"Si hubiéramos sabido que venía una pandemia que nos encerraría en nuestras casas, seguramente las habríamos comprado, alquilado o configurado de una manera diferente". La frase es de uno de los fundadores de Slack y resume perfectamente el sentir de al menos dos generaciones con respecto a lo vivido en los dos últimos años.
En Valencia, startups como Designable llevan años de ventaja en este sentido. No en vano construyen edificios (sostenibles) y permiten a los compradores modelar a su gusto el espacio. Ya no hay fincas, al menos en sus proyectos, que contengan pisos estandarizados. Porque hoy día cada persona tiene una idea de habitabilidad presente y futura en su cabeza.
Escenarios de un futuro cercano, la muestra que se exhibe estos días en el Centre del Carmen de Cultura Contemporània de la capital del Turia, toma en este sentido más fuerza que nunca, con el añadido del colofón de la ciudad como World Design Capital y su mensaje del impacto del diseño en todos los aspectos vitales de la ciudadanía. No deja de ser curioso enfrentarse visualmente a piezas de mobiliario e iluminación, así como a escenas que hacen un zoom sobre partes de una vivienda tipo, concebidas todas ellas por profesionales de la arquitectura y el diseño en colaboración con firmas del sector
Volvamos al inicio, con la frase que seguramente nos golpeó de manera constante durante el confinamiento. Habida cuenta de que no podíamos salir de un espacio que a veces era escogido y otras no tanto, pero sobre todo que nunca se nos planteó desde el prisma con el que lo vivimos y habitamos en aquellos días.
La exposición nos induce a explorar los cambios que podría experimentar el entorno doméstico en los próximos años. Y lo plantea en torno a cinco conceptos: flexibilidad, multi-funcionalidad, modularidad, nomadismo y sostenibilidad. Cinco nociones que, por cierto, no son nuevas, pero que ahora se replantean enteramente para un escenario distinto, capaz de dar respuesta a las nuevas tendencias en estilos de vida, atendiendo a las realidades sociales, tecnológicas y sostenibles contemporáneas.
Hace poco se proyectó en Las Naves, el centro de innovación del Ayuntamiento de Valencia, el documental 2040, que explica cómo podríamos revertir el cambio climático en nuestro planeta con las tecnologías de las que ya disponemos.
Ese podría ser uno de los futuros posibles, pero lo que se plantea aquí es otro totalmente distinto. Porque ya existen propuestas cercanas a lo que se muestra, pero la comisaria Tachy Mora ha pretendido crear otras totalmente inéditas, concebidas para la exposición por una selección de profesionales del diseño y la arquitectura, así como empresas del sector del hábitat. Y que quizá, tras este período, puedan acabar derivando en productos comerciales.
Al final, la sociedad ha desembocado en nuevas estructuras familiares que pueden evolucionar con el tiempo. Y mira hacia entornos capaces de contribuir a su bienestar en cualquiera de sus etapas vitales, algo que ocurrió hace exactamente un siglo y que se materializó en el movimiento Bauhaus que cambió la constitución de la habitabilidad clásica. Justo la última disrupción que se dio en este ámbito. Hasta hoy