La época de Navidad se asocia con reuniones familiares, comidas, regalos, alegría, magia y felicidad. Sin embargo, cumplir con esta tradición requiere un esfuerzo extra: decidir los menús y el número de invitados, comprar los alimentos, cocinarlos, decorar la casa, o elegir los regalos, entre otros. Este trabajo, a menudo invisible, se asocia a roles de género que acaban recayendo, principalmente, en las mujeres, convirtiendo las fiestas navideñas en un periodo de gran carga mental. Por lo tanto, ¿Navidad es una celebración o una fuente de presión invisible para ellas?
"Normalmente, cuando se habla del trabajo doméstico, se hace referencia, por un lado, a las tareas físicas, como la limpieza o las compras, y, por otro lado, a las tareas socioemocionales relacionadas con los cuidados". Así lo explica Carme Poveda, directora del Observatorio Mujer, Empresa y Economía, en VIA Empresa. El impacto económico de los cuidados informales a las personas mayores es de 10.105 millones de euros, una cifra que representa el 4,1% del PIB catalán y que, en gran parte (un 2,7%), recae en las mujeres cuidadoras. Esta es una de las principales conclusiones del informe Valoración económica de los cuidados a las personas mayores dependientes e impacto en la generación sándwich elaborado por el Observatorio Mujer, Empresa y Economía (ODEE) de la Cámara de Comercio de Barcelona, con el apoyo del proyecto ALIURA de SUARA Cooperativa.
Las tareas que garantizan el éxito de las festividades van más allá de las tareas físicas e implican un esfuerzo constante de planificación y responsabilidad emocional
Pero las tareas que garantizan el éxito de las festividades van más allá de las tareas físicas e implican un esfuerzo constante de planificación y responsabilidad emocional. Muchos de estos roles, a menudo percibidos como "normales" o asignados de manera no explícita, terminan recayendo de manera natural sobre las mujeres. Esto es así porque se las considera más organizadas o porque existe la percepción de que tienen una mayor capacidad de anticipación.
El estudio europeo La división de género del trabajo cognitivo doméstico, la carga mental y el conflicto familia-trabajo en los países europeos, realizado en 2023, reveló datos impactantes sobre la desproporción de las tareas familiares asumidas por las mujeres y sus consecuencias para la salud mental y física. El 9,5% de las mujeres reportaron altos niveles de conflicto entre su carga laboral y familiar, en comparación con el 6,5% de los hombres. En cuanto a la carga cognitiva, el 26% de las mujeres indicó que habitualmente o siempre son las responsables de organizar actividades sociales conjuntas, en comparación con el 19% de los hombres. Además, las decisiones diarias de compra recaen en un 55% de las mujeres, mientras que solo un 44% de los hombres asumen esta tarea.
El 26% de las mujeres indicó que habitualmente o siempre son las responsables de organizar actividades sociales conjuntas, en comparación con el 19% de los hombres
¿Cómo equilibrar las cargas mentales en el hogar en estas fiestas de Navidad?
En consonancia con esto, Poveda destaca la falta de estudios sobre la carga mental asociada al trabajo doméstico cognitivo, una tercera dimensión del trabajo doméstico que recae principalmente en las mujeres de manera inconsciente. "Normalmente, cuando hablamos de la división del trabajo en pareja, se hace referencia a las tareas físicas, pero no se discute la repartición de esta carga mental, que es a menudo subjetiva y poco visibilizada. Esta carga mental incluye actividades como la gestión del presupuesto familiar, la planificación de las actividades, la anticipación de necesidades (como por ejemplo, ir al médico, compras o preparación de cenas y regalos de Navidad), así como la delegación y el seguimiento de tareas", explica Poveda.
Para equilibrar las cargas durante Navidad, Poveda destaca tres aspectos fundamentales. En primer lugar, es esencial hablarlo a nivel de pareja, reconociendo que esta carga doméstica también debe ser distribuida y, por lo tanto, visibilizada. En segundo lugar, se debe evitar que esta responsabilidad recaiga de manera natural sobre las mujeres, solo por su supuesta mayor capacidad de planificación o percepción de anticipación. El reparto debe ser más equitativo. Finalmente, es necesario reconocer esta tarea, ya que, como explica Poveda, a menudo no es un tema que aparezca en los estudios, pero es importante que se visibilice y se trate tanto en el ámbito familiar como social.
Se tiene que evitar que esta responsabilidad recaiga de manera natural sobre las mujeres, solo por su supuesta mayor capacidad de planificación o percepción de anticipación
Finalmente, Poveda subraya que, a medida que se acercan los días clave, el estrés aumenta y acaba teniendo un impacto sobre el mercado laboral. Las mujeres que asumen toda esta carga mental, si no la pueden compartir y no disponen de una flexibilidad laboral que les permita anticiparse, llegan al trabajo agotadas, lo que no ocurre con los hombres que no asumen estas responsabilidades. Esto puede generar diferencias en la rentabilidad laboral. Por lo tanto, todo lo que se pueda anticipar y organizar (como acordar quién se encarga de qué en el hogar) ayuda a reducir el estrés y minimiza el impacto en el rendimiento laboral. "El objetivo es evitar una mayor afectación sobre las mujeres en el mercado laboral por culpa de esta carga extra, que en muchos casos recae principalmente sobre ellas", señala. Así, Navidad puede ser una oportunidad para redefinir los roles y promover la cooperación, transformando las fiestas en una celebración más justa y compartida.