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La filosofía Marina, el profesor Google y el alumno Kaspárov

La pasión por aprender en tiempo de crisis, según el profesor José Antonio Marina

José Antonio Marina es filósofo y escritor. |Cedida
José Antonio Marina es filósofo y escritor. |Cedida
Barcelona
29 de Noviembre de 2020

"La educación está pasando un momento muy duro con la pandemia, pero lo estamos haciendo relativamente bien", asegura el filósofo y ensayista José Antonio Marina en un encuentro virtual de centros de enseñanza organizado por ESIC. Las escuelas y las universidades también viven su particular Estado de Alarma fruto de la crisis del coronavirus. A pesar del temporal de confinamiento, las aulas siguen en funcionamiento y la importancia de la educación cotiza más que nunca al alza. "Google, Apple, Microsoft o Facebook están investigando mucho en educación porque quieren convertirse en los grandes educadores del mundo. Y no por un interés conspirativo, sino porque puede ser un gran negocio", augura el también experto en valores e inteligencia aplicada en las organizaciones.

José Antonio Marina se autodefine como un catedrático de bachillerato y su gran proyecto es "la movilización de la educación" en todos los sentidos posibles. Entre citas de los expertos Michael Barber, Michael Fulham o Ken Robinson, Marina vuelve a los orígenes de la educación y lanza algunas preguntas clave que no tendríamos que olvidar nunca: Cómo y donde se aprende? Qué se tiene que hacer para aprender? Quién decide qué aprenden los alumnos: los padres, el Estado, los expertos o los empresarios?

Cómo y donde se aprende? Qué se tiene que hacer para aprender? Quién decide qué aprenden los alumnos: los padres, el Estado, los expertos o los empresarios?

"Enseñamos a los profesores a educar mejor, pero no educamos a los alumnos a aprender mejor", alertaba la doctora Barbara Oakley en una entrevista en VIA Empresa. Según diferentes estudios de investigación en educación, la mejor lección para aprender es concentrarse, recordar las ideas clave para ganar intuición y trabajar la capacidad de comprensión. Entender una situación como la actual no es nada fácil, pero vale la pena recordarla para aprender de ello. 

En este sentido, Marina recuerda la pregunta reciente de la OCDE: la escuela tiene que ser reformada o reinventada? "Estamos sometidos a la ley universal del aprendizaje: toda persona, institución, universidad o empresa necesita aprender almenos a la misma velocidad que cambia el entorno para sobrevivir. Si quiere progresar tendrá que hacerlo todavía a más velocidad", explica el filósofo y autor de obras como La educación del talento (Editorial Ariel (2010)), Aprender a vivir (2004) o El laberinto sentimental (Anagrama 1998), entre otras.

Pasión por aprender

Y es que a pesar de la covid-19 que tampoco afloja por Navidad, los alumnos siguen aprendiendo tanto como pueden ya sea desde casa o en las aulas entre mascarillas. Pero, para aprender de la mejor manera posible se aconseja tener "herramientas intelectuales, emocionales y ejecutivas". Todavía más: para aprender se necesita pasión por aprender.

Marina dibuja un concepto de los de toda la vida pero que huele a nuevo: learnability. Para entendernos, es la capacidad y el gusto para aprender, que a la vez es aquello que a menudo más valoran tanto las empresas como los grandes directivos.

Marina: "Google, Apple, Microsoft o Facebook están investigando mucho en educación porque quieren convertirse en los grandes educadores del mundo. Y no por un interés conspirativo, sino porque puede ser un gran negocio"

En este sentido, el filósofo elogia la figura de un equipo directivo en una escuela y critica que "el descuido que ha habido en España en cuanto a la aprobación y valoración de los equipos directivos es un crimen educativo".

Ahora bien, el aprendizaje es un camino de vida y es que no sólo se aprende en las aulas sino en cualquier organización. Es por eso que según el ensayista, tanto las escuelas y las universidades como las empresas y la misma sociedad tienen que ser "inteligentes" y esto quiere decir "desarrollar su talento especial", que no es lo mismo que la suma de sus talentos. "Aunque una facultad tuviera 20 Premios Nobel, no sería necesariamente una institución educativa", alerta el experto.

Marina & Adrià (+ Kaspárov)

La OCDE apunta que las expectativas de la digitalización de la enseñanza no se están cumpliendo, y esto que la pandemia está acelerando procesos que hace sólo unos meses parecían del todo impensables. Marina cree en la capacidad de conseguir "resultados extraordinarios" en el mundo de la educación desde una perspectiva holística.

Marina: "Aunque una facultad tuviera 20 Premios Nobel, no sería necesariamente una institución educativa"

"La innovación no es hacer cosas nuevas o cosas al aire, es resolver problemas viejos de forma más eficaz o problemas por los que no teníamos solución", reivindica el filósofo. De repente me viene a la cabeza, una entrevista reciente con el chef Ferran Adrià en VIA Empresa: "La innovación se tiene que ver de forma muy poliédrica y desde un pensamiento sistémico y holístic. Para innovar se tiene que tener una actitud creativa." Todo está conectado. 

Hace años que José Antonio Marina trabaja en un proyecto centaureo como presente y futuro de la escuela y la universidad. Lo explica así: "La palabra centauro es una ocurrencia de cuando Garri Kaspárov perdió al ajedrez contra un ordenador y dijo que el jugador del siglo XXI sería un centauro: con cabeza de persona pero jugando con su propio ordenador."

Educación, creatividad, innovación, pensamiento sistémico y holístico... Tengamos memoria y visión.