Uno de los temas más recurrentes en torno a la recuperación de nuestra economía son los fondos europeos. Los llamados Next Generation EU constituyen un plan de ayudas de 750.000 millones de euros de la Unión Europea para el rescate y recuperación de sus estados miembro. Aún así, el destino de este dinero todavía es todo un misterio y abre la puerta a muchas preguntas que aun no tienen respuesta.
"La principal preocupación del gobierno español es si será capaz de adjudicar el dinero cumpliendo con el plazo", explica Miquel Puig, coordinador del Comitè Assessor Catalunya Next-Generation EU, en el debate Cafè Europa organizado por la Fundació Catalunya Europa.
Los fondos europeos destinados al Estado español equivalen a 140.000 millones de euros en cuatro años. Y la duda más grande dentro de la comunidad de expertos es cual será la manera más eficaz de repartirlos. Según Puig describe, el Gobierno español ha decidido utilizar en esta legislatura 73.000 millones de euros, una cifra que equivale al tanto por ciento de los fondos que no se tienen que devolver, es decir que son "ayudas gratuitas".
En este sentido, las administraciones públicas serán las encargadas de destinar este dinero a los planes más innovadores y atractivos de cara a la Unión Europea. "Yo creo que lo mejor que pueden hacer las administraciones es utilizar los recursos ya existentes para adjudicar el dinero antes de crear organismos nuevos", recalca también Marta Angerri, consultora y presidenta de la Comissió Agenda 2030 de Foment del Treball. Además, ambos invitados coinciden en el hecho que todavía hay mucha niebla en medio de este asunto y que tenemos poca información específica.
Marta Angerri: "Lo mejor que pueden hacer las administraciones es utilizar los recursos ya existentes para adjudicar el dinero"
Aún así, sí que hay un poco de luz en medio de tanta incertidumbre. El Gobierno español ya anunció que el 50% de esta primera inyección de dinero se repartiría desde las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos. "El Estado ha dicho que esta decisión es porque cree en un estado dividido en comunidades, pero yo también creo que utilizan este argumento para sacarse de encima toda la documentación que tendrían que hacer para gestionar todo el dinero desde el gobierno central", replica Puig.
En cuanto a este 50% que se quedarían a repartir las comunidades no hay demasiada claridad. "Estamos hablando de mucho dinero y todo el mundo tiene montañas de proyectos, en total sólo en Catalunya ya hemos recibido un millar de ideas", recuerda el coordinador del Comitè Assessor Catalunya Next-Generation EU. Angerri también ha querido remarcar que "no sabemos hasta qué punto estos proyectos tendrán margen de maniobra". De este modo, ambos ponentes describen un contexto muy ambiguo ante este dinero y no acaban de saber si el Gobierno español pondrá pautas muy concretas o serán las Comunidades Autónomas las que tendrán que cumplir sólo con algunos objetivos genéricos.
Por otro lado, sí que hay más información sobre la otra mitad del dinero, destinado a ser adjudicado desde el mismo gobierno central. "Nos da algo más de tranquilidad pensar que este dinero ya está incluido en los presupuestos del Estado", suspira Puig. Aparte, también se han creado los Perte (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica). Como explican Puig y Angerri, " sabemos poca cosa, pero se supone que serán proyectos excepcionales".
Objetivos generales de los fondos
Hay que recordar que estos fondos tienen un cierto regreso hacia la Unión Europea y, por lo tanto, ésta es la encargada de fijar unos objetivos comunes para todos los Estados miembros. "Desde la UE han querido romper con el tabú de las inyecciones de dinero público a empresas privadas", explica Miquel Puig.
Puig: "Desde la UE han querido romper con el tabú de las inyecciones de dinero público a empresas privadas"
Es por este motivo, que se han propuesto los objetivos generales hacia la transformación de la economía europea como principal motor de este dinero. Tal como dicta Europa, el dinero tienen que ser destinado a construir una economía más productiva, sostenible y resiliente, para volver a competir con los grandes gigantes económicos que son, desde siempre, Estados Unidos y recientemente China.
Ante estos objetivos a cumplir, España ha dictado también su variante, es decir, algunos objetivos específicos que se adhieren a los generales: "El plan español añade el objetivo de conseguir más igualdad de género en ámbitos laborales y más cohesión social", remarca el coordinador del Comitè Assessor dels fons Next Generation a Catalunya.
Temas prioritarios por Catalunya
El eco que ha provocado la Generalitat al presentar 27 proyectos donde se adjudicaría dinero de los fondos europeos también ha provocado una gran incertidumbre ante la sociedad catalana. Miquel Puig recalca que son proyectos muy generales hechos en campaña electoral y, por lo tanto, "lo que explicó la Generalitat no es más que un anunciado".
Miquel Puig: "lo que explicó la Generalitat no es más que un anunciado".
Aún así, para Puig sí que hay algunos sectores estratégicos que podrían catapultar la economía catalana con la ayuda de los fondos europeos. La industria del automóvil es una de las prioridades catalanas, puesto que cuelga de un hilo y los fabricantes de coches tendrían que replantearse el sistema para empezar a construir coches eléctricos. "Si no se reconvierten, en Catalunya sobrarán fábricas porque el coche eléctrico es más fácil de fabricar".
También sería una gran fuente de inversión la conversión y producción del Hidrógeno en el territorio catalán para ser más sostenibles. Respecto a las novedades tecnológicas, el coordinador del Comitè Assessor Catalunya Next-Generation EU, dice que la creación de nuevos sectores ayudaría a la digitalización y el posicionamiento catalán en tecnología: "el Barcelona Supercomputing Center sería el primer lugar en toda Europa que fabricaría chips de altas prestaciones; un mercado donde hoy por hoy sólo opera China".
A pesar de estos avances, cosas tan básicas como la remodelación de la red ferroviaria catalana quedarían fuera de estos proyectos financiados por los fondos europeos, debido a la duración de las ampliaciones en la red. "Si no está ya aprobado no se hará, puesto que es un proceso demasiado lento y el plazo se nos acabaría antes de poderlo finalizar", lamenta Puig.
El debate pues, ha remarcado que todavía hay mucha oscuridad alrededor de esta inyección de dinero y su destino. Aún así en Catalunya podríamos construir el primer chip de alta prestación europeo, mientras continuamos viajando en trenes sin reformar.