La cotización del euro frente al dólar ha vuelto a situarse por debajo de la paridad, a la espera de la reunión entre representantes de la Reserva Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales. De esta forma, el cambio ha llegado a bajar hasta los 0,9902 dólares desde los 0,9941 dólares, lo que supone el peor cambio de la moneda europea desde febrero de 2002.
El banco central de Alemania advertía que, además de las dificultades relacionadas con el suministro de gas, el aumento significativo de los riesgos que apuntan a una contracción del PIB durante la segunda mitad del año, cuando las presiones inflacionistas pueden aumentar a nuevos máximos históricos, hasta impulsar el IPC a alrededor del 10%.
La semana pasada, la representante alemana en el directorio del Banco Central Europeo (BCE), Isabel Schnabel, reconocía que los signos que apuntan a una desaceleración del crecimiento de la zona euro abren la puerta a que la economía de la región entre en recesión técnica, mientras que probablemente tardarán algún tiempo en disiparse las presiones inflacionistas. De este modo, se mostraba favorable a que la entidad vuelva a actuar con decisión, ya que las preocupaciones "no se han aliviado".