La ética pone en jaque la última moda entre ricos: ¿por qué queremos clonar mascotas?

Ovoclone acerca a la ciudadanía este servicio por 55.000 euros y una pregunta inevitable: ¿nos acabaremos clonando?

Clonar tu mascota en España cuesta 55.000 euros | Imagen generada con IA Clonar tu mascota en España cuesta 55.000 euros | Imagen generada con IA

28 años han sido necesarios para que, después de la primera clonación en el planeta, que resultó en la célebre oveja Dolly, esta práctica aterrizara en España. Ovoclone, la división del grupo Ovo ubicada en la localidad andaluza de Marbella, se ofrece a clonar las mascotas de compañía de los españoles por un “módico” precio de 55.000 euros. Aunque este hecho ha provocado bastante ruido mediático en los últimos días, cabe decir que otros territorios llevan tiempo clonando animales: es el caso del equipo de científicos de Shanghái, que hace seis años reprodujo por primera vez en un laboratorio dos macacos y que recientemente ha clonado el primer mono Rhesus (Macaca mulatta), o el caso del Camel Reproduction Center en Dubai, que después de clonar hace 15 años al camello Injaz, extendió esta práctica por el territorio hasta usarla para ganar carreras o concursos de belleza. Y es que, para añadir la guinda a este surrealista panorama, el (mal) reputado científico surcoreano Hwang Woo-suk llegó a asegurar que había clonado un embrión. No lo hizo, y parece que esta práctica se encuentra lejos de convertirse en una realidad; ahora bien, lo que sí se están materializando son los negocios que giran en torno a la clonación, y en el país habrían llegado, entre otras hipótesis, a causa de uno de los personajes del momento: Javier Milei.

La oveja Dolly se clonó hace 28 años

“No hay ninguna razón científica para que esta práctica haya llegado a España”, asegura a VIA Empresa Gemma Marfany, catedrática de Genética de la Universidad de Barcelona y miembro del Observatorio de Bioética y Derecho, quien relaciona este hecho con el presidente de Argentina: “Milei reconoció que clonó a su perro, hicieron cinco copias genéticamente idénticas al suyo. Y basta con que un famoso diga que ha llevado a cabo esta práctica para que despierte curiosidad o interés. Es la única explicación que le puedo encontrar”, apunta la experta.

La tecnología avanza, la metodología no: "Es un procedimiento extraordinariamente difícil"

Sea cual sea el motivo del aterrizaje de esta práctica en el país, parece que los 28 años que han transcurrido desde la oveja Dolly no han sido suficientes para lograr unas mejores técnicas de clonación. De hecho, Marfany comenta que hoy en día se usan las mismas que con la icónica oveja: se extrae el núcleo de las células del animal vivo -o recientemente muerto-, que contiene la mayor parte de material genético, y se sustituye por el núcleo de un óvulo; luego se produce un choque eléctrico al cigoto “y se espera que el proceso funcione”.

“Lo más relevante desde que se clonó la oveja Dolly es que no hemos mejorado mucho la eficacia, sigue siendo un procedimiento extraordinariamente difícil”, explica a la CCMA el investigador Lluís Montoliu, quien detalla que la eficiencia del proceso es de menos de un 1%: “Debemos usar más de un centenar de embriones para lograr que uno de ellos llegue a término”.

Una cuestión de expectativas y de ética

Por ahora, hay dos factores que entran en la compleja ecuación de la clonación de animales: las expectativas generadas y el dilema ético y moral que gira en torno a esta. “Las personas tienen unas expectativas de cómo serán estos individuos clonados y, luego, muy probablemente no es lo que esperan”, comenta Marfany. “Científicamente, la clonación implica que la genética del individuo que te interesa puede ser reproducida casi del todo en un nuevo individuo, pero hay otros factores como el ambiente que pueden hacer que el resultado final sea ligeramente diferente, afectando características muy importantes como lo es, por ejemplo, el carácter del individuo”, añade la experta.

Marfany: “La gente que tiene tanto amor por su mascota hasta el punto de querer una copia, está utilizando otro animal puramente como un saco”

Independientemente del resultado de un determinado proceso de clonación, Marfany no le ve “ningún sentido” al hecho de querer generar una copia de tu mascota. “La nueva tendrá una identidad propia, es otro animal”, explica, resaltando especialmente el aspecto más polémico de la cuestión: “La gente que tiene tanto amor por su mascota hasta el punto de querer una copia, está utilizando otro animal puramente como un saco, porque tiene el capricho de tener aquel mismo animal. Y, aun así, no será el mismo”.

