• Economía
  • Fin del cambio temprano: salud, ocio o negocio?

Fin del cambio temprano: salud, ocio o negocio?

Los sectores económicos se debaten entre mantener el horario de verano o el horario de invierno

El 'jet lag' provocado por el cambio temprano afecta la productividad
El 'jet lag' provocado por el cambio temprano afecta la productividad
Marta Escobar Martí
Barcelona
06 de Septiembre de 2018
Act. 18 de Septiembre de 2018

Bruselas ya ha tomado la decisión: poner fin al cambio temprano. Ahora, el debate se mueve entre si el horario que hay que fijar es el de invierno o el de verano. Mientras que es evidente que hay una gran mayoría que apuesta por la supresión del cambio, la verdadera cuestión entre un horario u otro rae en un interés personal, profesional y empresarial que va muy ligado a nuestros hábitos culturales. Los expertos en salud y en pro de la reforma horaria dicen invierno, el sector de turístico y la hostelería dice verano. Así, que valoramos más, la salud, el ocio o el negocio?

A pesar de que la capital europea opta por, en caso de que supriman el cambio temprano, mantener el horario de verano, en Cataluña la preferencia es clara y totalmente opuesta. Según la mayoría de fuentes consultadas por VÍA Emprendida, el ideal para nuestra salud -que, evidentemente, influye en nuestra productividad y, por lo tanto, en la empresa que trabajamos- es quedarnos con el de invierno. Mantener el de verano haría que fuéramos dos horas más adelante del que nos corresponde por el huso horario y, esto, influye en nuestro bienestar.

A la otra banda de la sala, los empresarios del mundo de la hostelería y la restauración prefieren el horario de verano -como dice la Bruselas-, que alarga la luz por la tarde. De hecho, según justifican varios hostalers y restauradors, de este modo la gente estaría "más motivada" a la hora de salir a la calle y sentar en una terraza para tomar algo. Parece que el debate se reduce al modelo económico: un país de camareros o un país con conciliación laboral?

El coordinador de bienes de consumo y responsable del sector de la automoción de CC.OO. a escala estatal, Joaquín Ferreira​, de momento se conforma a mantener todo el año un sol horario porque asegura que el cambio temprano es "muy contraproducente" y recuerda que cuando más accidentes in itinere se producen es precisamente los primeros días después de haber avanzado o atrasado una hora las agujas del reloj. De hecho, el impulsor de la reforma horaria, Fabian Mohedano, va un paso más allá y pone encima la mesa que mantener el horario de invierno reduira los accidentes laborales y de tránsito porque, subraya, "es un horario que nos invita a ir a dormir más bien, a descansar mejor y, por lo tanto, no sufrir estrés ni angustia, además de otras enfermedades como obesidad y diabetes".

Cultura de luz

El Gremio de Hostelería de Sitges no tiene ninguna duda que se tiene que mantener el horario de verano porque "no nos conviene que se haga por la noche a las cinco de la tarde porque entonces la gente no viene". A la costa catalana, donde en invierno la oscuridad llega pronto por la tarde, los hostalers y restauradors "pierden mucha clientela porque se queda recogida a casa". Ahora bien, no sólo los hostalers prefieren quedarse con el horario de verano. El propietario y fundador de Laby -una empresa de recuperación de datos-, Víctor Casas, ha observado a lo largo de los años que "cuando se hace oscuro más bien, la gente está más apagón y, de cara al mercado, está más animada cuando hay más luz".

Pero la apuesta de los hostalers y de algunos empresarios no tiene muchos apoyos y, de hecho, la fundadora de la empresa saludable Humanas, Monica Seara, lanza un mensaje claro: "Tenemos que ajustarnos a los ritmess circadians porque nuestro cuerpo funciona con luz" y, a parecer suyo, "no tenemos que desfasar nuestro horario por la hostelería y el turismo". Los ritmos circadians tienen que ver con los cambios que sufre nuestro organismo dependiente de la luz del día o de la oscuridad. Por ejemplo, la mayoría de las personas dormimos por la noche y estamos despiertos durante el día y esto es el que nos beneficia a la hora de rendir más o, por el contrario, de sufrir estrés.

