El "desastre" de los hoteles empezó en marzo con la llegada del coronavirus y acabará el año del mismo modo, con una campaña de Navidad inexistente. Las principales asociaciones hoteleras de Catalunya, las Illes Balears y el País Valencià calculan tasas de apertura de un máximo del 50% de los establecimientos y ocupaciones muy escasas. Las horas bajas que vive el sector del alojamiento turístico se presenta como un regalo para fondos de inversión que buscan nuevas oportunidades. Han salido de cacería, pero fuentes del sector aseguran que el mercado inmobiliario no se mueve más de lo que es habitual. Mucha demanda para una oferta que, de momento, no ha crecido.
Cada territorio tiene sus particularidades. "Después del PEUAT [la regulación de los establecimientos de alojamiento turístico], los hoteles ganaron mucho valor porque no se podían construir más", relata Manel Casals, director general del Gremi d'Hotels de Barcelona. A partir de aquel momento, encontrar hoteles en venta y compradores empezó a ser cada vez más difícil. "Ahora, parece que se está reactivando el mercado, pero sólo por el lado de gente que busca oportunidades", indica Casals. Y añade: "Esperamos recuperar la actividad antes de tener que vender hoteles". De hecho, afirma que todavía no tienen constancia de transacciones completadas, pero que sí hay "inversores inmobiliarios y cadenas hoteleras locales que buscan aumentar su presencia en Barcelona".
Fuentes de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) aseguran que "no observamos más movimientos que los que hay normalmente en esta época". La asociación prefiere no hacer ningún comentario oficial hasta que realmente se haya empezado a identificar este fenómeno. Pero admiten que hay negociaciones y que "esperamos movimientos inmobiliarios más adelante". Y es que las Balears son, de estos tres, el territorio que peores perspectivas tiene para Navidad.
Manel Casals (Gremi d'Hotels de Barcelona): "Ahora, parece que se está reactivando el mercado inmobiliario de hoteles, pero sólo por el lado de fondos que buscan oportunidades de inversión"
"Han aparecido noticias tremendamente interesadas por parte de fondos de inversión sobre hoteles a la venta en portales inmobiliarios; ningún hotelero en su sano juicio pondría un anuncio así", asegura Nuria Montes, secretaria general de HOSBEC (la asociación empresarial hostelera de Benidorm, Costa Blanca y Comunidad Valenciana). Si se ha producido alguna venta, asegura, ha sido de algún hotel pequeño familiar. A pesar de la crisis derivada del coronavirus, Montes insiste que "el sector hotelero del País Valencià está muy saneado" y que tiene capacidad de aguantar hasta finales de 2021 así, puesto que "los bancos cubren bien las necesidades de capital del sector; no hay problemas financieros".
Pérdidas tanto abiertos como cerrados
La campaña de Navidad no ayudará a mejorar la situación. Y, como apuntan desde la FEHM, quizás después de dejar de ingresar lo que normalmente supone un final de año en condiciones habituales, será casi obligatorio que se empiece a mover el mercado inmobiliario hotelero. En Barcelona, prevén poco más del 20% de establecimientos abiertos; en Mallorca, sitúan la cifra alrededor de un 10%; y en el País Valencià coinciden con este 10% en las zonas vocacionales pero creen que en las ciudades la tasa de apertura de hoteles será de entre un 40% y un 50%.
Nuria Montes (HOSBEC): "Tener un hotel cerrado cuesta entre 50.000 y 100.000 euros mensuales, pero tenerlo abierto puede hacer que pierdas todavía más dinero"
Pero las asociaciones de hoteleros de los tres territorios puntualizan que en estos establecimientos que podrán recibir visitantes se esperan ocupaciones muy bajas. De hecho, según el caso, ahora mismo es más rentable tener el hotel cerrado. "No sale a cuenta tener un establecimiento abierto; los que lo hacen, simplemente es para intentar no tener tantas pérdidas como tendrían estando cerrados", afirma Casals. Según Montes, los cálculos de la patronal del País Valencià indican que tener un hotel inactivo cuesta entre 50.000 y 100.000 euros mensuales, "pero tenerlo abierto puede hacer que pierdas todavía más dinero".
Para intentar rascar alguna reserva, los hoteles de Barcelona lanzan ofertas navideñas para el cliente local. "El movimiento será mínimo; hay que tener en cuenta que el 99% de la facturación de los establecimientos proviene de turistas extranjeros", indica Casals con datos del Gremi d'Hotels de Barcelona. Desde la FEHM apuntan que las reservas que hay para las vacaciones de Navidad "son ficticias". Y es que la insularidad es otro elemento que añade dificultad a que vengan turistas. "Depende de las compañías aéreas, que cambian los vuelos muy a menudo y los cancelan; aquí, los visitantes no dependen de su coche", afirman fuentes de la federación.
¿Hasta donde tienen que llegar las restricciones?
La segunda ola no ha llegado a tener un freno duradero. El repunte de casos después de semanas de toque de queda y restricciones varias ha sido más rápido de lo que se preveía y ha puesto en entredicho hasta el último momento si las limitaciones de movilidad, por ejemplo, serían todavía más estrictas en Navidad. Antes de que el Gobierno central dejara a manos de las autonomías decidir qué medidas aplicaban para las vacaciones, Montes aseguraba que los hoteles valencianos ya habían empezado a recibir cancelaciones de turistas de otros territorios del Estado español. Los tres coinciden en que, si hay reservas, serán de última hora.
FHEM: "Las reservas para las vacaciones de Navidad son ficticias; los turistas no dependen de su coche, sino de las aerolíneas, que cambian y cancelan vuelos a menudo"
En este sentido, aparece el debate de hasta dónde tienen que llegar las restricciones. "No tiene sentido que cinco millones de valencianos se puedan mover dentro de la comunidad, pero que no pueda venir una persona de Albacete", se queja la secretaria general de HOSBEC. Asegura que ir a un hotel "no tiene ningún riesgo". La FEHM reclamaba una medida que se ha acabado estableciendo en las Illes Balears: la obligatoriedad de llegar con una prueba PCR negativa al puerto o al aeropuerto, tanto para extranjeros como para turistas nacionales. Eso sí, reclaman que los tests sean "más asequibles y accesibles".
Lo mismo opina Casals, que considera que si se hiciera una PCR a todo el mundo que entra y sale de los aeropuertos, la gente se podría mover. Ni el director del Gremi d'Hotels de Barcelona, ni las fuentes de la FEHM ni Montes ven los tests de antígenos como la gran salvación del sector, tal como se apuntaba en el sector hace unas semanas. Nuria Montes lo ve como "una medida más, que no sirve de nada si no hay distancia y todas las medidas que recomiendan las autoridades sanitarias". Será en función de cómo evolucionen la Navidad y los meses siguientes –con el inicio de las vacunaciones– que los fondos inversores encontrarán las oportunidades que buscan en el mercado inmobiliario hotelero o no.