"El consumo de espirulina artesana es un acto de amor propio y hacia el planeta". Esta máxima, presente en la página web de la empresa leridana Organa Espirulina, define la filosofía y la evolución de un producto, una cianobacteria de vitaminas y con una gran cantidad de componentes beneficiosos y saludables. "Si es artesanal, como la que cultivamos en Organa, es un alimento altamente nutritivo y sostenible, que ayuda a equilibrar la dieta de forma natural y fácil". La defensa proviene de JoanSolé, gerente de la compañía, creada hace cuatro años en Almenar (Segrià) y que actualmente se comercializa fresca, en comprimidos y en forma de fideos deshidratados. El año pasado, Organa Espirulina presentó varios productos, como un bombón de cacao y espirulina, un queso de cabra o como base para la base de la pizza. Todas las iniciativas forman parte de uno de los objetivos de la firma: facilitar la entrada de la espirulina en la dieta de manera ágil.
El boom del espirulina, al considerarse un superalimento, la ha hecho viajar al espacio, puesto que la NASA lo ha introducido en la dieta de los astronautas. En el caso de Organa Espirulina, su rasgo diferencial es que la comercializa fresca, recolectada en un invernadero, y logra una producción de tres toneladas anuales. "El 99% de la espirulina que existe en el mercado es industrial y su calidad se ve menguada por su forma de procesamiento. Por un lado, el proceso de homogeneización rompe las células y desnaturaliza la proteína". Joan Solé reivindica el método artesanal utilizado por la empresa que ha impulsado.
Joan Solé: "Los elevados costes de producción no nos permiten entrar en una cadena de distribución larga"
El beneficio de la espirulina fresca
Organa Espirulina es la única compañía catalana y europea que va más allá del secado de la alga y la comercializa fresca. La compañía aboga por este método productivo, en el cual se cultiva a baja temperatura, en procesos artesanales, basándose en la economía circular- el agua de los cultivos se reutiliza- y la venta se realiza de forma directa. Solé añade que "los elevados costes de producción no nos permiten entrar en una cadena de distribución larga. Y por eso, supone un orgullo decir que conocemos prácticamente a todos nuestros clientes para así poderles ofrecer un acompañamiento hecho a medida".
La firma de Almenar apuesta por introducir esta microalga en productos habituales en las cocinas que elaboran las compañías de la comarca del Segrià. Así, se avanza en su conocimiento, a la vez que se facilita su accesibilidad. "Se trata de nuevos alimentos más saludables y sostenibles", indica Joan Solé. La espirulina tiene un color azul verde intenso, aunque en el paladar su sabor es neutro. De esta forma, se convierte en un ingrediente sencillo para enfatizar las propiedades de otros productos sin alterar mucho su sabor.
La espirulina es un ingrediente sencillo para enfatizar las propiedades otros productos sin alterar mucho su sabor
Divulgación y diversificación
Joan Solé admite la carencia de una tarea divulgativa, que hace que la espirulina no llegue de momento al gran público. "Todavía se asocia en exceso a un consumo vinculado a problemas de salud. Aún tenemos que recorrer un camino muy largo para normalizar su uso". Un camino que también hizo el gerente de Organa con el propósito de diversificar las cosechas de su familia agricultora tradicional y poner en el centro la soberanía alimentaria. En tiempo de restricciones por la sequía que afectan a cultivos tradicionales de la Plana de Lleida como el cereal o la fruta, quizás no es tan arriesgado imaginar que la espirulina puede erigirse en una alternativa de futuro para la agroalimentación leridana.