basart. Según el profesor colaborador de la UOC, el Gobierno tendría que haber hecho una excepción normativa con este colectivo que se encuentra en una situación económica "complicada" y que ahora se puede encontrar con el "susto" de tener que abonar "de golpe todas las retenciones" derivadas de la prestación, puesto que el SEPE no practica retención si no se le pide.
Pagos indebidos en los ERTE
La Agencia Tributaria ha dejado claro en una nota informativa que los empleados que sepan del cierto cuál es el error en el pago del ERTE, pueden declarar la cantidad que tocaría y no la que han recibido. Los que no tengan esta información, tendrán que tributar ingresos de más o de menos y hacer una declaración rectificativa cuando el SEPE comunique cuál es el importe correcto. Según Basart, el plazo para hacer esta rectificación "es muy amplio", de cuatro años.
De este modo, entre el 7 de abril y el 30 de junio, habrá personas que declaren un dinero que no han llegado nunca a su cuenta corriendo, pero que figuran a sus datos fiscales.
Ahora bien, los trabajadores afectados por ERTE podrán pagar el impuesto de la renta, si la declaración les sale positiva, en seis meses sin intereses.