La inflación continúa golpeando a las principales economías europeas y, a pesar de que el dato continúa con su senda descendente, la reducción está siendo lenta. El aumento de los precios en el conjunto de la Unión Europea (UE) cerró el mes de julio en un 6,1%, tres décimas por debajo del 6,4% marcado en el mes de junio. Este porcentaje es el más bajo marcado por el conjunto de los Veintisiete desde enero de 2022, según los datos publicados este viernes por Eurostat -oficina estadística europea-. Descontando la influencia de la energía, la tasa subyacente se redujo del 6,9% al 6,7%.
La moderación en julio de la escalada de los precios en la zona euro obedeció principalmente a la caída del 6,1% en el coste de la energía, frente a la bajada del 5,6 en junio, mientras que el encarecimiento de los alimentos frescos fue del 9,2%, dos décimas por encima del dato del mes anterior.
Entre los Veintisiete, las tasas anuales de inflación más bajas se registraron en Bélgica (1,7%), Luxemburgo (2%) y España (2,1%), mientras que las subidas más intensas de los precios correspondieron a Hungría (17,5%), Eslovaquia y Polonia (ambas con un 10,3%).