• Economía
  • David y Goliat, en la Fira de Barcelona

David y Goliat, en la Fira de Barcelona

La celebración de una de las primeras ferias presenciales en el Estado español, el Bizbarcelona, coincide con la decisión de posponer los dos grandes acontecimientos de 2021: el MWC y el ISE

John Hoffam, consejero delegado de la GSMA, anuncia el aplazamiento del gran acontecimiento de Feria de Barcelona, el MWC | Europa Press
John Hoffam, consejero delegado de la GSMA, anuncia el aplazamiento del gran acontecimiento de Feria de Barcelona, el MWC | Europa Press
Marta Escobar Martí / Margalida Vidal Barceló
Barcelona
26 de Septiembre de 2020
Act. 27 de Septiembre de 2020

Es el tema estrella de la semana. Mientras que Fira de Barcelona ha retomado la actividad presencial con un Bizbarcelona y un Saló de l'Ocupació que han recibido 7.123 personas y que lo han seguido 4.512 más a través de internet, la GMSA anunciaba el miércoles que se curaba en salud y aplazaba el Mobile WorldCongress a finales de junio. Después de meses de paradas, el Biz ha dado el pistoletazo de salida a una nueva modalidad del salón acelerada por la pandemia de covid-19, un formato híbrido que ha sido pionero en el Estado español y en gran parte de Europa. Catalunya vuelve a liderar la reanudación de la actividad presencial y lo hace con todas las medidas de seguridad y tecnologías a su alcance y con el objetivo de poder celebrar un acontecimiento sin riesgo de contagio que permita reactivar la economía en un momento de cambio acelerado.

 

Este, sin embargo, ha sido un Biz muy diferente del que se ha vivido los demás años. Control de temperatura cada vez que se accedía al recinto, gel hidroalcohólico en todas partes, una entrada en formato QR que también se tenía que ir validando en cada control, y cámaras de inteligencia artificial que controlaban las posibles aglomeraciones. Pero si los pasillos del pabellón 8 del recinto de Montjuïc recibieron el año pasado 13.600 visitantes, este año el aforo -físico- se veía reducido a poco más de la mitad. El suelo pintaba el salón de azul y rojo con unas flechas que señalizaban el camino que tenían que seguir los asistentes, unos pasillos en los que, muy de vez en cuando, se juntaban grupos de personas, pero que, generalmente, se veían muy vacíos, a pesar de que se notaba la ilusión de los asistentes que, por fin, podían volver a vivir un acontecimiento presencial.

 

El Bizbarcelona tenía que celebrar su décima edición los días 27 y 28 de mayo, pero el estado de alarma obligó a posponer o cancelar todas las ferias. Si bien durante la presentación del salón poco menos de un mes antes de que el Gobierno español decretara el confinamiento total su director, Aleix Planas, centraba los objetivos del acontecimiento en la sostenibilidad y la aplicación de los ODS al emprendimiento y las pymes, el coronavirus hizo cambiar los planes de organizadores y ponentes que, a pesar de que han incorporado la sostenibilidad en sus charlas, estas se centraban, básicamente, en las oportunidades que ha generado, está generando y generará la crisis de la covid-19.

El president de Pimec, Josep González, al Bizbarcelona | MEM

Sales prácticamente vacías durante el Bizbarcelona 2020 | MEM

Aquella rueda de prensa se celebró el 19 de febrero de 2020, sólo siete días después de que finalmente la junta de la GSMA anunciara que suspendía la celebración del MWC por el riesgo de coronavirus y por el alud de bajas de las mayores marcas del congreso. Sólo dos días después, el Barcelona Tech City anunciaba la celebración de unas jornadas para startups e inversores durante las fechas en las que se tenía que celebrar el Mobile, el Tech Spirit Barcelona, y los organizadores del Bizbarcelona tenían muy claro que celebrarían el salón a finales de mayo. La incredulidad de las diversas alertas sanitarias por la expansión de la covid-19 no dejaba lugar a creer que, meses más tarde, la situación sería todavía mucho más crítica.

De hecho, en pocos días, la normalidad se fue a pique y, mientras a finales de febrero la mayoría de políticos, actores sociales e incluso la propia Organización Mundial de la Salud restaban importancia al virus nacido a Wuhan, el 11 de marzo se precipitaba todo cuando la OMS determinaba que la covid-19 era una pandemia mundial y el presidente español, Pedro Sánchez, anunciaba tres días más tarde la aplicación del estado de alarma durante quince días. Incluso, cuando el CEO de la GSMA, John Hoffman, se acogía al argumento "causas de fuerza mayor" para justificar la suspensión del MWC, los cargos políticos presentes en aquella rueda de prensa no entendían los motivos exactos que llevaban a la organización a tomar esta decisión porque, como decía la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, "la ciudad estaba preparada para tener la mejor edición del MWC". Las caras largas fueron las protagonistas de la jornada.

