Siendo las vacaciones de Navidad una época idónea para esquiar, la carencia de nieve natural y las temperaturas por encima del común en esta época no han impedido que las comarcas del Pirineo hayan registrado unas buenas cifras de ocupación con un 70% de media desde Navidad hasta Reyes. Las zonas más próximas a las estaciones de esquí han mostrado cifras superiores, mientras que la mayoría de establecimientos, aprovechando Nochevieja, pudieron colgar el cartel de completo.
La única nota negativa en las comarcas pirenaicas ha sido en la Cerdanya y el Vall d'Aran, que han sufrido anulaciones y estancias más cortas por esta falta de nieve ya mencionada. El Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida también ha calculado que durante las fiestas se han vendido 225.000 forfaits, un 12% más de lo previsto.
El Patronato de Turismo estima que durante el período de fiestas de Navidad, en el conjunto de las comarcas del Pirineo y de Poniente cerca de 100.000 turistas se han alojado en establecimientos de turismo reglado como hoteles, casas de turismo rural, bungalows y apartamentos turísticos, generando así unas 230.000 pernoctaciones en el conjunto de la demarcación. Las segundas residencias y otras formas de alojamiento turístico como las viviendas de uso turístico (HUT), no se estiman en los cálculos, pero también han subido el empleo.
Fin de año dispara las cifras
El grado más alto de ocupación se produjo por Nochevieja, cómo es habitual por estas fiestas. En concreto, del viernes 30 de diciembre hasta el domingo 1 de enero de 2023 se situó en porcentajes que oscilan entre el 95% y la plena ocupación en los establecimientos de hoteleria del Pirineo, cómo también en toda la oferta de turismo rural y las plazas de bungalous en cuanto al sector del camping.
La comarca más septentrional de Catalunya es la que ha presentado mejores datos y es que la ocupación en el Valle de Aran se ha situado entre el 80 y el 85% a lo largo de todas las vacaciones, con un pico por Nochevieja que rozó la plena ocupación como en el resto del Pirineo. Los últimos días de Navidad, las cifras bajarón, pero se han situado igualmente en una horquilla muy positiva en torno al 75 y 80%.
El turismo deportivo deja impronta en las Tierras del Ebro
En cuanto al turismo de playa e interior, la ocupación en la Costa Daurada y las Terres de l'Ebre durante la campaña de Navidad se ha situado entre el 50% y el 60%. Así lo ha explicado el portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT), Xavier Guardiá, que ha destacado que la demarcación solo contaba con un 20% de los establecimientos abiertos. Las zonas de interior han sido las que han concentrado las cifras más altas de ocupación, de hasta el 70%, mientras que los alojamientos de la costa no han superado el 40 %.
Uno de los motivos ha sido el aumento del turismo deportivo los últimos meses y es que se trata de un sector que no para de crecer. Desde el sector confían en superar durante el año 2023 las cifras de 2019, tanto por lo que respeta a la ocupación cómo en la rentabilidad económica.
Visitantes europeos para llenar la Costa Brava
En cuanto a los campings gerundenses, las vacaciones de Navidad se han cerrado con una ocupación que ronda entre el 85 y el 90%. Cifras excelentes teniendo en cuenta que solo había abierto un 30% de las plazas del litoral. Los apartamentos turísticos de la Costa Brava han tenido reservas que iban entre el 70 y el 90% a lo largo de las vacaciones, como muestra de la buena salud del sector. Además, cómo en otros puntos de la geografía catalana, durante Nochevieja muchos de los establecimientos colgaron el cartel de completo.
Las temperaturas suaves de este inicio de invierno han sido claves para que muchos turistas extranjeros se desplazaran hasta los campings gerundenses durante estas vacaciones. El perfil del visitante ha sido mayoritariamente europeo, de países cómo Alemania, Bélgica o Francia. El buen clima ha permitido a los visitantes disfrutar de las playas de la Costa Brava sin la marabunta de personas de los meses de verano.