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El fondo de inversión que se está haciendo de oro con el precio del aceite de oliva

El encarecimiento del aceite de oliva ha afectado a la mayoría de los particulares y empresas, pero siempre existen excepciones

Una chica comprando aceite en un supermercado catalán | iStock
Una chica comprando aceite en un supermercado catalán | iStock
Barcelona
12 de Septiembre de 2023
Act. 12 de Septiembre de 2023

Comprar aceite de oliva en el supermercado no es apto para todos los bolsillos. De hecho, una botella de un litro cuesta casi diez euros: un 31% más caro que el pasado año. Quien lo nota más son los particulares y algunas de las empresas que necesitan utilizar grandes cantidades de aceite para elaborar otros productos. Ahora bien, hay quien de una crisis ve una oportunidad y se está haciendo de oro con un producto único: el fondo de inversión Beka Finance.

Nadie esperaba, ni en las peores de las circunstancias, el elevado precio del aceite hace dos años. El encarecimiento tiene su origen en su drástica caída de la producción por culpa de la sequía que ha arruinado a muchos agricultores y cooperativas, tal y como apuntamos en VIA Empresa. Pero no a todos. Tal y como avanza el periodista Miguel Moreno de Cinco Días, la gestora de activos española, Beka Finance, lanzó en 2020 un fondo de capital riesgo especializado en la inversión en plantaciones de olivos con los sistemas de producción más modernos.

Hay quien de una crisis ve una oportunidad y se está haciendo de oro con un producto único: el fondo de inversión Beka Finance

Al utilizar técnicas agronómicas, su producción apenas se ha visto afectada y están facturando más que nunca. Los clientes de banca privada que pudieron acceder a ese producto (con un mínimo de inversión de 100.000 euros) podrán conseguir rentabilidades del 20% anual.

Fernando de la Vega, uno de los máximos responsables de ventas de Beka Finance, reconoce a la prensa que la inversión en olivares ni siquiera era la idea original. “En 2019 veíamos que los tipos de interés seguían muy bajos, que había mucho interés por inversiones alternativas a los bonos y la bolsa, y que había una burbuja en los tradicionales fondos de capital riesgo, por eso empezamos a buscar nuevas opciones para nuestros clientes”.

Pensaron en lanzar un fondo especializado en la compra de hoteles, pero con la pandemia rechazaron la idea y empezaron a valorar la opción de entrar en el llamado agribusiness: la inversión en el sector primario pero con criterios financieros muy avanzados. Por este motivo, se aliaron con Bolschare, una compañía familiar portuguesa que tenía una técnica particular que les permitía pasar de 300 olivos por hectárea a casi 2.000 árboles por hectárea y multiplicar su productividad. Además, al estar alineados y con poca altura, la técnica de recolección no es manual, sino con tractores que pasan por encima de los setos y cosechan a toda velocidad. La monitorización de la salud de la plantación se realiza con drones.

La sequía que provoca dolores de cabeza (y alegrías)

Las causas de la inflación oleica son múltiples: se apunta a la guerra de Ucrania (que ha mermado la producción de otros aceites); al encarecimiento de los costes (por la subida de los combustibles y los fertilizantes), pero el factor principal es la sequía.

De la Vega (Beka Finance): "Con la pandemia empezamos a valorar la opción de entrar en el llamado agribusiness: la inversión en el sector primario pero con criterios financieros muy avanzados"

España produce casi la mitad del aceite de oliva mundial y el 70% de estos cultivos son de secano. Con la escasez de lluvias de los dos últimos años, la cosecha de aceituna se ha desplomado. De acuerdo con cálculos sectoriales en el 2023 se producirán unos 700.000 kilos de aceite en las almazaras, mientras que lo normal era conseguir casi el doble, unos 1,3 millones de kilos.

El responsable nacional del sector del aceite de Unió de Pagesos, Jordi Pasqual, ha afirmado que la media anual de producción de aceite en Catalunya debería situarse en torno a las 30.000 toneladas de aceite. El año pasado, la sequía supuso perder la mitad de la producción, que se situó en unas 15.000 toneladas. Pero este año, la situación ha empeorado. Se prevé una producción de aceite de tan sólo 7.000 toneladas. Desde la cooperativa apuntan que "no recuerdan una situación similar durante los más de cuarenta años que llevan trabajando".

De hecho, la campaña ya se perdió durante los meses de abril y mayo, por eso recuerdan que debería llover a partir del próximo mes de septiembre si se quiere asegurar que el olivo vuelva a hacer fruto y se pueda salvar la temporada del 2024. Sin embargo, parece que de una crisis hay quien ve oportunidades.