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El gran banco catalán, una operación frustrada

"Fainé y Lara intentaron fusionar La Caixa y el Banco Sabadell, pero Oliu lo frenó"

Cuando intentaron fusionar La Caixa y el Banco Sabadell. | Marta Escobar Martí
Cuando intentaron fusionar La Caixa y el Banco Sabadell. | Marta Escobar Martí
Barcelona
22 de Noviembre de 2020
Act. 23 de Noviembre de 2020

"Isidre Fainé y José Manuel Lara intentaron fusionar La Caixa y el Banco Sabadell, pero Josep Oliu lo frenó". Así se titulaba la segunda parte de una entrevista que le hice en verano de 2019 al periodista y escritor José Martí Gómez después de publicar Los Lara. Aproximación a una familia y a su tiempo (Galaxia Gutenberg y La Maleta de Portbou).

Un libro de 232 páginas cocinado a fuego lento a lo largo de tres años, por encargo de altos directivos del Círculo de Economía y con más de 70 entrevistas a escritores, editores, empresarios y políticos de primera línea como José Montilla, Antoni Castells o Josep Sánchez Llibre. Más allá de la alcurnia de poder de "la monarquía de los Lara en Grupo Planeta", hay un apartado vital para la historia empresarial y bancaria de Catalunya que merece ahora más que nunca una mención a pie de página.

Isidre Fainé y José Manuel Lara forjaron una buena amistad personal a partir de su pasión por el trabajo y también por el poder. "El empresario catalán que aspiraba a ser el Murdoch español buscaba el apoyo de una institución catalana como La Caixa", relata José Martí Gómez haciendo referencia a una operación empresarial para "desestabilizar" el auge de Podemos en toda España.

José Martí Gómez: "El empresario catalán [José Manuel Lara] que aspiraba a ser Murdoch español buscaba el apoyo de una institución catalana como La Caixa"

Política aparte, Lara era accionista del Banco Sabadell a través de la patrimonial Inversiones Hemisferio y llegó a compartir mesa en el consejo de la entidad presidida por Oliu con grandes fortunas catalanas como Isak Andic (Mango), Joaquim Folch (Titán) o Sol Daurella (Cobega), entre otros. "Hay banqueros de siempre y banqueros de pega. Los de pega son los ricos que habían hecho mucho dinero con su negocio y les hacía ilusión ser banqueros. Pusieron mucho dinero en el Banco Sabadell y se arriesgaron mucho para invertir en un banco meses antes de que estallara la crisis económica", explica el escritor Roger Vinton en VIA Empresa.

Hacer Caixa con las grandes fortunas catalanas

Preguntado sobre el intento de fusión frustrado entre La Caixa y el Banco Sabadell, Vinton recuerda que La Caixa llegó a ser el máximo accionista del Deutsche Bank y después se lo vendió, del mismo modo que llegó a tener un 15% del capital del Sabadell a cambio de cederle el control de Banco Herrero. La operación se valoró en 112.000 millones de pesetas, lo que ahora serían 675 millones de euros.

"Parecía el embrión de un gran grupo catalán financiero, pero con la crisis quedó en nada. Rumores de fusiones siempre hay, ya pasaba con La Caixa y Caixa Catalunya. Muchas operaciones no tienen sentido, pero se hacen por interés político. El Sabadell no tardará a ser comprado, es un banco grande y bien posicionado en Catalunya pero no lo suficiente como para ir solo por el mundo. Ahora bien, hay demasiadas duplicidades entre La Caixa y el Sabadell en Catalunya como para fusionarse, a no ser que haya un interés político...", apuntaba Vinton en septiembre de 2019 después de ser entrevistado por su libro La Gran Telaraña (Ediciones Periscopio).

Vinton: "Hay demasiadas duplicidades entre La Caixa y el Sabadell en Catalunya cómo para fusionarse, a no ser que haya un interés político..."

La Caixa se vendió sus acciones del Banco Sabadell seis años después de entrar consiguiendo que los 675 millones de euros invertidos se convirtieran en 1.300 millones de euros. Las grandes fortunas catalanas antes mencionadas cogieron el relevo y se hicieron con el 12,5% del Banco Sabadell por estos 1.300 millones de euros que una década después sólo equivalía aproximadamente a 220 millones de euros.

Fuentes de VIA Empresa confirman que Fainé y Lara intentaron tirar adelante la fusión entre La Caixa y el Banco Sabadell, pero sin éxito. Les faltaba una tercera gran pieza para encajarlo todo: el presidente de la entidad vallesana. Una operación bancaria tan grande como compleja que pasó desaparcebida para el gran público pero que era un secreto a voces entre los círculos empresariales más influyentes de la ciudad.

