Foment del Treball ha advertido que hacer permanente el impuesto a la banca tendría un “impacto directo inmediato” en Catalunya de cerca de 15.000 millones de euros debido a las restricciones de crédito para inversiones productivas que supondría, así como por la eventual pérdida de valor de las entidades financieras afectadas. Foment estima que, con el impuesto permanente, habría 9.500 millones menos en crédito en Catalunya y se perjudicaría a los bancos en bolsa, provocándoles una pérdida de valor que cuantifica entre los 6.300 y los 6.800 millones de euros. Este último cálculo lo realiza la patronal, según un estudio del Instituto Nacional de Analistas, que señala que el efecto negativo del gravamen podría ser de un 14 %.
En un comunicado, Foment pide al gobierno español que “reflexione y desista de la intención de prorrogar el impuesto a la banca” establecido en 2022. “No se pueden hacer ordinarias las medidas extraordinarias”, señala la patronal, que defiende que los tipos de interés ya están bajando y que “el impuesto impactará negativamente en los resultados y las inversiones” de los bancos.
Foment estima que, con el impuesto permanente, habría 9.500 millones menos en crédito en Catalunya
Asimismo, Foment dice que el gobierno español debe reflexionar sobre “a quién afecta la medida, básicamente a los accionistas y ahorradores, más que a las entidades mismas”. Por otro lado, Foment también considera que el gravamen puede “poner en peligro la acción de la Obra Social de la Fundación La Caixa”.
Para Foment, además, el impuesto afecta la competitividad de los grandes bancos frente a rivales europeos o americanos, y puede incluso provocar “la deslocalización de actividades más globales del sector financiero”.