El 2021 de Fira de Barcelona es "incomparable" con cualquier otro año del organismo. El Director General de Fira, ConstantíSerrallonga, recuerda cómo el peso de la realidad cayó sobre los recintos barceloneses después de cerrar 2020 con unas previsiones "expansivas". Durante el primer semestre del ejercicio, el "motoreconómico" de la ciudad y el Área Metropolitana permaneció en silencio, a pesar de que fue el primero en retomar la actividad en verano de este año. La accidentada trayectoria de Fira durante el año que acaba, con un MobileWorldCongress a medio gas, un ISE deslucido y salones internacionales de dimensiones mucho más humildes que en otras ediciones, prueba, sin embargo, que todavía es un proyecto con posibilidades de crecimiento, incluso en el contexto de la pandemia. "Hemos demostrado que se pueden hacer ferias, y que las ferias son másnecesariasquenunca", apunta Serrallonga.
En este contexto, el director general de la entidad ha presentado unos resultados que, a pesar de no ser positivos, arrecian por la organización la "solidez" de Fira y su hoja de ruta estratégica. Durante 2021, el organismo Firal ha registrado unos ingresos de 60 millones de euros – lejos todavía de los más de 200 que se convirtieron en tendencia los años previos a la pandemia – y un ebitda negativo de 10 millones de euros. Las pérdidas de este año, que el año pasado se sufragaron con una inyección de capital por parte de Generalitat y Ayuntamiento, son "perfectamente asumibles" por Fira, según Serrallonga. "La misión de Fira no es hacer beneficios, sino actuar como motor social y económico", añade el presidente del Consejo de Administración del ente, PauRelat.
Relat: "La misión de Fira no es hacer beneficios, sino actuar como motor social y económico"
A pesar de que 2021 fue un "año más difícil del lo que esperaba" la entidad, los bonos resultados en la celebración de acontecimientos cómo ISE o Mobile World Congress ofrecen, según los dirigentes de Fira, perspectivas "moderadamente optimistas" de cara a 2022. Tal como ha comunicado Serrallonga, el organismo espera llegar a los 170 millones de euros de ingresos, una cifra mucho más próxima a las registradas con actividad completa. Pese a las nuevas restricciones, afirma Serrallonga, los principales acontecimientos de Fira están "orientados" hacia su celebración, así como las empresas que tendrían que participar. Después de un año con la actividad Firal reducida a 50 acontecimientos, para el 2022 la entidad espera llegar a celebrar 100, todos en formato presencial, entre los tres espacios que gestionan.
Con estas proyecciones, Fira espera recuperar progresivamente el conjunto de una actividad que, a pesar de haber vuelto durante la segunda mitad de 2021, ha sido "más pequeña y menos internacional". La entrada en vigor el pasado 1 de noviembre la gestión completa por parte del organismo del Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB) aumenta, además, las posibilidades de la entidad, que ahora cuenta con los tres grandes recintos feriales de la ciudad. Serrallonga celebra esta nueva capacidad, que permite, afirma "proyectar la ciudad internacionalmente" en el sector congresos y todas las industrias que se asocian. El CCIB aportará, según las previsiones del director general, el 17% de los ingresos de Fira en 2022.
Del protocolo Covid a los ODS
Los representantes de las administraciones al Consejo General de Fira han elogiado el trabajo de la entidad, tanto en su ensambladura en el tejido económico del país cómo en la vertiente de apoyo social que ha llevado a cabo durante la crisis de la Covid. Según la alcaldesa de Barcelona AdaColau, presidenta del Consejo, el organismo ha demostrado "una capacidad de resiliencia" que lo ha convertido en un actor "esencial" para los agentes económicos de la ciudad. En este sentido, el consejero de empresa y Trabajo RogerTorrent, vicepresidente del Consejo General, considera Fira cómo "la chispa que pone en marcha muchos de los proyectos empresariales" que dinamizan la economía del país. La presidenta de la Cambra de Barcelona y también vicepresidenta del órgano, MònicaRoca, celebra el "valor añadido para el país" que supone Fira, y espera que este valor aumente el 2022.
Fira tiene un impacto anual de 4.710 millones de euros, con un Valor Añadido Bruto equivalente al 1% del PIB del país
La apuesta por "el intercambio de conocimiento para revertir la situación económica" que elogia Roca de la entidad ha sido clave para el regreso a la acción de Fira. Según Relato, el foco siempre ha estado en el equilibrio entre "actividad y seguridad". A esta máxima responde la elaboración de protocolos de seguridad para las Firas, cómo las pruebas y rastreo habilitadas para el Mobile World Congress. Esta apuesta ha servido para una recuperación de la actividad y de la plantilla, que está completa desde octubre de 2020 después de unos meses de ERTO. La relevancia de Fira en el tejido económico de la ciudad en un contexto de normalidad es gigantesca: el organismo tiene un impacto anual de 4.710 millones de euros, con un Valor Añadido Bruto equivalente al 1% del PIB del país. Hasta 35.000 puestos de trabajo dependen de la actividad de Fira, que genera, además, una recaudación fiscal de 970 millones de euros en un año regular.
Los meses de descenso en la actividad Firal han servido, además, para arreciar la apuesta de Fira como actor social. Además de los espacios ofrecidos a personas sin hogar y la instalación del hospital Fira Gran Vía – que, como recuerda Relat, finalmente no se tuvo que usar – tanto la dirección del ente como las autoridades han celebrado la contribución de los espacios feriales como recintos de vacunación, que han acontecido uno de los puntos más importantes de todo el país. En cuanto al cumplimiento de los ODS, Relat ha recordado la certificación ISO 14.001 de sistemas de gestión ambiental que ha recibido este año Fira, así como el foco en congresos que apuntan hacia la transición ecológica, cómo el Tomorrow Mobility.
Un buen 2022
Las celebraciones durante el año 2021, así, han servido como "ensayos para un 2022 exitoso", apunta Serrallonga, que considera que el regreso a la actividad normal de Fira es una carrera de fondo. En un sentido parecido, Relat reivindica las "luces largas" que han guiado la adaptación del organismo a la crisis provocada por la pandemia y la hoja de ruta hacia el regreso al pleno rendimiento. Los eventos internacionales acogidos por los pabellones barceloneses durante la segunda mitad del ejercicio han servido, según el presidente, para "enseñar al mundo ferial que en Barcelona se celebran congresos seguros".
Para Serrallonga, el potencial completo de Fira todavía no se podrá ver durante el año próximo. Los grandes congresos de la entidad no habrán llegado al alcance que pudieron tener en 2019. El mantenimiento de la actividad internacional, con celebraciones a México o la Xina, también servirán para proyectar una imagen internacional de solidez institucional, uno de un "liderazgo europeo" que celebra Relato. En este sentido, la ampliación del recinto de Gran Vía, unida a la incorporación del CCIB a la gestión del ente, cobran especial relevancia para la hoja de ruta a seguir. "La ampliación tiene más sentido que nunca para arreciar el liderazgo de Fira en el mundo ferial europeo. Ampliación, sí o sí", concluye Relato.