Un estudio cuantifica el impacto económico de los cuidados a la gente mayor en 10.105 millones

El informe, de la Cambra, identifica a 150.780 personas que tienen a su cargo a un dependiente, de los cuales el 55% son hijos

La directora de l'Observatori Dona Empresa Economia (ODEE) de la Cambra de Comerç, Carme Poveda | ACN La directora de l'Observatori Dona Empresa Economia (ODEE) de la Cambra de Comerç, Carme Poveda | ACN

Un estudio del Observatorio Mujer, Empresa y Economía (ODEE) de la Cámara de Comercio de Barcelona y de Suara concluye que el impacto económico total de los cuidados informales a la gente mayor genera un impacto económico equivalente al 4,1% del PIB, alcanzando hasta 10.105 millones de euros, y el 10,9% del empleo. El informe constata que en Catalunya hay al menos 150,780 cuidadores informales, de los cuales cuatro de cada diez pertenecen a la generación sándwich, es decir, quienes se hacen cargo de los hijos y de los padres al mismo tiempo. De cara al 2050, el observatorio estima que habrá un total de 327,097 personas con dependencia de 65 años o más y que las personas en edad sujetas a solicitud de dependencia pasarán de 352,939 en 2023 a 577,884 en 2050.

El estudio Valoración económica de los cuidados a las personas mayores dependientes y impacto en la generación sándwich determina que el impacto económico de los cuidados informales a la gente mayor asciende a 10,105 millones de euros, un 4,1% del PIB. Este impacto se desglosa en efectos directos (5,811 millones, un 2,34% del PIB), indirectos por la retroalimentación entre sectores (1,684 millones, un 0,68% del PIB) e inducidos por el aumento del consumo que genera la ocupación creada directa e indirectamente (2,611 millones, un 1,05% del PIB). En total, representaría 389,943 puestos de trabajo. Para realizar el cálculo, la Cámara de Comercio y Suara toman como referencia el Servicio de Atención Domiciliaria de 2022, que está valorado en 14,11 euros por hora.

El impacto económico total de los cuidados informales a la gente mayor genera un impacto económico equivalente al 4,1% del PIB

La gasto medio público del Estado y la Generalitat por prestación es de al menos 6.433 euros, alcanzando hasta 1.461 millones de euros en 2022, y el estudio pronostica, de acuerdo con tres escenarios, un incremento notable de cara al 2050. En un escenario en el que se mantenga el gasto por habitante y el número de solicitudes se sitúe en 577.884, el gasto total se elevará hasta los 3.717,4 millones de euros; si la cantidad destinada por persona se eleva un 20%, el gasto total ascenderá a 4.460,8 millones de euros—3.1 veces más—y si aumenta un 40%, el gasto total se multiplicará por 4.3, alcanzando los 6.245,2 millones. Esto es según el estudio presentado este miércoles por la directora del ODEE, Carme Poveda, y la directora de transformación digital de Suara, Àngels Cobo, entre otros.

Una de cada tres cuidadores son personas de mediana edad

Del total de 150.780 personas que identifica el informe que se hacen cargo de personas mayores, un 2% de la población, un 63% son mujeres y un 48% tienen entre 45 y 64 años, de las cuales el 33% son mujeres dentro 45 y 64 años. Además, el 55% de las personas cuidadoras son hijos (38% hijas y 17% hijos), mientras que el 35% son parejas y el resto son otros familiares o personas.

Un 63% son mujeres, un 48% tienen entre 45 y 64 años y el 33% son mujeres dentro de 45 y 64 años

Por otro lado, el estudio certifica que las mujeres sufren un mayor impacto negativo sobre su salud debido a su labor como cuidadoras principales. Concretamente, el 41% siente que su salud se ha visto deteriorada frente a un 27% de los hombres, y entrando más en detalle, un 42% afirma sentirse deprimida (22% los hombres), un 64% se siente más cansada (41% los hombres) y un 19% requiere un tratamiento (6% los hombres).

Durante su intervención, la directora de transformación digital de Suara, Àngels Cobo, lamentó que los cuidados no estén en un "primer plano de la sociedad" y añadió que es "prioritario y urgente" hacer cambios radicales en el ámbito laboral, social y económico. En este sentido, planteó una serie de retos que deberían alcanzarse para lograr que "los cuidados no sean un problema relegado al ámbito privado". Estos retos van desde "modificar el modelo de servicios" para realizar los cuidados teniendo en cuenta "la heterogeneidad de la gente mayor", hasta beneficios para los cuidadores, como por ejemplo garantizar la independencia económica de las mujeres y dotar a los cuidadores de los recursos necesarios.

También ha destacado la importancia que pueden tener las nuevas tecnologías en este ámbito. "Pueden convertirse en un aliado perfecto", ha señalado. Estas podrían servir, por ejemplo, para "rediseñar las residencias, para hacerlas más acogedoras" o para reconectar a la sociedad a las personas mayores que sufren de soledad no deseada.

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