¿Es caro clonar una mascota?

Sin embargo, más de una persona en España, y más de dos, quieren clonar a su "Tobby". Y el grupo Ovo lo sabe muy bien. Por este motivo, la firma ha decidido ubicarse en una zona adinerada para ofrecer este servicio, pero también ofrece otros, como la congelación de células o preservación de línea celulares de una mascota para aquellos ciudadanos que quieran tener la opción de repensárselo en el futuro. Se trata de una alternativa que tiene un costo de 3.000 euros, por lo tanto, es bastante más asequible que los 55.000 euros que cuesta “el servicio prémium”: “Esta clínica sabe que poca gente tiene el dinero para pagar una clonación completa de su mascota, pero ofrecen este servicio alternativo que genera mucho más negocio. De esta manera, la empresa, que ofrece unas habilidades muy particulares en un lugar con gente muy rica, combina un servicio prémium y uno no prémium”, comenta Marfany.

Sin ir más lejos, es relativamente sencillo encontrarnos en nuestro día a día con coches que tienen el mismo precio que la práctica principal que ofrece Ovoclone -y especialmente en localidades como Marbella-. “Ahora bien, si es caro o no, lo deberá juzgar la persona que lo paga”, apunta Marfany. El costo de esta práctica se atribuye a la tecnología necesaria para llevarla a cabo, pero, sobre todo, a las capacidades de manipulación embrionaria que no cualquiera puede llevar a cabo: “Hay pocas personas capacitadas, es una técnica que requiere mucha destreza y lo que principalmente paga el consumidor es la pericia”, añade la catedrática de Genética de la UB.

De héroe a villano: el surcoreano que hizo creer al mundo en la clonación humana

El científic sud-coreà Hwang Woo-suk | @muyinteresante (X)
El científico surcoreano Hwang Woo-suk | @muyinteresante (X)

Después de ver cómo los humanos hemos sido capaces de clonar desde ovejas hasta monos, pasando por camellos, y de cómo la tecnología año tras año es capaz de sorprendernos, la pregunta es clara: ¿algún día seremos capaces de clonarnos a nosotros mismos? Es una pregunta que continúa vigente, después de uno de los mayores fraudes de la ciencia protagonizado por el científico Hwang Woo-suk, quien aseguró al mundo que, por primera vez en la historia, había logrado clonar células madre de origen humano.

Contó con el apoyo de la prestigiosa revista Science, y, por supuesto, de su país, Corea del Sur, desde donde se le elevó a la categoría de héroe. De hecho, tal fue su éxito que, paralelamente, España, con una visión más bien pesimista de los hechos, se encontraba elaborando las leyes de reproducción asistida humana (2006) y de investigación biomédica (2007) que prohíben taxativamente clonar humanos. A finales de 2005, el prestigioso director del Hospital Mizmedi, Roh Sung-il, destapó la mentira de Woo-suk revelando que este último utilizó células madre falsas en su investigación. Para rematar la jugada, quien hasta entonces había sido considerado un héroe de la ciencia, justo después de ser expulsado de la Universidad de Seúl fue acusado de apropiación indebida de 6,4 millones de dólares de fondos públicos y privados, con los cuales habría comprado, entre otros, un coche de lujo para su esposa.

Marfany: “Honestamente, ¿en qué contexto nos interesaría clonarnos?”

“Honestamente, ¿en qué contexto nos interesaría clonarnos?”, se pregunta Marfany. “¿Quizás unos padres que han perdido a su hijo o hija? No preveo ninguna otra situación posible excepto el duelo que puedan pasar unos padres ante la pérdida de su hijo, y quieren a alguien que les recuerde”, continúa la experta, quien, aun así, apunta que habría que “valorar los efectos psicológicos”: “Al final, el clon de una persona no dejaría de ser la copia de alguien más, y eso desde un punto de vista ético no sostiene”, subraya Marfany, quien concluye que “independientemente de todos los problemas técnicos y científicos que esto podría conllevar, éticamente no es aceptable. Al mismo tiempo, no te puedo decir que alguien no quiera intentarlo, ni que esto no se hará nunca”.

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