El preludio de una nueva normalidad inesperada

Aquella rueda de prensa del 13 de febrero fue el preludio del alud de cancelaciones de ferias que vendría después. Si en aquel momento no éramos conscientes del riesgo -la sala de prensa de Fira de Barcelona estaba apretujada de periodistas de todas partes que buscaban explicaciones creíbles en la cancelación del congreso-, los días y las semanas dieron la razón a la GSMA y todo quedó suspendido. De las 462 ferias previstas en 2020, entre abril y junio se suspendieron 117, con un impacto de 550 millones de euros, según datos de la Federació de Fires de Catalunya. Ahora bien, si es cierto que el MWC y el ISE se han aplazado para junio de 2021, también lo es que otras ferias más pequeñas seguirán el camino del Bizbarcelona y, a pesar de todo, continuarán celebrándose.

De las 462 ferias previstas en 2020, entre abril y junio se suspendieron 117, con un impacto de 550 millones de euros

Es el caso del FHG Forum, que coge el relevo del Biz y del Saló de l'Ocupació celebrando un acontecimiento también en formato híbrido, que les permitirá potenciar su alcance y ampliar la audiencia de todas las sesiones celebradas. Entre el 28 y el 29 de septiembre, el nuevo congreso de Fira de Barcelona trabajará para reactivar los sectores más afectados por la covid-19 como son la alimentación, el turismo y la gastronomía y lo hará siguiendo la estrella del primer salón presencial y online de la nueva normalidad: con todas las medidas de seguridad ya mencionadas y con la convicción de reavivar unos sectores que son motores económicos en el Estado español y que representan en torno al 25% del PIB.

Pero, mientras se trabaja para reanimar los sectores más afectados por el coronavirus, Gobierno y agentes sociales se ponen las pilas para convertir Catalunya en la capital de la revolución tecnológica, apostando por la economía del conocimiento para "potenciar un ecosistema de startups sólido que dé salida a toda la potencialidad creativa y emprendedora del país", como decía el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, durante su intervención en el Bizbarcelona. Porque, más allá del turismo, la alimentación, la hostelería y la gastronomía, hay que materializar el mítico concepto sobre las oportunidades que aportan las crisis y, para hacerlo, se tiene que poner en marcha, desde ya, "la revolución tecnológica", crear un nuevo modelo económico y potenciar, todavía más, la internacionalización de las empresas catalanas.

El formato virtual no siempre convence

Una de las principales diferencias entre las nuevas ferias -grandes y pequeñas- es que no todas apuestan de manera clara por un formato híbrido. Mientras que las que se nutren de expositores y asistentes locales están más abiertos a sustituir una parte de las visitas físicas por virtuales, los acontecimientos que tienen como principal reclamo el público internacional no se lo pueden permitir. El consejero delegado de la GSMA lo resumía así el día que anunció en una rueda de prensa improvisada el aplazamiento del MWC: "No es el mismo" hacer un acontecimiento online que uno físico.

Un acontecimiento de la envergadura del MWC no puede permitirse que Huawei, Samsung o Sony no estén presentes

De hecho, la decisión de posponer la feria del móvil ha sido motivada en gran parte para garantizar la presencia de grandes expositores. Mientras que con las fechas iniciales de finales de febrero un 78% de las empresas expositoras más importantes del Mobile habían confirmado su participación en la edición de 2021, con el cambio de fechas prevén aumentar el porcentaje hasta el 85%. Un acontecimiento de esta envergadura no puede permitirse que Huawei, Samsung o Sony no estén presentes. Si no vienen las empresas, los asistentes bajan en picado.

Pese a la voluntad de mantener el MWC como un salón completamente presencial, la GSMA completará los contenidos a través de internet. Hoffman dejó claro que la parte virtual será anecdótica y que el grueso del acontecimiento será en el recinto de Gran Via de la Fira. ISE ha optado por un modelo similar: la feria será presencial. Aún así, los meses previos a la celebración del salón de audiovisuales más grande del mundo tendrá un programa de contenidos virtuales a través del Rise Digital. Esta plataforma será un plus y en ningún caso sustituirá los actos y conferencias programados de manera presencial. El networking sí se podrá hacer durante los días de la feria de manera virtual.

Ahora, habrá que tener fe y esperar que 2021 cambie el rumbo del panorama ferial. Porque, como decía Hoffman a mediados de febrero, a pesar de que el día de la cancelación del MWC20 era "triste y oscuro, sabemos que el sol volverá a salir y que todo tiene que ver con el futuro".