Josep Serveto es presidente de la Trobada Empresarial al Pirineu. En la junta ejecutiva de la Trobada desde hace más de tres años, ha cogido el relevo a la presidencia de VicençVoltes, al cargo desde 2015. Hacemos la entrevista pocos días antes de que se presente la programación de la 33a edición, la primera de la era postpandémica, y que recupera las fechas habituales a principios de junio en la Seu d'Urgell. La Trobada de este año se centrará en la innovación y la sostenibilidad como palancas del crecimiento empresarial. Licenciado en Administración de empresas y diplomado en Ciencias Empresariales a la Universitat de Lleida (UdL), se fija como reto consolidar la Trobada, a la vez que quiere rejuvenecerla, potenciando la entrada de los empresarios menores de 35 años. Gestor de una empresa del sector logístico, aboga por reducir los trámites burocráticos, tarea para la cual pide la complicidad de la Administración. En los últimos tiempos, admite que ha detectado un acortamiento de las cadenas de suministro fruto del encarecimiento de las materias primas por las crisis de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania.
¿Qué retos se marca al frente de la Trobada después de la presidencia de siete años de su predecesor?
El principal es el de la continuidad del proyecto empresarial. Es una iniciativa que nació en 1990 en Rialp y ahora nos toca consolidarla. Nuestra idea es continuar con encuentros espectaculares con un programa de ponientes de alto nivel. Tenemos que continuar reforzando la Trobada como un evento empresarial de referencia en Catalunya. Este año, recogeremos algunos temas importantes, como la inflación o los desafíos geopolíticos. Tenemos que ser capaces de mantener la esencia de un ambiente que cree networking y lo fomente. Hay que recordar que en la edición del año pasado participaron más de 600 personas, de las cuales un 25% provenía de Andorra. Además de este intercambio, una de nuestras funciones es dar valor a la tarea de los empresarios de los dos lados de los Pirineos.
Paralelamente, nos planteamos rejuvenecer la presencia en la Trobada con asistentes menores de 35 años. Para facilitarlo, ofreceremos la posibilidad de que las empresas inscriban gratuitamente a un directivo de esta edad. El objetivo es que la Trobada le pueda servir como una especie de monitorización en su carrera profesional.
Como responsable de la empresa familiar Serveto HQL, especializada en la logística y los servicios del transporte, ¡cómo ve el escenario actual del sector?
Estamos inmersos en un periodo de cambios constantes desde marzo de 2020. Desde entonces, la logística se ha convertido en un sector estratégico, capaz de parar la economía, cmo con la reciente huelga de los transportistas, o impulsarla, durante el confinamiento domiciliario de la pandemia. Se ha demostrado que si las fábricas se paran, se paraba la economía y los lineales de los súpers se quedaban vacíos. La cadena de suministro se ha evidenciado como el agente que hace de puente entre los consumidores y los productores. Insisto en el descubrimiento de su carácter estratégico.
"La logística se ha convertido en un sector estratégico, capaz de parar la economía, como con la reciente huelga de los transportistas, o impulsarla, durante el confinamiento domiciliario de la pandemia"
Aún así, arrastramos algunas carencias, derivadas de la falta de mano de obra cualificada. Además, tampoco tenemos una formación reglada que actúe de puerta de entrada a la profesión. El reto que tenemos que afrontar es la dignificación de la profesión. Por otro lado, nos ha sobrevenido un incremento de los costes de producción a partir del mes de marzo vinculado al conflicto bélico en Ucrania. La nueva situación ha estresado las cuentas de resultados de las empresas, puesto que su margen de explotación era de un escaso 2%, mientras que el combustible tiene un peso del 35 % sobre los gastos fijos de una compañía.
¿Se ha notado una relocalització de la producción en los últimos tiempos fruto de la crisis de las materias primeras?
Antes de la pandemia, las materias primeras se estaban comprando en Asia, donde había productos sin mucho valor añadido, y las cadenas de suministros eran demasiado largas. Hace una década, los costes de los fletes eran bajos y no era tan importante si los proveedores eran del otra parte del mundo o se contaminaba durante el viaje. Ahora, ha crecido la demanda de los tráficos de transporte terrestre. A medida, que va aumentando esta demanda, nos damos cuenta de que nos falta mano de obra cualificada para suministrarla. Paralelamente, los clientes quieren tener garantizada la capacidad de recibir el producto en un tiempo razonable desde el punto de fabricación.
Desde Serveto, la firma que dirige, se ha fomentado la contratación de las personas con discapacidad intelectual y su integración al mercado laboral. ¿Se ha incrementado esta sensibilidad en otras empresas después de la pandemia?
Nuestro modelo de gestión empresarial siempre ha tenido en cuenta la Responsabilidad Social Corporativa. De hecho, somos miembros de Aspamis, una fundación que gestiona el bienestar de 250 niños con alguna discapacidad. Es un ejemplo del tipo de responsabilidad que adquirimos como empresa. Hemos colaborado con el Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IRBL), Afanoc, una entidad que lucha contra el cáncer infantil, o hemos fletado cuatro camiones con material humanitario con destino a Polonia. Es cierto que desde la pandemia hay una mayor percepción por los temas sociales y solidarias. Creo que también se comunican más las acciones. Como empresarios, tenemos esta obligación hacia la sociedad.
Desde el punto de vista social, Serveto también es 'partner' oficial de los equipos inferiores de baloncesto, balonmano, hockey patines y fútbol sala del Barça. Qué aportan estas colaboraciones a la firma?
Básicamente, consideramos que fomentando el deporte en las categorías profesionales, pero también a las inferiores, los niños adquieren unos valores asociados al compromiso, el sacrificio o el trabajo con equipos. Estos se pueden asimilar a los empresariales, como la honestidad, la proximidad, la calidad, la atención, el servicio. Creo que es una relación que se retroalimenta entre el mundo de la empresa y el del deporte.
"Las actuaciones para conceder licencias, construcciones, permisos tienen que ser mucho más rápidas"
¿Cuáles son los retos pendientes de la economía leridana? Siempre se ha hablado de la transformación agroalimentaria, el impulso del aeropuerto, el incremento del suelo logístico o el reforzamiento del tejido comercial...
El principal rae en desarrollar acciones logísticas para facilitar que se instalen empresas en Lleida y que puedan generar más actividad económica. Nos faltan polígonos industriales o tecnológicos de más de 10 hectáreas. Es cierto que está previsto el de Torreblanca, que empezará a funcionar a finales de 2023 o principios del 2024, pero necesitamos más suelo logístico y la agilidad de las administraciones por ponerlo en marcha. Tienen que ser una palanca de crecimiento que favorezcan proyectos estratégicos. Las actuaciones para conceder licencias, construcciones, permisos tienen que ser mucho más rápidas. La Administración tiene que tener más empatía para agilizar los trámites burocráticos.
¿Qué medidas podrían implantar los gobiernos para mejorar la competitividad de las empresas leridanas y catalanas?
A veces, los empresarios tenemos la costumbre de pedir medidas que a menudo dependen de nosotros y de nuestra actitud. Hecha esta autocrítica, nos encontramos en una situación en que no estábamos avezados a gestionar una inflación tan alta y, por lo tanto, no sabíamos cómo trasladar el incremento de los costes de producción de una forma adecuada. Desde el punto de vista de la política fiscal y los impuestos, sería necesaria una simplificación de los reglamentos. Se trata de que nos dejen hacer nuestro trabajo de una manera sencilla. Hasta, ahora, el exceso de burocracia para la gestión empresarial penaliza nuestra competitividad, nos impide avanzar y nos hace perder oportunidades.