En un entorno empresarial cada vez más competitivo y complejo, el coste de la burocracia es una losa silenciosa que mina la productividad y la moral de las empresas, especialmente las pymes. Más allá de los gastos directos que implican los trámites administrativos, existe un costo oculto en forma de tiempo perdido, recursos desaprovechados y oportunidades no materializadas. En un estudio de la Cambra de Comerç de Lleida se analizaron los motivos por los cuales 428 empresas abandonaron Lleida. La conclusión: las empresas se marchan por los problemas burocráticos y fiscales que tienen en Catalunya. La mayoría de estas empresas se han trasladado a Aragón.
El último informe del Observatori de la Pime de Catalunya de Pimec se añade a los que se han publicado en los últimos años y pone negro sobre blanco lo que nos pasa:
Tiempo perdido y recursos derrochados: Las empresas dedican una media de 41 horas mensuales a gestiones administrativas y de cumplimiento normativo. Este tiempo, que podría destinarse a actividades de más valor añadido como la innovación o la captación de nuevos clientes, se pierde en trámites que a menudo son redundantes. De hecho, más del 70% de las empresas tienen que presentar documentación que la Administración ya tiene, lo que no solo genera frustración sino también ineficiencia. Esta situación es especialmente gravosa para las pymes, que a menudo no tienen suficiente personal dedicado exclusivamente a tareas administrativas y tienen que recurrir a externalizaciones costosas. Esto incrementa el coste total asociado a la burocracia, reduciendo su competitividad.
Más del 70% de las empresas tienen que presentar documentación que la Administración ya tiene, lo que no solo genera frustración sino también ineficiencia
Trámites lentos y costosos: Los datos comparativos internacionales del Banco Mundial sitúan a España por debajo de la mayoría de países en términos de eficiencia administrativa. Veamos algunos ejemplos:
- Para crear una empresa, se requieren 7 trámites y 12,5 días, con un coste equivalente al 3,9% de la renta per cápita anual, mientras que el país más eficiente lo resuelve en solo un trámite, medio día y sin ningún coste.
- Obtener un permiso de obras implica 13 procedimientos y un plazo medio de 147 días, con un coste del 4,7% del total de la obra, frente a procedimientos mucho más sencillos y rápidos en otros países. A modo de ejemplo, VIA Empresa se hizo eco hace unas semanas de lo que le ha pasado a Bon Preu, que ha tardado ocho años en obtener la autorización para abrir un supermercado. Durante todo este tiempo tuvo la inversión inmovilizada y se dejaron de crear unos puestos de trabajo que nos hacen mucha falta.
Para crear una empresa, se requieren 7 trámites y 12,5 días, con un coste equivalente al 3,9% de la renta per cápita anual
Estos retrasos y costes superiores dificultan la competitividad de las empresas, que a menudo tienen que competir con rivales que no sufren este tipo de cargas.
Propuestas para reducir el coste de la burocracia: Además, el informe del Observatori de la Pime de Pimec propone un total de 54 medidas concretas para reducir la carga administrativa y mejorar la eficiencia. La mayoría confluyen en tres líneas claras de actuación:
- Revisión estructural de las normativas: Simplificar las normativas, eliminar redundancias y contradicciones, y asegurar una coordinación efectiva entre administraciones podría ahorrar tiempo y costes a las empresas.
- Digitalización real y simplificación de trámites: Aunque las herramientas digitales han mejorado algunas áreas, todavía existe una brecha significativa entre el potencial y la realidad. Un proceso de digitalización completo, con ventanilla única que elimine la duplicación de documentación y acelere los tiempos de respuesta, es imprescindible.
- Administración proactiva y empática: Se trata de actuar como una aliada de las empresas, anticipándose a sus necesidades y facilitando su crecimiento. En Aragón, por ejemplo, se destina un trabajador público a cada empresa que quiere establecerse, ofreciendo soporte activo en trámites y coordinación. Este modelo, muy diferente del “Vuelva usted mañana” de Mariano José de Larra, elimina barreras y genera confianza. Adoptar este enfoque en Catalunya sería clave para frenar la pérdida de empresas, atraer nuevas inversiones e impulsar la competitividad del territorio.
Y ayer mismo, el Fòrum d’Entitats per la Reforma de l’Administració (FERA) propuso medidas urgentes para corregir el exceso de normativas, incrementar la profesionalización de los cargos públicos, evaluar las políticas públicas con rigor, mejorar la seguridad jurídica de los trabajadores públicos y asegurar un gobierno más transparente y eficiente. El FERA también enfatiza la importancia de un compromiso político firme para transformar la administración en un modelo competitivo y eficaz para afrontar los retos del siglo XXI.
Es urgente tomar medidas para transformar la Administración Pública en un aliado del tejido empresarial
A menudo oímos: "Estados Unidos innova, China fabrica y Europa regula", y podemos añadir: "España lo complica y Catalunya lo complica aún más". El coste oculto de la burocracia no solo afecta las finanzas de las empresas, sino que limita su capacidad de innovación y crecimiento. En un contexto global donde cada segundo cuenta, es urgente tomar medidas para transformar la Administración Pública en un aliado del tejido empresarial. Es hora de pasar a la acción y centrarse en lo que realmente importa: crear valor, generar empleo y competir con éxito.