"Todos nosotros obedecemos la luz del solo", insiste Seara, al mismo tiempo que recuerda que "cuando baja la intensidad solar empezamos a tener sueño" y que, precisamente por eso, "en invierno parece que nos dormimos antes de que en verano". La suya es una empresa que se dedica a la salud organitzacional. Dedo de manera fácil, a instruir las cabezas de algunas empresas para hacer la vida fácil a sus trabajadores y que sean felices al trabajo. De hecho, ya hace años que denuncia que "si en España somos tan improductivos, es porque no dormimos".

Calidad de vida para fortalecer negocios

Mohedano sustenta que si no dormimos, es justamente porque "si por la mañana sales de casa y es oscuro, tu capacidad cognitiva no será la misma, puesto que el cerebro no ha recibido la orden de estar despierto del todo y, segundo, al atardecer, la calidad de sueño no será la misma".

Fabian Mohedano: "Más luz por la mañana quiere decir más rendimiento escolar y laboral"

Por lo tanto, si se opta para mantener el horario de invierno "querrá decir más luz por la mañana" y una mejor segregación de melatonina, la hormona del sueño, al atardecer. Esto comportará dormir mejor y, por lo tanto, un mejor rendimiento escolar y laboral.

De hecho, tanto Mohedano como Seara entienden los motivos de mucha gente para querer mantener el horario de verano. Ellos van más allá y tienen una solución para resolver el problema de no tener luz por la tarde: "Compactar las jornadas laborales". Como un pescado que se muerde la cola, una cosa lleva a la otra. Primero se habló de reforma horaria, después de poner fin al cambio temprano. Si se mantiene el horario de invierno, pero se empieza a aplicar la reforma -compactar las horas de trabajo, flexibilidad, teletrabajo...-, las tardes soleadas del invierno serán algo más largas.

El problema, pero, podría llegar en el supuesto de que "Alemania decida quedarse el horario de verano y nosotros estamos con el de invierno". Según apunta el impulsor de la reforma horaria, "esto quiere decir que estamos cambiando el huso horario y, desde el punto de vista económico y geoestratègic, no sé si es conveniente".

El ritmo de la sociedad

El mundo del comercio queda en otro plano. El vicepresidente de la Fundación Barcelona Comercio, Próspero Monte, está completamente a favor de la racionalización horaria, pero se lamenta que el comercio se tiene que adaptar al ritmo de vida de la sociedad y que, por lo tanto, ellos serán los últimos a hacer el cambio, si se llega a hacer. Puig también es del parecer que la mayoría de trabajos acaben a las cinco de la tarde porque así ellos podrían plegar a las siete y media, pero también de mantener un sol horario porque considera que "el cambio horario agobia el cliente".

Próspero Monte: "Si el que queremos es acortar el horario y el día laboral, es mejor que se haga oscuro hacia la tarda-noche, que no por la mañana"

Además, como el resto, cree que "productivamente parece que es mejor quedarnos con el de invierno". A pesar de que admite que no se ha hablado mucho de esta cuestión entre los comerciantes, sostiene que "el de invierno sería mejor porque, sino, por la mañana se nos haría de día bastante tarde y abriríamos las tiendas por la noche. Si el que precisamente queremos es acortar el horario y el día laboral, es mejor que se haga oscuro hacia la tarda-noche, que no por la mañana". A pesar de que se apruebe el fin del cambio horario (que tardará años), y la sociedad se tenga que ir adaptando a nuevas maneras de vivir de la mano de la reforma horaria, los comerciantes, pero, serán de los últimos a sumarse. Hasta que la ciudadanía no cambie de hábitos, ellos no podrán hacerlo, si no es que quieren tener unas "pérdidas sustanciales".

Si la fe mueve montañas, el fútbol va más allá y puede llegar a ser capaz de modificar los hábitos a los cuales hemos sido acostumbrados desde que tenemos uso de la razón. Queda tiempo para ver como acaba todo esto, pero el que muchos temen es, precisamente, que hasta que no se cambien los horarios del fútbol, la sociedad no evolucionará. De momento, habrá que ver como afecta, a partir de esta temporada, que ciertos partidos de la Champions League se celebren en las 18.55 horas. Mohedano lo tiene claro: "La Champions nos ayudará a cambiar los horarios de este país".