"La operación estaba perfilada pero desde la presidencia del Sabadell, Josep Oliu la frustró", constata el escritor José Martí Gómez.

José Manuel Lara murió el 31 de enero de 2015 y el testigo de Isidre Fainé después de acudir al Tanatorio de Sant Gervasi lo dice prácticamente todo sobre su relación: "Era una gran persona en el sentido más amplio de la palabra." "Tenía la costumbre de preguntarse cada día qué había hecho bien, qué había hecho mal y que podía hacer mejor", añadió entonces el presidente de la Fundación La Caixa.

Una cuestión de Estado

Ahora mismo, las fusiones bancarias son una cuestión de Estado, tal como explicaba mi compañera Margalida Vidal en una crónica publicada el pasado 1 de octubre. La voluntad del Gobierno es "hacer limpieza" y tener un sistema financiero saneado con bancos más grandes y fuertes que estén a la altura de las circunstancias de una crisis económica sin precedentes, con bajos tipos de interés y más morosidad, la competencia de las fintech, la digitalización o la amenaza del blockchain.

CaixaBank y Bankia abrieron el gran melón bancario este septiembre con el desenlace de la operación del año, más por absorción que por fusión. Un par de meses después, el BBVA y el Banco Sabadell han enviado -por separado- una nota relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) donde se pone de manifiesto que se negocia una operación con asesores externos como JP Morgan, Goldman Sachs, Garrigues o Uría Menéndez y a través de un proceso de revisión de activos (due diligence).

Fuentes bancarias insisten que "hay mucha presión y mucha locura" con esta segunda operación bancaria pero que "no hay nada cerrado, se está explorando y evaluando la fusión". Esta es la principal diferencia entre la absorción o fusión de CaixaBank y Bankia y la del BBVA y el Banco Sabadell: la primera estaba prácticamente hecha cuando se filtró, la segunda se filtró cuando todavía hay mucho por hacer.

El mercado se anticipó a la jugada después de que el BBVA vendiera su filial de Estados Unidos al grupo PNC por 11.600 millones de dólares, lo que supone 9.700 millones de euros, generando así "una gran flexibilidad estratégica para invertir de forma más rentable en los mercados". Traducción: flexibilidad estratégica para comprar otro banco. La bolsa dictó sentencia al movimiento del banco presidido por Carlos Torres disparando las acciones tanto del BBVA cómo -sorprendentemente o no- del Sabadell y las notas remitidas a la CNMV sólo acabaron de confirmar la expectativa generada pocas horas antes.

Grandes titulares de Josep Oliu

Recordando la hemeroteca bancaria en tiempos modernos, podréis encontrar grandes titulares de Josep Oliu cómo, por ejemplo, "es el mercado, amigos", "en banca sobre todo se resisten tormentas" o "dejaré el Banco Sabadell en buenas manos." Esta última frase en el marco de la presentación de resultados del 2019 donde el presidente del Banco Sabadell insistió que "en un entorno de bajos tipos de interés, la reacción de todos los bancos es buscar la forma de optimizar costes. Las fusiones no son descartables en un futuro, pero hoy por hoy no contemplamos ninguna fusión específica." Sí, pero no. Bien, quizás. Lo descarto todo, pero no descarto nada. En buenas manos.

Oliu: "Dejaré el Banco Sabadell en buenas manos"

"No sé si habrá alguna fusión este año, podría pasar. La cifra ideal de bancos en España? No creo que exista una cifra óptima. Tampoco sé cuál es la medida ideal para un banco", añadió entonces Oliu cuando nadie era todavía consciente de lo que nos preparaba este 2020 con una crisis sanitaria y económica causada por una pandemia mundial. De la ciencia-ficción a la realidad y de la realidad a la ciencia-ficción. También en banca.

A pesar de las conversaciones informales y el ruido que había desde hace tiempo alrededor de una posible fusión entre Banco Sabadell y Bankia, CaixaBank se avanzó a esta jugada bancaria y remató la fusión con el banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri a boca de gol. Ahora, es el turno del Sabadell y el BBVA para seguir haciendo "limpieza" dentro del sistema financiero.

Dejadme acabar este pie de página cambiando la historia catalana y española, al menos por un segundo. Os imagináis que la cita inicial hubiera sido la siguiente: "Isidre Fainé y José Manuel Lara intentaron fusionar La Caixa y el Banco Sabadell, y lo consiguieron. Josep Oliu estuvo de acuerdo". El mundo de la banca y la empresa en Catalunya sería hoy una película totalmente diferente y es que como decía el escritor francés Honoré de Balzac: "Todo poder es una conspiración permanente".